Comunicación Entrenador(a)-Jugador(a)

En las presentes líneas voy a tratar de explicarte en qué debe basar un entrenador su comunicación frente a sus jugadoras y porqué este tema tiene relevancia en el desarrollo del rendimiento del equipo y en cada una de ellas.

En primer lugar, el entrenador debe entender que debe predicar con el ejemplo. Este debe ser el primero en cada actitud o comportamiento que quiera implementar. Si quiere un equipo comprometido, el deberá encargarse de ser el primero en comprometerse de verdad con ello. Todo «se pega» y créeme que la actitud es uno de los aspectos más contagiosos que de los que podemos encontrarnos.

El entrenador es la figura de referencia para los jugadores, es ese líder que se va a encargar de guiarles en el desarrollo deportivo y personal. La comunicación será la unión entre ambas partes. Según sea la calidad de esta, será la calidad de la relación. La calidad de la relación será el fruto de la calidad del progreso y rendimiento de los jugadores.

¿Cómo debería un entrenador comunicarse con sus jugadores?

Antes de todo, debe conocer la importancia de su lenguaje no verbal y la influencia que puede tener este en ellos, sin que el primero (entrenador) se percate de ello. Cada gesto, mirada, postura, sonido será interpretado de forma subjetiva por cada jugador, dependiendo de como se sienta ese jugador frente a su entrenador o la situación, será su interpretación.

Por lo que, lo primero, debe cuidar todo lo que no sean palabras, cada microgesto facial, postura y tono de voz, ya que serán más importantes que las palabras que contenga su discurso. Frente a una situación de gran intensidad emocional (el deporte se basa en ello) el lenguaje verbal solo tendrá un 7% de la importancia del mensaje que se trasmite. Toda la demás información que saca el jugador tiene que ver con el lenguaje no verbal. Y este nunca miente, nuestras palabras si, pero nuestro cuerpo no.

¿No te ha pasado que ver a alguien enfado contigo, te ha hecho enfadar? Pues eso mismo ocurre, ante un estado de mucha intensidad emocional, el cerebro no es capaz de interpretar el contenido verbal, se queda tan solo con lo que ve. Si ve a alguien calmado se relajará, porque sentirá que no existe peligro. Si lo que descubre es a un sujeto ansioso, angustiado o enojado, lo imitará. Quizás haya algún peligro y nuestro cerebro no quiere que eso le pille desprevenido.

Tampoco podemos olvidar que, incluso cuando no comunicamos nada, también estamos comunicando.

Como dije antes, el entrenador es la figura referente, por esto mismo, cada palabra de él se tomará como referencia. Un entrenador debe ser lo más honesto posible con sus jugadores, nunca debe mentirles. Si les miente, perderá credibilidad, y congruencia.

Sé claro con tu jugadores, aunque eso pueda «hacerles daño». Si tienes un jugador que aun no tiene nivel para salir de titular, hablalo con él. Hazle saber esta información, pero sobre todo, hazle saber que necesitas tú como entrenador para ponerle de titular. Es muy importante que él sepa qué necesita mejorar o hacer para jugar. Eso va a mantener su motivación y ganas de ir a cada entrenamiento para mejorar.

El entrenador tiene un poder de trasmisión de energía y emocionalidad increíble. Este tiene el poder, de regular y cambiar el estado emocional de sus jugadoras. Si quiere que haya calma, tan solo tiene que mostrarse calmado, las neuronas espejo ya harán lo demás.

Además de comunicar de forma autentica y clara el entrenador no se puede olvidar de escuchar, de escuchar de verdad, prestando atención. Si mostrar un mensaje coherente y congruente es esencial, más lo es mostrar interés, escucha activa y validación emocional al jugador. Después de todo, somos humanos y necesitamos el afecto y atención de los demás.

Por último, un entrenador debe cultivarse primero así mismo. Debe autoconocerse, mostrar seguridad y confianza en sí mismo. Sus jugadores deben verle como una figura firme, atenta y con la que poder debatir. Para eso, debemos trabajar antes debilidades internas, debemos mostrarnos abiertos, aunque la última palabra siempre será la nuestra.

En resumen, la comunicación entrenador-jugador debería basarse en algo así:

  • El lenguaje no verbal importa, cuida cada expresión al igual que cada palabra.
  • honesto, congruente, auténtico y claro.
  • Muestra confianza en ti mismo y en ellas.
  • empatico, abierto, escuchales con interés.
  • Gestiona tus emociones, tu estado emocional será su estado emocional.
  • Sé concreto con qué esperas y necesitas de ellos.

Por último, no podemos hacernos cargo de lo que alguien interprete sobre lo que hacemos o decimos, pero sí podemos tratar de que nuestra información sea lo más congruente, clara y autentica posible para que no haya opción a otras interpretaciones.

Si quieres desarrollar herramientas para gestionar de mejor forma tu equipo o ti mismo, envíame un mensaje a lacatalizadoradeportiva@gmail.com o un MD por Instagram: @mardurannn, te guiaré para que lo consigas.

Tu post de cada lunes, hasta la semana que viene😏

Mar Durán | 🚀 La Catalizadora Deportiva

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