Los 6 aprendizajes que saqué de esta temporada

Como sabrás una temporada da para mucho.

Miro atrás y siento que septiembre queda lejos y cerca al mismo tiempo. Es curiosos porque por un lado tengo la sensación de que fue hace nada cuando empezamos, pero por otro, tengo el recuerdo de las mil cosas que pasaron y parece que fueron dos en vez de una temporada.

Tan solo es mi segunda temporada como entrenadora y como ya dije en algún post anterior, esta temporada no se puede comparar con la pasada. Maduré mucho como entrenadora y persona.

Si es verdad, que estar cerca de gente que sabe tanto de voley aligera el proceso. A los que claramente les debo todo.

Entrené al equipo infantil femenino A del Club Universidad de Granada. El equipo lo formaron unas 16 niñas que me llenaron el alma y me robaron un cachito de mi corazón cada una de ellas.

De alguna forma, mi temporada con ellas ya acabó y como parte del cierre de la etapa me he parado a reflexionar que seis cosas fueron las que aprendí este año.

A continuación, te hago una lista de ellas, y más abajo te profundizo sobre cada aspecto.

  • Los inicios son complicados pero luego se enderezan.
  • Recibes si das.
  • El liderazgo sano necesita de vínculos, pero sin exceso.
  • Las decisiones del entrenador solo gustarán a algunas.
  • Los resultados no lo son todo, en el proceso está la magia.
  • Si no desconectas, colapsas.

Los inicios son complicados pero luego se enderezan

Recuerdo como si fuera ayer el agobio que tenía cuando debía elegir a las jugadoras en las puertas abiertas. Me parecía injusto en tan poco tiempo tener que decidir quien sí podría tener una mayor progresión y quién no.

Comencé con un equipo en el que conocía a la mayor parte de jugadoras, pero entre ellas no. Había unos dos o tres grupos muy diferenciados y con mucha personalidad cada uno de ellos. Temía por como sería la unión de ciertas personas.

A nivel técnico y táctico eran un folio en blanco. Si es verdad que algunas de ellas llevaban un recorrido largo aun siendo pequeñas, pero la gran mayoría entró muy a ciegas.

Fue tan complicado para mi saber cómo empezar. Que recuerdo que tener por allí a Aurelio me producía tranquilidad.

Mis herramientas para idear un entrenamiento eran tan primitivas y escasas que era un quebradero de cabeza sentarme a idear el entrenamiento. Unas dos horas le hecha diariamente, porque no sabía ni por donde empezar.

Ahora lo veo con perspectiva, y al ver mis entrenamientos actuales me quedo asombrada. Tienen sentido, lógica y van encadenados a desarrollar el objetivo principal del día. Al inicio, marcar algunas tareas me suponía un logro.

A nivel de gestión de equipo, el inicio fue bastante torpe por mi parte. Me sentía muy insegura a la hora de marcar mis límites y directrices. Y a la hora de gestionar el banquillo y el día del partido, temblaba.

La seguridad en mi a la hora de comunicarme con ellas a aumentado a pesos gigantescos.

Si te preguntas que hice, la respuesta es muy fácil, ganar conocimientos en términos de voleibol para poder articular mis argumentos con seguridad y credibilidad.

Aprender voley y saber qué conductas y acciones eran las que sí querían me hacían tener mucha calma y control sobre la mayoría de situaciones.

Pero como ves, esto lo fui desarrollando conforme el tiempo iba pasando. Al inicio, fue todo demasiado complicado. Sin embargo, así son los inicios, una vez arrancas, todo fluye.

Lo complicado siempre será arrancar. Si estás en ese proceso, tírale, cuanto antes arranques, antes sabrás como manejar todo.

Recibes si das

Esto era algo que desde hace tiempo entendí, no obstante, hasta este año no lo vi materializado en mi relación con las niñas.

Soy una persona que me gusta exigir aquello que yo puedo dar. Si yo soy puntual, exigiré puntualidad. Pero si hay algo que yo no puedo dar o hacer, no lo exigiré tanto.

Me pasa a la hora de realizar un nuevo ejercicio coordinativo o en pesas. Primero tengo saber hacerlo yo y luego ya se lo pido a ellas.

De igual forma me pasó con las conductas. Pero en este caso, yo no pedía, sino que las hacía y esperaba su imitación.

Tan solo los primeros días hablé de la importancia de ser puntual. El resto de temporada, actué con el ejemplo. Fui puntual, es más, siempre andaba por allí rato antes.

Sin pedirlo, conseguí que a menos cinco, ya estuviesen listas para empezar a calentar.

Al igual me pasó con el compromiso e implicación al grupo.

Yo di todo lo que pude. Di tiempo, todos los recursos de los disponía y todas las alternativas que se me ocurrían.

Ellas, sabían que cada semana pasaba cuatro horas en clases aprendiendo voleibol para poder trasladárselo a ellas. Y ellas siempre me respondieron con su actitud y su compromiso.

Me volví una friki del voley y de sus jugadores. Comencé todos los fines de semana los partidos del club y los partidos de SuperLiga femenina y masculina. ¿Y que me encontré? Que ellas hacían los mismo.

Los sábados se convirtieron en nuestro día. Comíamos allí tras nuestro partido, y al empezar los senior ya estábamos en la grada.

En casa, ellas también veían voleibol. Y cuando enviaba algún enlace de algún partido que estaba en directo, me sorprendían diciendo que ya lo estaban viendo.

Pasaba mucho tiempo en el pabellón y ellas empezaron a vivir en él.

Si todos los entrenadores entendiésemos la importancia de nuestras acciones, nuestros jugadores serían aquello que nosotros queremos que sean. Tenemos un poder de influencia tremendo y ésta puede usarse muy bien o muy mal.

A su vez, tu ejemplo será el camino que seguirán ellas. Compórtate y haz eso que quisieras que hicieran, y sin pedirlo, lo estarán haciendo.

Si es al contrario, párate un segundo, ¿eso de lo que te quejas de ellas lo estás haciendo tú también?

El liderazgo sano necesita de vínculos, pero sin exceso

Soy una persona muy cercana y accesible, cualquiera que anda por el pabellón lo sabe. Y saben, que pueden contarme cualquier cosa y les ayudaré.

Con mis jugadoras soy igual.

He llegado a crear vínculos muy bonitos y fuertes con algunas de ellas. Confían en mí muchísimo y todo aquello que les preocupa o perturba me lo cuentan.

Saben que les escucharé y buscaremos una solución.

En temas de voleibol y de su vida personal. Y en este punto es donde hablo que quizás me pasé. Si es cierto que, tener esta relación con ellas, me ha hecho ayudarles a resolver algún problema que hubiese dado muchos quebraderos de cabeza en pista.

Pero siento, que a veces no supe poner límite en esta cercanía. Pero como os dije más arriba. En el transcurso de la temporada todo se endereza.

En ocasiones, en el entreno me hablaban de temas relacionados con su vida privada mientras el desarrollo de este. Pero en ningún momento dejé de escucharlas. Sino que les recordaba que en el entrenamiento, entrenábamos y que luego en pesas me ponían al día.

Eso si, con alguna, esta cercanía paso su límite. No obstante, aprendí cuanta cercanía y exigencia debía ponerle a cada una de ellas.

Creo que estos vínculos que desarrolle con ellas me ayudaron mucho a comprender la situación de cada una de ellas y adaptarme para que el voleibol fuese un lugar al que siempre quisieran ir.

Y digo esto, porque ellas mismas me sorprendieron en Semana Santa. Entrenamos todos los días (lunes, martes y miércoles) y de 16 niñas, tuvo el cien por cien de asistencia en el entrenamiento.

Algo estaba haciendo bien, honestamente, aun no sé bien el qué, pero esas niñas, aunque no siempre se les diese bien, siempre venían motivadas, con ganas de seguir y se abrían a contarme aquello que no sabían como resolver.

Las decisiones del entrenador solo gustarán a algunas

Siendo sincera, al inicio quise tenerlas a todas contentas.

Spoiler, es imposible.

Si el entrenador trata de complacer a sus jugadoras, acabará destrozando al equipo. Y no por nada, sino porque al ser adolescentes hoy quieren negro y mañana blanco.

Como dije antes, soy una persona que siempre está abierta a escuchar a sus jugadoras. Y eso, en alguna ocasión no me ha hecho bien. Pero no por nada, sino que creía que escuchar tenía que ir de la mano con hacer. Estaba equivocada.

Entiendo que un jugador para que esté a gusto, debe estar en una posición que le sea agradable. Sin quitar que debe estar en todas y practicar sin especializarse en todos los puntos hasta determinada edad.

Pero si es verdad, que si alguien está más cómoda siendo colocadora yo lo tendré en cuenta. Pero como dije antes, un día querrán una cosa y al otro, la otra. No serán conscientes y a ti te volverán loca si decides hacerles caso.

Yo lo hice, recuerdo cuando en un entreno una de mis jugadoras me pidió no ser más colocadora porque no se sentía cómoda. En el siguiente entreno, en el partido, la puse de atacante. Su respuesta al ver esto fue: pero Mar, ¿por qué hoy no soy colocadora?

La quise matar, os lo prometo.

Pero me di cuenta, de que ellas se guían aun por sus emociones, te pedirán eso que quieren en ese momento, y es que, el ser humano es así de caprichoso.

Como entrenadores debemos ser más inteligentes.

Debemos tomar decisiones teniendo en cuenta el bien y el objetivo del equipo.

Si nos basamos en los gustos de cada una será un horror. Pero no por nada, sino porque partiendo de que no todo el mundo compartirá tu idea, mucho menos lo harán si no está basado en algo que ayude al equipo.

Si como entrenador, tus decisiones son para progresar y hacer que el equipo vaya a mejor, aunque haya quejas, con el tiempo lo agradecerán. Si te dejas influenciar, tendrás a medio equipo a disgusto y estarás muy lejos de los objetivos que persigue el grupo.

Los resultados no lo son todo, en el proceso está la magia

A menudo nos cegado solo por lo que ocurre al final, por aquello que acabamos o no consiguiendo y sin querer prestamos atención al proceso que debemos realizar.

¿El fin justifica los medios?

Para mi no, jamás.

Al inicio de esta temporada propuse un objetivo de resultado. Ahí cometí un error, porque lo establecí sin realmente conocimiento del resto de equipos y de la competición como tal.

Esto hizo daño, porque generé unas expectativas en mis jugadoras que no debían porqué estar. Y al no conseguirse, la sensación de frustración aparece.

Este enfoque fui capaz de redirigirlo y el proceso tomó otro color.

Si solo ponemos el foco en un resultado, trataremos de alcanzar eso a cualquier precio. Y en edades tan jóvenes ese precio se paga muy caro. Quizás ahora no, pero a la larga sí.

En cambio, si buscas que tu equipo sea mejor que en la primera vuelta, ahí hablamos de otra cosa.

Por ejemplo, este fue el objetivo que a mi me marcaron en estas dos temporadas, y esto hace que como entrenador te centres realmente en trabajar aspectos que te ayudarán a largo plazo.

A nivel de resultados, mi equipo no quedó realmente bien, tampoco mal, que conste. Pero siento que se fueron con aprendizajes duraderos y con una forma de entender y de empezar a ver el voleibol diferente.

No se llevaron una medalla, pero si conceptos que les ayudarán a manejarse cuando el voleibol vaya creciendo de nivel.

Además, la satisfacción personal que se te queda al trabajar enfocada y al ver que eso tiene una influencia en el juego, es inmensa. Y sin querer, esa forma de trabajo, acaba dando lo que no buscas, resultados.

Sino desconectas, colapsas

Y por último, el aprendizaje más grande que saqué.

Dicen que obsesionarse en algo nunca es bueno, pero todo aquel que acaba obsesionado con algo, acaba sacándole mucho jugo.

Yo me anclé a esto y empecé a dedicar cada uno de mis días al voleibol y a mis jugadoras.

De lunes a lunes mi mente solo entendía una palabra, voleibol. Y sí aprendí mucho, pero en unos meses ya me quería alejarme de todo.

No descansa, no tenía ningún rato ajeno al voleibol, ni con alguien que no fuese de voleibol.

Si a ello le sumas la extrema autoexigencia que me echaba encima, imagínate la magnitud del colapso.

Me llevaba cada problema a casa y si el entrenamiento iba mal, hasta que no hubiese uno bueno, no se me iba de la cabeza. Y lo peor era que, me autoculpaba de que las cosas no iban bien. Y si lo iban, era porque mis niñas eran buenas, no por mi buen trabajo.

Echo la vista atrás y fue duro. La carga mental que tenía era demasiada, no por la cantidad de cosas, sino por la repetición de pensamientos negativos y autocastigadores que me decía sin parar.

Pero como más arriba dije, al final todo se endereza.

Recuerdo como un mal entreno, me hacía sentir mucha ansiedad y necesitar liberarla con algo dulce.

Ahora, pase lo que pase, se queda en el entreno. Cuando llega el viernes, me guardo un ratito para mi y para algo que no son mis niñas y el voleibol.

Si el entreno va mal, hago un respiraciones profundas, me recuerdo que hice lo mejor que pude y que en el siguiente entreno trabajaremos eso de una forma mejor.

Como entrenador, debes tener algo que te desconecte de esto un ratito. No puedes salvar a todos tus jugadores ni puedes llevarte sus problemas a casa.

Cuídate a ti, y a si podrás cuidar de ellos.

En resumen

Habrás visto que una temporada, como ya te anuncié, da para mucho.

Lo curioso es que si no hubiese hecho este post, no me habría dado cuenta de mi evolución y de todo aquello que me dio esta temporada.

Por ello mismo, te invito a tú hagas lo mismo.

  • Coge un folio en blanco y un boli.
  • Trasládate al inicio de temporada y luego vuelve al mismo día de hoy.
  • ¿Qué es diferente?¿Qué empezaste siendo y qué eres?¿Qué te parecía complejo y ahora haces de forma simple?
  • Escribe que seis aprendizajes te llevas de esta temporada.
  • Reléelo orgulloso.
  • Agradécete el tiempo de reflexión y todo el amor y cariño que le diste a tus jugadores.

Espero que hacer este ejercicio te haya hecho sentirte orgulloso y satisfecho de tu progreso como entrenador.

Estaré encantada de que dialoguemos sobre los aprendizajes que te dejó esta temporada.

Si eres jugador, te invito a que lo hagas desde tu perspectiva, ¿qué aprendizajes como jugador te llevas de estos meses?


Tu post de cada lunes, hasta la semana que viene😉

Mar Durán 🏐Psicóloga Del Deporte

¿Cómo transmitir confianza a mi jugador?

Como sabes llevo todo el año trabajando con dos clubes a nivel psicológico (Club Voleibol San Pedro en Marbella y Club Voleibol Manzanares en Madrid). A parte de impartirles mensualmente un aspecto psicológico a desarrollar individualmente y con sus jugadores, tenemos sesiones individuales en las que ellos me trasladan sus dificultades personales y conflictos en la interacción con sus jugadores.

Durante las primeras sesiones, me gusta que se establezca un objetivo. Este será el foco que tendrá cada una de nuestras intervenciones y hacia donde irán las acciones del entrenador.

Te cuento esto, porque hoy quiero hablarte de una cuestión que muchos de ellos me pidieron tratar: transmitir confianza al jugador.

En alguno de ellos, este fue su objetivo a trabajar conmigo. El principal problema era ser capaz de trasmitir confianza al jugador en partidos cuando el marcador estaba empatado y había mucha tensión. Me decían que les costaba hacer que el jugador pudiese confiar en sí mismo en esa situación y ellos no sabían como podían ayudar.

Sigue leyendo, te cuento cómo lo conseguimos.

Mi jugador no me hace caso cuando le digo «tranquilo»

Siempre que me lanzaban esta cuestión, partía el diálogo desde el mismo lugar.

¿Cómo estás tú cuando quieres trasmitirle confianza al jugador?

O mejor dicho, ¿qué le dices y cómo te comportas mientras emites este mensaje?

🛑Para de leer un segundo, y piensa en las últimas veces que le dijiste a tu jugador «tranquilo, confía, lo estás haciendo bien», ¿en qué estado lo hacías tú?¿estabas tranquilo, parado y hablando con calma?¿o estabas caminando moviéndote nervioso, hablando muy rápido y trabándote por tanta energía?

¿Cómo crees que se sentirá el jugador si escucha un «confía estate tranquilo» de una persona que hace aspavientos, se mueve rápido y la desconfianza le come el rosto?

¿De verdad crees que ese chico estará tranquilo con toda esa información no verbal que le está llegando de su entrenador?

Lo siento, pero no.

Ya lo vimos en la publicación: Comunicación No Verbal Para el Entrenador (la cual te recomiendo).

En momentos tensos de este tipo, la información verbal ni siquiera llega, hay mucho ruido y estrés que impiden que esa información pueda llegar al jugador.

No obstante, si se ve todo lo que el entrenador nos emite sin palabras, y esa información es la que SÍ llegará.

Y si es incongruente lo que se dice con lo que se hace, solo tendrá la influencia lo que NO se dice, es decir, de lo que ve.

Lo que necesitas para transmitir confianza

Lo que te contaré a continuación puede parecerte muy lógico, pero mientras estás en ese momento tan tenso no eres consciente de esta cuestión.

Para poder transmitir confianza a tu jugador lo que necesitas es tenerla tú.

Primero en ti mismo, luego en la situación y por último en tu jugador.

Sin esto, da igual lo que le digas, jamás le calará.

Con esto claro, ya podemos trabajar en esa transmisión.

Vamos a ello:

  1. Busca qué es eso que te hace estar y sentirte seguro en una situación.
  2. A continuación, piensa qué es lo que hace que puedas confiar en tu jugador. Concretamente, qué acciones tiene que hacer durante el juego y el entrenamiento para que cuando esté en la pista, tu confianza sea incondicional.

Haz una lista de ambas categorías, donde escribas todo eso que crees que es necesario.

Empecemos con la segunda. En cuanto tengas claro los aspectos que te darán confianza, comunícalos a tus jugadores, ellos deben saber que tienen qué hacer para que su entrenador confíe en ellos.

Y con la primera te ayudo ahora mismo.

La idea principal es que pongas aquellas cosas que te hacen estar tranquilo en el día a día. Y luego concretar las de entrenador, ambas nos ayudarán a crear ese espacio de confianza y control sobre la situación.

A modo de ejemplo te pongo lo siguiente.

Cosas que me hacen estar tranquilo en el día a día:

  • Organizarme el día y planificar que haré a cada hora
  • Meditar
  • Leer en la cama nada más levantarme
  • Desayunar sin prisas escuchando algo de música
  • Ver una serie divertida

Cosas que me hacen estar tranquilo en el entrenamiento y partido:

  • Tener y transmitir un objetivo claro de cómo quiero que se den y se hagan las cosas
  • Haber tenido una buena semana de entrenamiento donde lo trabajado se haya consolidado en cada jugador
  • Tener alguien en el campo que sepa mantener la atención y la actitud defensiva
  • Elaborar un plan de las posibles cosas que pueden sorprenderme y cómo actuar cuando se den (que el contrario nos remonte, que estemos 5 puntos abajo, perder por dos sets…)
  • Conocer respiraciones para relajarme en momentos tensos y saber usarlas.

Una vez que ya tengas todo lo que te hace sentir seguro, solo tendrás que hacer que esos detonantes de la confianza se den antes del partido y de alguna forma lleguen a ti durante los momentos tensos.

Crea tu rutina pre partido como entrenador. Mete en ella alguna de esas cosas que te darán tranquilidad.

Y recuerda, solo podemos trasmitir eso que sentimos y sabemos. Es extremadamente importante que para transmitirle confianza al jugador tú la tengas en él, en ti y en la situación.

Si quieres que te ayude a profundizar en tu situación y grupo, ponte en contacto conmigo. Puedes hacerlo por correo (marduranpsicologadeldepor@gmail.com) o por Instagram (@mardurannn).

Si eres un club, estaré encantada de trabajar con este formato contigo. Estoy cerrando los clubes para el año que viene, si estás interesado, háblame ya 😉

A lo largo de esta semana habrá un regalito especial sobre este tema en mi cuenta de Instagram. Sígueme para no perdértelo ♥️


Tu post de cada lunes, hasta la semana que viene 😉

Mar Durán 🏐 Psicóloga del Deporte


Lo que hay detrás de un ascenso

San Sadurniño y Universidad de Granada, los recién ascendidos

En el post de hoy os traigo la historia de dos equipos que recién acaban de ascender a una categoría superior. Quiero analizar algunos puntos que he visto en común y sacar algunas otras ideas que pueden servirte para preparar tu ascenso.

Antes de nada, mi enhorabuena a ambos equipos, Universidad de Granada y San Sadurniño por vuestro ascenso.

Como podréis imaginar este post es bastante especial, por que el primer equipo forma parte de mi club, son mis amigos y he vivido con ellos el trascurso de esta temporada.

A SanSa apenas los conocía, pero su capitán Marcos Piñón me ayudó a conocer un poquito el trascurso de esta temporada. Desde aquí, una vez más, gracias Marcos.

A cada uno de los equipos le hice unas preguntas que sentía que podían ayudarme en mi análisis.

  1. ¿Qué os ha hecho ascender? Las cinco cosas claves que han formado parte de vuestro año y que sin ellas el ascenso no se hubiese dado.
  2. Sabiendo que el objetivo inicial no era ascender, ¿qué expectativas se crearon con el nuevo reenfoque al saber que si se podía conseguir?
  3. ¿Qué importancia crees que ha tenido que no se buscara el ascenso desde el principio? ¿De qué forma influyó en el inicio de temporada?
  4. ¿Cuánta importancia ha tenido la relación entre jugadores y el entrenador? ¿Cómo ha sido esa relación?

¿Quieres saber que respondieron? Sigue leyendo😏

Club Deportivo Aldebarán San Sadurniño

Antes de desvelarte las respuestas que el mismo capitán Marcos me contó, quiero ponerte en contexto sobre este club.

Este club nace en un pueblo pequeño (3000 habitantes aprox) que pertenece a la comarca de Ferrol en A Coruña, Galicia.

Manuel Seco, profesor del colegio, decidió empezar a enseñar voleibol para entretener a los estudiantes en su turno partido. Con el tiempo, se encargo de que amaran con locura el voleibol y acabaron creando el club del que hoy os hablo.

El mismo Marcos lleva en ese club desde que era un alevín.

Me contaba que fueron el primer club de España en estar en una primera división con menos de 5000 habitantes.

Anteriormente estuvieron dos veces en la máxima división de nuestro país. El mismo Marcos, asciende por tercera vez esta temporada.

Él comenzó a jugar en el equipo cuando este se encontraba en Primera Nacional, con tan solo 16 años. Consiguieron ascender a SuperLiga 2 y allí se mantuvieron algunos años con muchos sacrificios y haciendo malabares para mantener esa plaza, es un pueblo muy pequeño y a nivel económico apenas tenían recursos. No obstante, consiguieron ascender a SuperLiga 1.

Eso si, en la máxima división solo estuvieron ese año debido a la escasez de medios económicos.

Movistar + tiene un documental sobre esta primera vez que ascendieron: Informe Robinson, Un pueblo de Élite.

Te lo recomiendo enormemente, una vez los conozcas más en profundidad querrás saber todo de ellos y acompañarle es su nueva aventura. Al menos, eso fue lo que me pasó a mi.

Sabiendo esto, ahora comprendo mucho mejor su ascenso y la magia de ese lugar. Siendo honesta, se ganaron una fan que les seguirá muy de cerca.

¿Qué os ha hecho ascender?

Fue la primera pregunta que le hice al capitán gallego. Su respuesta, confirmó lo que yo sospechaba.

«Creo que lo que nos ha hecho ascender en parte es el gran grupo que hemos hecho como equipo y lo bien que nos hemos llevado entre nosotros, en todo el año no hubo problemas entre compañeros y cuerpo técnico lo cual es muy importante».

A esto, le sumaba las que para él fueron las cinco claves de su exitosa temporada:

  1. El gran grupo por el que estaba formado el equipo.
  2. El gran trabajo del entrenador para llevar el grupo, gestionar y trabajar muy bien pese a tener un grupo que no es profesional. No pueden entrenar todos los días todos los jugadores por motivos laborales o de estudios.
  3. La baja presión por no tener como objetivo ni copa ni ascenso a principio de año e ir día a día disfrutando de los resultados
  4. La juventud del equipo que se traduce en la pista en ilusión por conseguir títulos una vez tuvimos la oportunidad.
  5. La posibilidad de jugar en nuestra casa la fase fue importante porque no habíamos perdido en todo el año en nuestro pabellón y en una fase de ascenso siempre ayuda jugar con nuestra afición.

Sabéis que siempre os hablo de la importancia de las expectativas realistas y cómo influyen y suelen perjudicar las ideas que generan falsas ilusiones. En el caso del SanSa fue todo lo contrario.

«El objetivo no era ascender a principio de año» me decía Marcos.

Y continuaba su discurso diciéndome: «poco a poco nos fuimos creyendo que por lo menos podíamos clasificar para la fase de ascenso». Lo consiguieron y «una vez clasificados y jugandola en nuestra casa no teníamos la presión porque no era un objetivo, pero si todo el equipo y cuerpo técnico y directiva confiaba en que podíamos ser capaces de hacerlo».

Es decir, todo estaba a favor de ellos. En primer lugar, como él mismo dice, al no ser un objetivo de inicio el ascender, cuando el grupo se encuentra a las puertas de ello, no tiene presión, ya que superó hace tiempo esas expectativas. En ese punto solo queda disfrutar y jugar.

No tener el ascenso como un objetivo tuvo bastante importancia en ellos porque eso mismo les permitió jugar la primera parte sin presión ninguna, como el capitán decía, «partido a partido».

Lo interesante de esto fue que, clasificaron para la Copa Principe y allí se dieron cuenta de que, casi pudieron ganar al mejor equipo. Con lo que «empezamos a creer que podíamos ganarle a cualquiera y conseguirlo, pero sin la presión de estar obligados y al final ha dado sus frutos» me confesó el mismo Marcos.

La historia de este equipo me tocó la fibra sensible porque me recordó a mi pueblo. Si eres de ciudad, quizás no entiendas esto, pero quién se cría en un pueblo sabe que esa forma de vivir y convivir no se da en otro lugar. La cercanía de cada persona, la humildad, la calidez, hace que quien vive allí se contagie de esa magia.

Esto hace, que si la mayoría de miembros del equipo son gallegos y algunos incluso del mismo SanSa, la unión entre ellos sea muy real y resistente a cualquier bache.

Así mismo, el propio capitán ensalza la importancia de la figura del entrenador en el éxito del equipo. «Parga ha sabido como adaptarse y gestionar el grupo teniendo en cuenta las circunstancia de cada uno de ellos» me confesaba el gallego.

Al ver el documental, entendí esto que me decía Marcos sobre su entrenador. Él mismo, había sido jugador en ese primer ascenso junto a Marcos. Y en la pequeña entrevista que hizo tras el ascenso actual, Pablo Parga dijo: «son unos cracks, son jovencitos y han competido toda la temporada a un nivel muy alto, es muy digno de elogiar, hicimos un grupo muy sano que tiraban unos de otros.»

En ese primer ascenso, el que se documenta donde más arriba os enlacé, Parga fue uno de los extranjeros que formó parte de ese equipo. Esos siete convivían en la misma casa, donde ese roce hizo esto mismo que el creó en los suyos, «un grupo muy sano donde unos tiraban de otros».

Mi enhorabuena a Pablo y a todo el cuerpo técnico. Una vez más siento que se confirma eso siempre digo, nuestro equipo es un reflejo de nuestro trabajo como entrenadores, y Parga ha hecho un muy buen trabajo y estos chicos supieron responder muy bien.

Universidad de Granada

Pasamos de un pueblo de no más de 3000 habitantes a una ciudad de unos 200.000.

El Club de Universidad de Granada tiene un recorrido ejemplar. El equipo femenino de los 2000 fue el primer equipo de la provincia en entrar en una competición europea.

Durante muchos años permaneció en la máxima división de nuestro país, tanto los equipos masculinos como femeninos.

Por temas ajenos al propio club, estos abandonaron las divisiones superiores y empezaron a jugar en las competiciones andaluzas.

Actualmente, el equipo masculino, recién ascendió a SuperLiga 2 después de unos 30 años, y siendo recién ascendidos de Primera Andaluza.

Al igual que con SanSa, te traigo testimonios de la misma entrenadora y el capitán de este equipo.

Ella es ni más ni menos, que Olena Zalyubovska exjugadora con un gran recorrido internacional siendo jugadora de nuestra selección y anteriormente de la Unión Soviética, a su vez su recorrido como entrenadora no se queda atrás. Le acompañará en su discurso Javi Sánchez capitán y receptor del conjunto granadino.

Antes de nada, quiero dejar por aquí escrito mi profunda admiración a Olena.

Para mi esta mujer es el equilibrio perfecto entre exigencia y cercanía. Sabe en cada momento como actuar y de qué forma debe hacerlo con cada uno de ellos. Y por si no fuese poco, es la persona más coherente y autentica que conocí. Pide compromiso, porque ella lo da.

Ni os hacéis una idea de los sacrificios que diariamente hace por el equipo. Si no tiene que dormir, no lo hace, pero sus tareas del equipo siempre están al día.

Olena, gracias por siempre dejarme que me acerque a ti, por confiar en mí y dejarme aprender de ti.

¿Qué os ha hecho ascender?

Me encantaron las respuestas de Olena, no por nada, sino porque hablaba la experiencia en el juego. No suponía, sino que afirmaba porque todo lo que había hecho anteriormente tenía su porqué.

Las cinco claves que ella defendía sobre su ascenso fueron las siguientes:

  1. La buena organización de todo el proceso, a pesar de tener pocos recursos humanos. He tratado de hacerlo de la mejor forma posible. Llevar todo una persona, ha sido lo mas complicado por eso la organización fue tan fundamental.
  2. La planificación integral, teniendo en cuenta todos los aspectos del juego, la psicología, la táctica y la preparación física.
  3. El compromiso que han tenido los chavales. No siempre fue total, pero si hubo un trabajo constante, y mucha importancia a esa dedicación.
  4. El entrenamiento, teniendo en cuenta su volumen, tanto en pista como en el gimnasio.
  5. El análisis del contrario, casi ninguno del nuestro, pero siempre del otro.

Y me añadió una sexta, agradeciendo el trabajo y la cooperación con su segundo entrenador (José Moreno) él cuál para ella ha sido «un gran y fiel ayudante».

Respecto a estas claves, Javi, el capitán, coincidía con la importancia del compromiso y añadía las siguientes:

  1. No nos permitimos fallar, aunque aveces íbamos confiados, en seguida poníamos los pies en el suelo y seguíamos trabajando.
  2. El compromiso de Olena a la hora de estudiar y saber como enfrentarse al otro. Resaltando aquí lo que ella misma comentaba más arriba.

El capitán añadía a esto que ha sido una clave muy importante el liderazgo de Olena. «Sin ese saber liderar, cada uno va a su bola. Pero cada uno sabía lo que había y cual era su función» me confesaba el capitán.

Olena nunca habló del ascenso al inicio de la temporada. Es más, el objetivo marcado era mantenerse. Acababan de ascender de Primera Andaluza y recién «habían aprendido a ganar» como me decía su entrenadora.

Javi y el resto del equipo, iban en la línea de Olena, «no pensábamos en ascender, no se nos pasaba por la cabeza».

Espero que detectes la similitud. Marcos de Sansa, líneas más arriba nos hablaba de justamente lo mismo. El objetivo no fue ascender al inicio de la temporada, eso era algo en lo que no se pensaba.

El reajuste que se tuvo que hacer en Universidad de Granada habla una vez más de la gran profesionalidad de Olena.

Ella me cuenta que cuando acabó la primera vuelta, se encontraron en la primera posición.

Lo interesante de todo esto, según la entrenadora me relataba era que «una vez arriba, nadie quería bajar». En este punto el grupo estaba tan metido en seguir trabajando y conseguir lo máximo posible que si alguien empezaba a caminar hacia otro lado el mismo grupo era el que le traía de vuelta.

No se esperaban ese resultado y en el inicio de la segunda vuelta ella les dejó guiar. «No querían perder. Y eso ha sido muy positivo, porque yo había marcado un primer objetivo y al final de primera vuelta, ellos marcaron la siguiente meta».

Javi me contaba que, conforme veía que se mantenían arriba el objetivo era quedar lo más arriba posible, «sino ascendíamos no pasaba nada, el objetivo ya estaba logrado, pero íbamos a luchar por estar lo más arriba posible, si podíamos quedar cuartos, no quedaríamos quintos».

Ella les decía que iba a poner todo de su parte, pero que quién lo conseguirían serían ellos mismos. Ahí entraba en juego su dignidad deportiva. Olena siempre les repetía que «hoy eres campeón, pero eso es solo es hoy, mañana tienes que levantarte y seguir. Y quién haga eso, será el verdadero deportista».

«No teníamos la presión de ganar a toda costa, porque no era el objetivo, y todo lo demás era bueno, porque el objetivo era mantener y eso ya estaba hecho. Al final, sí queríamos ascender si o si. Pero ibamos a jugar partido a partido», me reconocía Javi.

¿Casualidad? Marcos usó esas mismas palabras, «íbamos partido a partido».

Respecto al grupo, Olena cuenta que no todos tuvieron siempre el mismo nivel de compromiso, Javi me lo corrobora diciendo «Olena siempre pide el cien por cien, pero no todos están dispuestos a darlo».

El equipo era un equipo bastante bonito y se veía unido. No es la unión de la que el capitán gallego nos habla, pero si era una cohesión fuerte dirigida hacia un objetivo común. No todos son amigos, pero si todos querían ganar y trabajaban para ello.

A su vez Olena entendía y sabía como tratar a cada uno de ellos «haber sido jugadora y haber pasado por lo mismo que ellos, me ayudaba a entenderles y saber cuando podía apretar».

Supongo, que esto mismo le ocurrió al entrenador gallego, haber pasado ya por donde ahora estaban sus jugadores ayuda que ese liderazgo del que los capitanes hablaban sea tan contundente y real en sus entrenadores.

Resumiendo, las claves para ascender son las siguientes.

A continuación te dejo a modo de resumen las ideas que vi más importante y que ambos equipos mencionaron.

  • Expectativas realista/bajas que permitían la focalización en el corto plazo y el trabajar partido a partido.
  • Mantener el trabajo y compromiso al mismo nivel aunque haya victorias o derrotas.
  • Jugadores jóvenes con ganas de ganar, mucha ilusión por hacerlo bien y un objetivo relevante en común.
  • Implicación excepcional por parte del grupo y del staff técnico.
  • Liderazgo y autenticidad del entrenador. Cercanía, exigencia y experiencia al mando del grupo.

No sé si al replicar estas claves podrás conseguir el ascenso que ansias, pero quizás te ayuden en el camino hasta ello.

No obstante, aquí tienes dos historias de equipos con pocos recursos, muchas ganas, mucha pasión, horas y esfuerzo que consiguieron algo que no tenían en su cabeza.

Aquí está la importancia de la creación e interpretación de las expectativas. Que estos equipos estén ascendidos quiere decir que un equipo que sí tenía como objetivo ascender, no lo hizo.

Y siento, que ahí radica la diferencia. Sino se sabe gestionar la presión, el jugador que tiene que rematar con ella no lo hará de igual forma que el que irá a bloquearle sin nada que perder.

Y en un momento tenso gana quien menos errores cometa, el que sea más estable y por lo tanto el que juegue con más soltura y libertad. Si quieres esto mismo en tu equipo, la presión debe estar lejos.

El post se que quedó más largo de lo que me hubiese gustado, pero no me quería dejar nada atrás.

Una vez más gracias a los capitanes y a la entrenadora que le dieron validez a opinión de psicóloga.


Tu post de cada lunes, hasta la semana que viene😏

Mar Durán 🏐 Psicóloga del Deporte

Preparación Psicológica para el Líbero

Trabaja tu anticipación en la defensa

Patricia Llabrés, líbero de la Selección Española

No es la primera vez que aquí hablamos del líbero. Lo hago porque creo que su relevancia dentro del juego es muy importante. No me atrevería a decir que la más importante, pero si que su papel en recepción y defensa es fundamental.

Esa es la razón por la que hoy hablaremos de algunas ideas que tienen que acompañar a la preparación de un líbero.

A nivel psicológico llevar la carga de ser un experto y tener que rendir al máximo en cada acción no es sencillo. A nivel técnico y táctico, tampoco lo es.

Este artículo está basado en el libro de Joaquín Díaz «Voleibol. Entrenamiento psicológico para la recepción y la defensa de la segunda línea. Los jugadores especialistas, El Líbero».

A lo largo de estas líneas Díaz (2013) habla de la importancia y dificultad del libero dentro del juego. Eso hace que su preparación psicológica sea fundamental.

Debemos empezar en los entrenamientos, donde alternaremos diferentes exigencias atencionales. Aprender a cambiar el foco será básico en el desarrollo psicológico del líbero y cualquier otro jugador (sobre los cambios atencionales ya hablamos, lo tienes en el menú).

La defensa dentro del voleibol es algo realmente complicado y más si no se es capaz de fijarse en el estímulo adecuado cuando se realiza el ataque.

Realizar autoinstrucciones (órdenes a nosotros mismos) puede recordarnos a qué debo enfocar y cómo responder a continuación. Te dejo algunos ejemplos que pueden ayudarte a focalizar tu atención durante el juego (Díaz, 2013):

  • ¿Qué atender?
  • ¿Cómo atender?
  • ¿Cuándo atender?
  • ¿Para qué tengo que atender?
  • ¿Dónde tengo que colocarme para amortiguar el balón y defenderlo?

¿Es la motivación lo único que necesito para defender?

Para una buena defensa es importante una adecuada motivación, ¿pero qué papel recae sobre esta?

Según Díaz (2013) algunos entrenadores dicen que para realizar una defensa óptima los entrenamientos deben basarse en la motivación.

Sin embargo, González (2003) citado por Díaz (2013), no está muy de acuerdo con ello. Ya que dice que la motivación no es suficiente para levantar la bola.

Y permíteme aquí un paréntesis. Pero es algo que solemos decir mucho los entrenadores. La motivación puede hacer que en un momento determinado las destrezas de tus jugadores se vean intensificadas y por un instante parezca que son imparables.

Pero como bien sabéis, esta motivación al igual que sube, baja, si le dejamos a ella toda la responsabilidad tendremos un juego inestable sujeto a los altibajos emocionales de los jugadores.

Continuando con lo que nos decían nuestros expertos, «un grado de motivación elevado aumenta nuestra activación, pero si la activación no está controlada podemos atender a estímulos irrelevantes» (Díaz, 2013).

La motivación nos permite aumentar nuestro nivel de activación, pero sobre pasar su límite nos hará que esa atención se disperse y esté atendiendo a eventos nada relevantes en ese momento. Por eso, la motivación puede ser una buena aliada, pero no podemos dejárselo todo a ella.

La Anticipación

No sé si por aquí lo dije alguna vez, pero tengo la suerte de estar formándome en voleibol con la persona, que bajo mi punto de vista, su experiencia y su formación así lo dice, más sabe de voleibol de España. Aurelio Ureña Espa, es catedrático por la Universidad de Granada en voleibol.

Estoy aprendiendo del mejor y él siempre, siempre habla de un principio fundamental que debe seguir todo jugador de voleibol, la anticipación.

Al verlo en este libro como un aspecto a desarrollar en el líbero, corrobora todo lo que el mismo Aurelio me cuenta sobre la importancia de este proceso psicológico y su relevancia en el juego.

Por esto mismo, siento que es muy interesante hablaros de este aspecto.

«La anticipación es el proceso psicológico que nos permite prever los hechos que todavía no han ocurrido» (Díaz, 2013). Es decir, adivinar que hará el otro antes de que pase.

Esto ayuda a identificar los preíndices del adversario. Dicho de otra forma, me ayuda a detectar que es eso que hace que la acción finalice en una u otra acción.

Te lo explico mejor con ejemplo.

Un preíndice podrían ser esas acciones que hace un colocador antes de colocar. Según sus movimientos colocará a un lado u otro. Hay colocadores que tienden a doblar la espalda cuando colocan hacia atrás. Pues ese gesto ya podría indicarnos hacia donde irá la bola (Ureña, 2024).

Los buenos jugadores desarrollan preíndices falsos que es lo que llamamos como «engaño».

No obstante, observar y tener información sobre el contrario nos da información de cual será la decisión a tomar por este.

Si antes de que ocurra algo, yo como líbero ya lo sé y me posiciono en ese lugar, salvaré cualquier bola.

La anticipación ayuda a que puedas saber con tiempo, el inicio o el desarrollo de una jugada. Cuanto antes sepa el líbero lo que ocurrirá, mayor tiempo va a tener para poder prepararse y tomarle ventaja al adversario (Díaz, 2013).

Como bien sabrás, un líbero debe ser rápido, para ello la velocidad debe ser una de sus mejores condiciones físicas. Ya que la velocidad y la anticipación están muy relacionadas (Díaz, 2013).

Para realizar una defensa perfecta, el líbero debe saber dónde y cuándo tiene que moverse. El tiempo y el espacio serán factores determinantes para que pueda llegar de la forma más rápida tras descubrir el siguiente paso del rival.

Por lo tanto, como Díaz (2013) nos dice, las acciones defensivas, en gran medida dependerán de la capacidad de anticipación de los nuestro líberos.

Muy relacionado con la efectividad de la anticipación es la capacidad atencional del jugador. Saber cambiar el foco al estímulo relevante en cada ocasión y mantenerlo será esencial para que la anticipación pueda hacer su magia.

Clases y tipo de anticipación

Tras variaos trabajos realizados en tenistas Crognier y Fery (2005) citado por Díaz (2013) distinguieron dos clase y tres tipos de anticipación.

  • Anticipación total. El líbero será capaz de predecir lo que se hará en el otro lado de la red
  • Anticipación parcial. El líbero preve lo que no hará el equipo contrario.

Es decir, la anticipación no siempre nos mostrará que pasará, pero nos podrá decir que no pasará y obviar esas zonas. Ahora vamos a los diferentes tipos:

  • Geometría perceptiva: Hace referencias a las trayectorias del balón, a su recorrido y fin.
  • Técnica: percepción de la técnica del jugador oponente.
  • Táctica: identificación de los patrones o sistemas de juego del rival frente al bloqueo, recepción y defensa.

Aprende a anticipar

Llevo gran parte del año trabajando esto con mis niñas. Te diré como lo hago yo (mediante la guía de Aurelio) y cómo te aconsejo que lo hagas según nos cuenta Díaz (2013).

Para empezar te diría que cuanto mayor sea tu nivel de juego y conocimiento sobre el voleibol, mayor calidad y eficiencia tendrá tu anticipación.

Me explico, si yo solo sé que un atacante puede atacar a línea y diagonal, jamás podré anticipar la diagonal corta porque no sé ni si quiera que eso pusiese darse.

Por lo tanto, lo primero que te diría es que, veas mucho voley. Observa que otros recursos tienen jugadores profesiones. Cárgate de herramientas para usar tú y para que te ayuden a discernir en los demás.

Amplia tu esquemas tácticos y las combinaciones que puedan darse.

Adáptate a diferentes trayectorias, usando diferentes balones y tratando de adivinar donde caerá la bola antes de que lo haga.


Como siempre digo, antes de que esto pueda darse en un partido, tendrás que entrenarlo.

Durante mis entrenamientos, soy muy pesada en que la jugadora esté atenta al otro campo, que observe la recepción, a la colocadora y que trate de adivinar hacia qué lugar mandará la bola.

Una vez la bola esté en el aire, pido a mis jugadora que observen a la atacante. Ella es la que tiene la información de a dónde irá la bola (Ureña, 2024). Ahí les pido que primero se centren en un foco más general, donde aprecien su cadera, tórax y brazo y que luego, lo reduzcan hasta poner los ojos en su mano.

Eso les ayudará a identificar si será una finta, remate, si hace un golpe interior/exterior o si le pega de frente.

Visto así, parece sencillo. Pero no, todo lo contrario. La anticipación es una habilidad psicológica que debemos entrenar. Sé muy persistente como entrenador para que puedan poco a poco ir anticipando que ocurrirá.

Para finalizar, Díaz (2013) nos muestra algunos ítems que nos ayudarán a movernos rápidos en la defensa si somos líberos.

Darle respuesta a esto hará que estés donde caerá el balón antes de que lo haga.

  • Posición del colocador en la zona de ataque
  • Calidad de la recepción
  • Calidad del pase de la colocación, altura, velocidad, distancia
  • Posición de los rematadores
  • Posibilidad de rematadores desde la zona de defensa
  • Calidad del bloqueo
  • Tipo de bloqueo
  • Posición de nuestro bloqueadores.

En resumen, la anticipación debe basarse en recabar y mantener la mayor cantidad de información técnico-táctica posible. Para ello, la atención-concentración y la continua práctica en los entrenamientos te harán que poco a poco adivines donde caerá el balón (Díaz, 2013).


Tu post de cada lunes, hasta la semana que viene😉

Mar Durán 🏐 Psicóloga del Deporte


Referencias

Díaz, J. (2013) Voleibol. Entrenamiento psicológico para la recepción y defensa de segunda línea. El líbero. Conesa, España: Ushuaia Ediciones.

Ureña, A. (2024). Especialización deportiva: voleibol: Principio de Anticipación [apuntes de clase].

«En mi equipo hay mal rollo»

Qué hice y qué resultados tuvo | Experiencia propia

Hoy os traigo un post muy práctico con la idea de que podáis usarlo vosotros mismos en vuestros equipos.

Eso sí, antes os quiero poner en contexto.

Llevo un equipo infantil femenino.

El nivel dentro de él es muy disparejo, y supongo que algo muy similar te pasará a ti también.

Tengo niñas que llevaban jugando unos 6 años, otras que apenas acababan de empezar y a nivel coordinativo no son tan buenas y otras que llevando poquito tenían muy buenas habilidades motrices y muchísimas ganas.

Asimismo, le añadimos la diferencia de personalidades. Donde te encuentras con las más espabiladas que se podrían comer con una mirada a las más tímidas.

Como verás, el grupo en sí ya te estaba informando de que en un tiempo podrían darse problemas. Problemas realmente sutiles, de los que si un entrenador no quiere, no se da cuenta.

Hablo de malas caras, de gestos feos, de no querer ponerme a calentar con la «mala», de quejarme por los equipos, de hacer sentir mal a una compañera cuando falla, de echar culpas a quien no la tuvo, etc.

Digo que estos problemas son sutiles, porque realmente lo son. Las chicas son listas y durante el trascurso del entrenamiento van soltando estas cositas de forma casi imperceptible.

Si un entrenador no quiere, jamás se daría cuenta de la infinidad de malos gestos, reproches, caras feas, comentarios fuera de tono… Hay que estar realmente atento para calar todo esto.

Admito que, al principio me costa darme cuenta de estas cositas. Para mi eran imperceptibles, hasta que empezaron a darse los problemas, ahí una ya desarrolla mil ojos para no perderse nada.

No recuerdo muy bien cual fue el detonante, pero si recuerdo que el mal rollo acabó siendo insoportable.

El principal problema era que las que tenían más experiencia en juego se que quejaban de la no experiencia de las otras. Y como somos un equipo y necesitan a la otra, eso les molestaba.

Algunas de las jugadores que tengo su autoexigencia y competitividad diría sobrepasan los limites adecuados, si a eso le añadimos que se encuentran en la etapa adolescente, pueden convertirse en volcanes soltando lava a diestro y siniestro.

Y algo parecido ocurrió.

Decidí poner «cartas en el asunto» y tratar de buscar una solución.

¿Qué hice para disminuir el mal rollo?

Lo primero que quiero que tengas en cuenta es que, lo que uno ve desde fuera no siempre se ve desde dentro.

Yo era consciente de que muchos gestos y miradas no eran con maldad, sino más bien fruto de una mala gestión emocional y una nula conciencia de la expresión facial.

Yo sabía que la mayoría de jugadoras que reproducían este tipo de gestos, palabras y caras, no eran conscientes de la influencia que tenía en las demás.

Por eso mismo, lo que trate de hacer fue un trabajo en conjunto donde:

  • la que tenía miedo pudiese expresarse y contar que sentía
  • la que lo hacía mal se diera cuenta del efecto que tenía en las otras
  • y la que lo hacía bien tuviese su reconocimiento como buena compañera

Lo que hice fue realizar un sociograma a mi manera.

Cree un cuestionario en Google Forms, y lo rellene de preguntas que sentía necesarias, lo puse en anónimo y se lo envié a las chicas.

En las preguntas para elegir, yo misma escribí el nombre de todas las jugadora y puse un límite de opciones.

Las preguntas que formaron parte de este experimento fueron:

  • Elije dos compañeras con las que SÍ calentarías
  • Elije dos compañeras con las que NO calentarías
  • Elije a la persona que más cómoda te hace sentir en el campo
  • ¿Qué hace esa persona para hacerte sentir bien?
  • Elije a la persona que más incómoda te hace sentir en el campo
  • ¿Qué hace esa persona para hacerte sentir mal?
  • ¿Qué te está gustando del equipo?
  • ¿Qué no te está gustando del equipo?
  • Observaciones

Resultados y conclusión

Sabéis que tras las respuestas el mismo Google Forms te hace unas gráficas con los resultados. Esto ayudó a que fuese super gráfica toda la información recopilada.

Y digo ayudó, porque no es lo mismo que se diga tal jugadora tiene x votos, a que te veas con un porcentaje de 35,3% de gente a la que le haces sentir incómoda.

Como jugadora, verte en esa gráfica es jodido. Y lo digo porque para esta jugadora lo fue.

Y es lo más normal del mundo, porque nadie, nadie quiere ser rechazado y eso, aunque no fuese un rechazo, podría acabar siéndolo.

Presenté estos resultados en una charla con las jugadoras. Fuimos viendo uno a una las respuestas y los datos gráficos que se dieron.

Yo quería que el equipo, fuese sincero y que lo que pensaba cada una se dijera, de una u de otra forma, pero que esto viese la luz para poder trabajar con ello.

Siempre lo digo, si uno no identifica que pasa, jamás podrá resolverlo.

Eso mismo quería que pasara, que las que creaban mal rollo sin darse cuenta pudiesen dejar de hacerlo.

Y aquí cobra valor la pregunta que acompañaba a la elección de quien le hacia sentir incomoda y quien cómoda. No hubiese servido de nada saber la persona sin conocer qué hace esa compañera para hacerme sentir bien o mal.

Esa pregunta da pie a que las jugadoras exponga qué les hace sentirse incómodas y qué les hace sentirse cómodas y en confianza.

Por lo tanto, a parte de reconocer el trabajo bien hecho de las jugadoras que hacían sentir bien a las demás. Informaba a las que lo hacían mal, de cómo tenían que comportarse y qué actitudes tenían que desarrollar.

Aspectos a tener en cuenta

La reunión de los resultados es dura. Bastante.

Yo era consciente de que lo que se iba a ver y a decir en esa reunión iba a doler a gente.

Porque quien ponía mala cara nunca lo hizo con maldad. Yo lo sabía, pero era una respuesta que no podía darse.

Para dejar de hacerla, la persona tenía que ver como ese gesto sutil podía afectar a las demás.

Muchas no se cortaron al hablar, ya que era anónimo, soltaron todo lo que llevaban guardándose varios meses.

El entrenador tiene que tener tacto en la emisión de los resultados y decidir cuales de las respuestas compartirá y cuales no.

Para muchas jugadoras era la primera vez que le decían el «mal» que estaban causando. Esta es la razón, por la que la reunión en conjunto debe ir de la mano de una reunión individual para las más afectadas.

La persona más afectada será la más rehuida del grupo, y con ella tendrás que hablar para hacerle entender el motivo real de esa reunión.

Como os he ido diciendo, yo quería hacer este experimento para que la que creaba mal rollo con sus respuestas, se diera cuenta, porque no era consciente.

En nuestra reunión individual, le hice ver eso mismo. En ningún momento le achaque su malicia, sino todo lo contrario.

Esa niña tiene un corazón enorme, pero no siempre sabemos gestionar lo que nos ocurre. Debemos recordar que a parte de jugadoras son niñas. Tienen vidas fuera que pueden ser o no agradables, que pueden tener o no problemas o tener una mala racha, en general.

El papel del entrenador en este caso es hacer ver a esa jugadora que tiene el poder para convertirse en una que hace sentir cómoda a sus compañeras.

Para ello solo tiene que hacer esas cosas les hace sentir cómodas a sus compañeras, ya expuestas por ellas en el cuestionario.

Para esta jugadora no fue fácil al principio, sentía enfado y mucha rabia, pero en nada fue consciente y trabajó para modificarlo.

Desde ese momento, no le he visto una mala cara a esa jugadora. La he visto animar, apoyar y convertirse en una gran compañera.

Ayer en nuestro partido la observa y decía mentalmente, cuánto me alegro de su evolución.

Es una líder, lo tiene innato. Antes no le sacaba todo el beneficio que podía, ahora creo que empieza hacerlo.

Muchas veces, quién genera ese mal ambiente, tiene mucho poder de influencia sobre las demás. Ahí es donde el entrenador tiene que trabajar. El éxito será hacer que esta influencia mejore al equipo.

Mi único objetivo era hacer consciente a esa niña del control de sus respuestas y de cómo podía con ellas, ayudar a sus compañeras.

Al final de la temporada volveré a repetir este cuestionario, con la ilusión de que la casilla «Elije a la jugadora que te hace sentir incomoda» quede vacía.

En resumen

Lo que yo hice aquí fue un diálogo, virtual y anónimo, pero un diálogo.

Virtual en la comunicación inicial, presencial en la resolución de resultados.

Y es que,los problemas se resuelven hablando.

Conociendo qué opina la otra persona, dónde estoy haciendo daño y cómo resolverlo.

Muchas veces, nos callamos gestos, palabras o miradas feas.

Pasamos mucho tiempo con ese grupo, si desde el inicio las cositas pequeñas nos las callamos, ¿qué pasará cuando estás se vayan acoplado a las demás y juntas generen una montaña de pequeños granitos?

Que el mal rollo será inevitable y no tendrá una causa en sí, sino muchas.

Y el problema de esto, es que uno acaba enfadado por cosas que ya ni recuerda, ni se pueden resolver.

Desde ese momento, trato de que el mínimo problema que haya en el equipo se hable, por tonto que parezca.

Pero si esa «tontería», que para quien la vive no la es, no se resuelve en ese momento, perdurará en el tiempo e irá cogiendo una fuerza que realmente no tendría si se resolviera cuando se dio.

Aquí lo que te mostré fue la forma en la yo usé para resolver un problema con mi equipo.

No sé si podrá tener ese mismo resultado en el tuyo. Pero espero que al menos pueda ayudarte a ir resolviendo pequeños conflictos que aparezcan.

Si quieres replicarlo, puedes hablarme para que te ayude a plantearlo, sino ten en cuenta, lo siguiente:

  • Pide que pongan qué hacen bien o hacen mal
  • Ten reuniones individuales al acabar con las más afectadas
  • Ten paciencia y valida las emociones, va a ser duro para alguna de ellas y para ti esa sesión
  • Las acciones que hacen sentir bien deben estar muy claras, y serán las conductas por las que empezarán aquellas que hacían sentir incomodas
  • Haz que cada jugadora se sienta responsable de sus acciones, evita echar culpas fuera y reproches

Ojalá que el mal rollo de tu equipo acabe desapareciendo 🤞


Tu post de cada lunes, hasta la semana que viene 😏

Mar Durán 🏐 Psicóloga del Deporte


Entrenar y criar a un adolescente

Factores a tener en cuenta y consejos para sobrevivir a ellos

Es mi segundo año trabajando con adolescentes. El año pasado lo hice con una adolescencia media y este año con la iniciación a esta. Es curioso, por que muchas de las niñas que este año tengo, ya las tuve el pasado y su actitud no era misma. Con esto quiero decir, que sé lo que es estar trabajando con este sector de edad en la que todo va en contra del jugador.

Fui una adolescente muy rebelde, aunque no lo parezca. No consumía alcohol, ni era temeraria, pero si muy respondona y muy persistente con aquello que me aparecía por la cabeza. De esos años solo recuerdo lo incomprendida que me sentía, y lo injusta que era la vida y mis padres.

Mi tolerancia a la frustración se basa en esos años en los que mis padres, de forma magistral, me enseñaban que uno no puede tenerlo todo. Esto fue algo que comprendí con el tiempo cuando eché la vista atrás. Durante ese momento, odiaba a mis padres con todas mis fuerzas. Hoy los amo con locura y les agradezco enormemente esa forma de criarme.

Jamás me faltó de nada, pero no tuvimos grandes lujos. Éramos tres hermanos y si salía a la venta una nueva consola, había una en casa para compartir. Quizás de ahí, mi mirar por lo demás y esa generosidad que ellos me enseñaron.

Te cuento esto, porque recordar toda mi adolescencia me ha hecho comprender mucho mejor a mis jugadoras. Pero además, me ha dado el camino por el que creo que debemos tratar a estas edades.

Debemos poner límites, no por nada, sino porque cuando crezcan los tendrán. Y si desde ese momento no saben convivir con un NO, no lo sabrán con la mayoría de edad.

Quiero decir, que si yo consiento a mi hijo/hija a todo lo que quiere, mi hijo no sabrá que es un límite, no sabrá como responder y qué hacer cuando el niño/a que le gusta le rechace, o cuando no entre a la carrera que quiere, o cuando en su primera entrevista le digan que no da el perfil.

Si yo enseño a mi hijo o hija que en esta vida todo se puede tener, mi hijo se frustrará cuando el balón en su primer día de voleibol, no le pase la red.

Y por eso hago este post, porque siento que algunos niños no tuvieron este tipo de límites, normas y reglas en casa y eso hace que sientan que todo lo pueden conseguir, porque en casa es así, pero cuando llegan al entrenamiento y se dan cuenta de que no, la incomprensión de la situación se apodera de ellos. Por eso salen los sentimientos de incompetencia, se echan culpas fuera y se agobian con cosas pequeñas.

Ahí es donde entra el juego, el rol del entrenador que tiene que mostrarle que en esta vida, aunque uno le eche muchas ganas, no siempre consigue lo quiere.

En el post de hoy te voy a contar algunas de las características a tener en cuenta del adolescente, cómo trabajar con el si eres entrenador, si eres padres y cómo no pelearte con la vida si eres un adolescente.

Características del adolescente

  • DESARROLLO COGNITIVO. Aparece el pensamiento crítico, la toma de decisiones y la posibilidad de hipotetizar. Los pensamientos abstractos cobran valor, lo que hace que puedan reflexionar sobre temas espirituales y plantearse preguntas de todo tipo. Al tener un pensamiento más abstracto, el cual puede basarse en cosas que no tienen frente de sí, comienzan a cuestionar esas cosas que hasta ahora hicieron. Pudiwndo dar como resultado cambios de creencias y actitudes para que su personalidad encaje con su nuevo estilo de vida. El pensamiento abstracto les permite pensar en el futuro siendo capaces de entender por primera vez las consecuencias de sus actos, planificar y marcarse objetivos.
  • EGOCENTRISMO. Aparece en ellos un egocentrismo y narcisismo que cambia su visión del mundo. «Nadie me entiende» lo repetirán sin cansarse dando a entender que son diferentes a los demás viéndose como únicos. Y a esto le añadimos la repentina preocupación por su apariencia. Cualquier pequeña imperfección la verán como algo horrible.
  • IMAGINACIÓN Y PLANIFICACIÓN. Surgen pensamientos centrados en el futuro y las posibles posibilidades de este. Se planten metas, objetivos y sueños a alcanzar. Buscan su propia identidad algo que hasta ahora jamás se cuestionaron.
  • CUESTIONAMIENTO DE LA AUTORIDAD. Al ser la primera vez que tiene capacidad para pensar sobre aspectos de la vida, se cuestionan aquello que hasta ahora no lo habían hecho. Si algo de lo que descubren no concuerda con lo que ahora creen, pueden darse conflictos con esa fuente de información. Paralelamente identifican cuales son sus valores, lo que les ayuda a ir encontrando su lugar en el mundo. Hasta ese momento, las decisiones eran tomadas por sus padres, pero ahora ya les toca a ellos y pueden tener opiniones diferentes a como proceder que será la justificación que buscaban para enfadarse con su autoridad más cercana.

Salvavidas para los padres

Lo último que quisiera aquí es decirte como educar a tu hijo. No soy mamá y no me imagino la cantidad de aspectos que hay alrededor de la educación de un hijo. No creo que sea algo sencillo y menos cuando se trata del primero.

Lo que me gustaría aquí es darte algunas ideas que creo que podrán ayudarte a gestionar de mejor forma a tu hijo/a.

Ten paciencia, y trata de escuchar y entender a tu hijo. Como has visto, él mismo ya tiene una liada enorme dentro de sí enorme. Puede pensar sobre cosas que antes carecían de importancia, aparecerá la sexualidad, cuestiones sobre el futuro, querrá descubrir cosas e ir armando su identidad y vida.

Tú debes darle herramientas para que él pueda tener opciones, para que sepa que elegir. Dialoga mucho con él, aunque creas que es imposible.

Detecta que le gusta, en qué invierte el tiempo. Infórmate sobre ello. Comienza a tener conversaciones con él sobre las cosas que a él le gustan. Se sentirá escuchado y muy querido.

Ponle limites. No quieras ser su amigo, eres su padre. En muchas situaciones te va a odiar, aunque sea duro. Tu te estás desviviendo por el y él no siempre lo verá. Pero créeme, lo verá y te lo agradecerá en un fututo.

Es el momento en el que buscan referentes fuera de casa. Pero siempre van a necesitar a sus padres. Crea un refugio cuando hable contigo, necesitará tener confianza en alguien adulto que le oriente. Que ese adulto seas tú, que no tenga que buscarlo fuera.

Para eso tienes que preguntarle, preocúpate por él. Mírale a los ojos mientras habla, no cojas el móvil. Dedícale tiempo de calidad, aunque sientas que él no lo valora. Lo hace, pero no te lo dirá.

Sé contundente y congruente. Debes ser una autoridad para el, si dices x debe ser x, sino toda la autoridad que conseguiste, se perderá.

Te dirán que les deje en paz, pero jamás lo dirán de verdad. Ya no son niños, pero no quieren que te alejes de ellos. Tampoco que vayas detrás, pero si que estés cerca, acompañándoles en los momentos importantes para ellos como un espía. Estar pero sin querer ser visto.

Salvavidas para el entrenador

Lo mismo que tienes un par muy rebeldes, el resto sabes que son amor. No hagas que los rebeldes se queden con toda tu atención, dásela a quien realmente la necesita. El que no te pide ayuda constantemente, ese es al que más tienes que dedicarle tu atención. A los otros es posible, que les sobre. O que les falta calidad en la interacción. Eso tendrás que barajarlo tú según cada situación.

¿De que sirve que seas el entrenador enrollado, si realmente no les va a aportar nada?

De los profesores de los que estoy más agradecida fueron aquellos que me ponían limites, los que me dejaban hacerlo todo, ni les recuerdo.

Pero si me acuerdo de esos que en ese momento odiaba, porque me decían que no a lo que yo quería, pero me estaban enseñando, no privando de algo porque sí.

Como entrenador muchas veces queremos caer bien y que nos quieran los niños. Pero cuidado con esto. Yo prefiero que me odien un poco, pero ayudarles a que tengan recursos para el mundo, a todo lo contrario.

Eso si, no es fácil. Es muy sencillo caer en los chantajes de un adolescente, pero con el tiempo empiezas a calarlos con mayor facilidad.

Tienes que dejar claro límites como entrenador y no permitir que se sobrepasen bajo ningún concepto. Eres su referente y también su autoridad.

No dejes que esa jerarquía se iguale o la dominen ellos.

Y esto no quiere decir que te conviertas en un sargento sin piedad. No, todo lo contrario.

Debes buscar ese punto de equilibrio entre la exigencia y la cercanía, tanto a nivel de juego, como a nivel actitudinal y comportamental.

Reconcíliate con el mundo, adolescente

Si te entienden, pero es que no llevas razón.

Valora a tus padres, no son tus enemigos.

Están dan mucho por ti.

Sino dime, ¿quién te compro ese móvil? ¿y esa ropa nueva? ¿quién te lleva a los partidos? ¿quién te paga el voleibol?

¿Eres consciente de todos los sacrificios que hacen tus padres por ti?

Es posible que no te hagas una idea de lo que tus padres han tenido y tienen que trabajar para que tu no te preocupes.

No te quejes por la comida que te pongan, sino agradécela.

Cuando estés fuera de casa, la echarás de menos, aunque creas que no. Yo odiaba los garbanzos de mi madre, y ahora que vivo fuera de casa, se ha convertido en mi comida favorita.

Sé que sientes que el mundo va en contra tuya, que todos son mejores que tú, más guapos, más listos, que juegan mejor.

Esas ideas las tienes y son pensamientos intrusivos que pocas veces puedes controlar.

Pero no des por echo todo lo que piensas.

Al igual que cuestionas a tus padres y a tu entrenador, hazlo con tus pensamientos y lo que te dicen tus amigos.

Estás buscando tu lugar en el mundo, pero no cualquier lugar vale.

Ten paciencia, ve observando que te hace realmente feliz. Lo sabrás cuando estés en ese lugar y sientas que el tiempo no pasa, cuando no te preocupe nada más que estar ahí.

Al igual, hazlo con tus amigos. Busca esos con los que puedas ser tú, siempre. Decir adiós a amistades no es fácil.

Quizás piensas que alguien de tu alrededor no te conviene demasiado, pero no quieres alejarte porque quieres ser aceptado y no quieres estar solo.

Pero, ¿te es rentable esa amistada?¿qué te está aportando?

Y en el voleibol, ten paciencia.

No quieras que todo te salga a la primera.

Muchas veces te frustraras porque no te salen las cosas, pero ¿porqué tendrían que salirte?

Aun estás recién empezando a jugar. No te sobrevalores, pon los pies en el suelo, haz caso a tu entrenador y trabaja hasta que lo consigas.

Quizás fuera del entrenamiento te es fácil conseguir eso que quieres. Sin embargo, las reglas del deporte son diferentes.

Se necesita tiempo, trabajo, dedicación y habilidades. No por quererlo, lo tendrás.

Todos nuestros actos tiene consecuencias.

Tú ya puedes entender eso, así que tenlo presente. Cada paso que des conllevará una serie de consecuencias, que dependerá de ti y de la realización de ese asunto, que sean beneficiosas o perjudiciales.

En resumen

No soy experta en adolescente ni llevo mucho trabajando con ellos. Pero si he descubierto algunas ideas bastante valiosas.

Son las que he querido plasmarte aquí.

Sea como sea, no olvides que son jóvenes, están pasando por una etapa complicada en la que buscan su lugar en el mundo.

Nuestro trabajo como entrenadores y padres es ayudarle a que lo encuentren y desarrollen recursos para cuando la vida empiece a no sonreírles.

Debemos hacer que sean responsables de sus decisiones y que las hagan bajo algo que les llene de verdad, no bajo lo que a nosotros nos llenaría.


Tu post de cada lunes, hasta la semana que viene😉

Mar Durán | Psicóloga del Deporte 🏐


Referencias

Lifeder. (1 de junio de 2023). Desarrollo cognitivo en la adolescencia. Recuperado de: https://www.lifeder.com/desarrollo-cognitivo-adolescencia/.

La toma de decisiones en el voleibol

Factores que influyen en una toma de decisión eficaz

Voy a empezar esta publicación dando gracias a quién me dio la idea. Gracias Álvaro, no estaría hablando hoy mismo de la toma decisiones sino fuese por tu mensaje.

La idea es desarrollar qué factores influyen en la toma de decisiones. Es decir, qué hay antes de que yo decida atacar línea o hacer un finta; colocar a tres o a cuatro; bloquear a la atacante o salirme a la finta.

Lo haré bajo un resumen del artículo Elementos que influyen en el proceso de toma de decisiones en deportes individuales de alto rendimiento: estudio cualitativo de Alejandro Almonacid-Fierro, Miguel Martínez y Manuel Almonacid-Fierro en el 2020.

Puestos en contexto, vamos al asunto.

¿Qué es la toma de decisiones?

A lo largo del artículo la denominan como proceso complejo e individual, en el cuál la autorregulación tiene mucho poder. Esta permite que la decisión pueda ser la más eficiente entre todas las posibles. Por lo tanto, Araujo (2011) citado por Almonacid-Fierro, A., Martínez y Almonacid-Fierro, M. (2020) dice que la toma de decisiones es una «cuestión compleja e independiente de varias variables que interfieren en la acción final».

Si me lo permites, yo te diría que la toma de decisiones es tener la capacidad de elegir la mejor de las opciones teniendo en cuenta el entorno y las posibles consecuencias de la acción.

Estoy muy de acuerdo, en que es un proceso muy complejo en el que intervienen muchas variables a nivel psicológico. Y cuanto más conscientes seamos sobre esos aspectos más adecuada será nuestra respuesta.

La calidad de nuestra decisión va directamente relacionada con su resultado. Es decir, lo que elija hacer tendrá un gran peso dentro del punto y mi tendencia decisional será clave dentro desarrollo del partido.

Por eso, aunque se trate de una variables individual, su resultado, en un deporte colectivo, acomete a cada componente del grupo. De ahí su relevancia y el interés por domar este proceso.

¿Qué ocurre antes de tomar una decisión?

Me parece muy interesante, antes de entrar de lleno en qué es lo que influye en la toma de decisiones, conocer el proceso a seguir que realiza nuestro cerebro para decidir.

En el artículo nos muestran dos perspectivas diferentes. Una está más relacionada con el área cognitiva (pensamientos) y el procesamiento de la información y otra más ecológica teniendo en cuenta el entorno.

Según el trascurso del juego y la velocidad de este, una perspectiva me será más útil en algunos casos y la otra en otros. Con esto quiero decir que no son excluyentes, sino que según el momento, una vía será más adecuada que la otra.

  • La perspectiva cognitiva, bajo el modelo de procesamiento de la información nos explica la decisión de la siguiente forma. Al percibir los estímulos trabajamos con ellos como si fuesen símbolos que se codifican y almacenan para ser usados luego. En este proceso se realizan microanálisis teniendo en cuenta lo que proviene del entorno, para ello usamos la memoria de trabajo y estructura de conocimiento. En este procesamiento de la información surgen los pensamientos e ideas acerca de lo que ocurre. Esto genera una serie de emociones que influirán en el acto decisional. Finaliza este proceso con la evaluación de las posibles consecuencias de la acción para verificar si fue adecuada o no.
  • La perspectiva ecológica, asigna mucho valor al ambiente y la interacción con él. En este caso el procesamiento es mucho más corto y se necesitan menos variables. Tras la percepción del estímulo la respuesta se emite teniendo en cuenta la propia información que procede del entorno, sin tener que procesarlo mentalmente. Es decir, yo decido mi respuesta ante lo que veo, sin necesidad de producir un pensamiento y un análisis sobre lo que hay y podría hacer. Esto hace que se pueda responder de forma muy rápida, inmediata y con mucha precisión y eficacia porque se adapta al juego en ese mismo momento.

Ya tenemos claras las dos vías por las que puedo tomar una decisión. Ahora, profundicemos en esos aspectos que condicionan mis respuesta.

¿Qué influye en mi toma de decisiones?

Los resultados de las entrevistas a los deportistas de alto rendimiento dieron como resultado los siguientes factores: la autoconfianza, autoeficiencia, motivación, emociones y concentración fueron los aspectos que más influencia tenían a la hora de tomar una decisión.

  • Autoconfianza: es el grado de seguridad que siente un jugador en el momento de tomar una decisión. Esta seguridad la conforma la experiencia del jugador, su percepción sobre sus capacidades y la calidad del entrenamiento de esa semana. También influye los conocimientos que tenga sobre el voleibol y los factores externos como puede ser el clima o la grada.
  • Autoeficiencia: es la percepción que tiene el jugador de sus capacidades para realizar una acción y que esta acabe dando el resultado esperado. Aquí podemos dividir la autoeficacia de la ejecución, es decir, querer hacer los movimientos bien hechos; o la autoeficacia de resultado, enfocada a tener un determinado logro tras la acción.
  • Motivación: lo que impulsará al jugador a mantener sus acciones hasta cumplir con el objetivo final. El interés por el voleibol, su superación personal y la ansia por conseguir logros personales hará definir el nivel de motivación del jugador.
  • Emociones: es la interpretación que hará el jugador de una acción en base a sus creencias que darán como resultado una emoción u otra. Las más comunes en el juego son la alegría, frustración, miedo, pena y rabia.
  • Concentración: es la capacidad de dirigir la atención solo a un objeto y evadirse de los demás estímulos irrelevantes que tiene alrededor. Es fundamental tener el foco de atención correcto y bien enfocado solo a lo que es necesario para tomar la decisión.

Almonacid-Fierro, A., Martínez y Almonacid-Fierro, M. (2020) afirman que todos los factores mencionados arriba están afectados por el estado emocional del deportista. Es decir, la concentración, la motivación, autoconfianza y autoeficiencia desarrollaran unas respuestas u otras dependiendo del estado de animo del jugador.

Conclusiones

Los investigadores concluyeron con algunas ideas que me parece muy interesantes recuperar.

Hemos visto que pueden darse dos mecanismo para llegar a tomar una decisión. Se cree que es posible que el jugador tenga «mayor facilidad para decidir en situaciones donde el componente racional es mayor, pero tendrían dificultades cuando el tiempo disponible para decidir es muy reducido» (Almonacid-Fierro, A., Martínez y Almonacid-Fierro, M., 2020).

Esto quiere decir que si yo tengo poco tiempo para decidir y lo hago por la vía del pensamiento, voy a tomar una decisión tarde. Hay momentos en el juego, en el que la acción debe ser rápida, si yo me quedo analizando y pensando qué hacer, es muy posible que el otro equipo ya me haya hecho punto.

Dentro de esto, se ha visto que los jugadores veteranos, aquellos con más horas de juego son capaces de adaptarse mejor al entorno, no pensando y actuando. Son capaces de tomar decisiones muy rápidas y efectivas porque su experiencia en el juego ya le dice qué ocurrirá y conocen las respuestas más acertadas.

En cambio, jugadoras novatas, como son las mías no tienen esta rapidez en el juego. Quiero decir que, ante una situación nueva mis jugadoras serán lentas porque tienen que ir procesando todo eso que está ocurriendo, porque es la primera vez que lo ven.

Esto se pudo comprobar bajo la mirada. Los jugadores expertos tenían una tranquilidad visual que les permitía anticipar lo que pasaría y ajustarse de forma muy rápida a lo que se va dando. Por el otro lado, los jugadores principiantes buscaban los estímulos según en el orden en el que creían que se darían.

Y como ya sabrás el voleibol aunque tratemos de volverlo predecible, es un deporte muy abierto en el que tienes que estar atendiendo al juego y a su presente desarrollo, no a lo que crees que podrá darse. Estar atento a las manos del colocador va a ser que puedas detectar su finta con mayor rapidez que si ya te encuentras en el camino hacia el bloqueo de cuatro.

Por último, los autores enfatizan la importancia de los aspectos motivaciones, ya que son aquellos que permiten un equilibrio y la toma de decisión eficaz (Almonacid-Fierro, A., Martínez y Almonacid-Fierro, M., 2020).

Mejorar la toma de decisiones

Llegados a este punto, me parece interesante darte algunas ideas para que puedas mejorar tu toma decisiones seas un experto o novato.

  • Tu autoconfianza va en relación a tu experiencia, así que trata de armarte con el mayor numero de puntos, partidos y categorías diferentes para acelerar esa experiencia propia. Sino puedes realizar esto, trata de ver mucho voley. Observa diferentes jugadas, de diferentes categorías, géneros y países. Toda esa información irá conformando un mayor conocimiento en ti que hará que pocas acciones te encuentren sin una reacción rápida y efectiva.
  • Mantén tu foco atencional en el juego y en los estímulos que realmente te darán información. Evádete de todo estímulo irrelevante en esa acción y ve modificando tu foco atencional dependiendo de la acción que se esté desarrollando (tienes una publicación que habla sobre los diferentes focos atencionales). El voleibol es rápido y no vale con reaccionar de forma efectiva, sino que tendrás que anticiparte al juego para ganarle el punto al otro. Para ello, tu atención debe estar en el juego y negarle la atención a análisis y pensamientos durante el trascurso del punto.
  • Aléjate del miedo, éste bloquea tu decisión haciendo que tengas dudas sobre ti y te genera inseguridad en tus movimientos. Lo que hará que toques la red, hagas dobles, mandes un free a la red, o cometas algún otro error no forzado.

Focaliza tu atención en el juego para actuar rápido y llénate de experiencias para actuar lo más efectivamente posible sea la acción que sea.

Ahora ya no tienes excusa para pasarte todo el fin de semana viendo partidos de voleibol. Espero que este post te haya sido muy útil. A lo largo de la semana haré un directo de esto mismo, profundizando algo más en algún tema y mostrando con esquemas como funciona nuestro procesamiento.

Sino sabes a que refiero con el directo es que aun no me sigues en Instagram: @mardurannn, hazlo tu perspectiva del voleibol cambiará y aumentará tu rendimiento cuando veas todo el contenido que tengo para ti.


Tu post de cada lunes, hasta la semana que viene 😉

Mar Durán 🚀 La Catalizadora Deportiva


Referencias

Almonacid-Fierro, A., Martínez, M y Almonacid-Fierro, M. (2020) Elementos que influyen en el proceso de toma de decisiones en deportes individuales de alto rendimiento: un estudio cualitativo. Federación Española de Asociaciones de Docentres de Educación Física (READEF), (38).

La despersonalización del entrenador

La segunda vez que me desbordo en la temporada

Hoy quiero hablaros de mi experiencia personal y de como estoy viviendo todo lo que me está pasando.

En el titulo hago referencia a una alteración psicológica que pueda sufrir cualquier persona en cualquier situación. La despersonalización es cuando uno se percibe así mismo y a su propio cuerpo de forma diferente. No es que opine de distinta manera a los demás sobre si mismo, no. Si no que hay una alteración en las sensaciones de la persona que hacen que se sientan perdida, se notará diferente, como si estuviese en un sueño. En resumidas cuentas en cuando es cuando uno se siente desconectado de sí mismo y de su entorno.

Determinar o no este diagnostico debe ir de la mano de un psicólogo sanitario. No seré yo quien te diga que es posible que te esté pasando esto. Todo lo contrario. Solo quiero mostrarte una consecuencia que puede traer consigo el exceso de estrés, ansiedad e incluso la falta de sueño a tu día a día.

Os prometí arriba que os iba a hablar de mi experiencia personal. Normalmente me es fácil hacerlo, contaos qué hago y qué resultados tiene.

Pero esta vez es diferente. Le di muchas vueltas a este articulo y a su construcción. El único fin que tengo esta vez es poder mostrarte una historia que quizás hayas vivido o vivirás. Leer como otro lo pasó y resolvió ayuda enormemente en la gestión propia de ese u otros conflictos similares.

Lo que me hizo desbordarme no fue el voleibol. No ha sido mi trabajo, ni la gente que forma parte de él.

Esto es muy importante. Estate atento 👀

Todas estas cosas influyen, no voy a decir que no. No es lo mismo trabajar en un grupo donde las jugadoras están implicadas de verdad, tienen compromiso y van a entrenar con ganas, que un equipo en el que siempre falta gente y la implicación es nula.

No obstante, lo que está fuera de nosotros, no depende de nosotros. Son situaciones que están fuera de mi y de mi margen de control, pero yo si puedo influir en la respuesta. Aunque el resultado final no dependerá de mi.

Me explico, yo siendo entrenadora, soy responsable de mis acciones y de como respondo a cada cosa que hago. No será mi responsabilidad la forma en la que actúa un jugador en un momento determinado fuera del entorno deportivo. Pero si es responsabilidad mía la forma en la que yo educo, moldeo y dirijo el comportamiento de ese jugador.

Mi poder de control está en mis acciones y en ellas es donde yo tengo que actuar. Tratar de educar al jugador bajo mis propias acciones y ser el modelo adecuado de lo que yo quiero que sea.

Te explico esto porque, tendemos constante a atribuir las cosas malas que nos ocurren al exterior y las buenas al interior (no siempre, pero si a menudo). No has perdido porque los jugadores estaban con miedo en el final de set. Ni tampoco ganaste por que tus cambios y tu dirección del partido fueron adecuadas.

Dentro de esto, existen miles de causas y simplificarlo a una sola es quitarle valor y responsabilidad a todo lo demás.

Te estoy «soltando esta chapa» porque creo que es muy importante entender que como entrenadores, tenemos mucha más responsabilidad de la que pensamos. Realmente cada paso que damos influye directamente en como el jugador entenderá el juego y se comportará en él.

Y este poder, requiere una gran responsabilidad como dijo algún personaje de ficción, que no recuerdo.

La responsabilidad interna y externa

Y aquí es donde entra lo que antes quise explicarte. Somos responsables de lo que nuestros jugadores hagan, pero hasta un cierto punto. Siempre que estén en un entorno deportivo, si caerá bajo nuestra responsabilidad sus acciones. No por nada, sino porque lo enseñado en ese ámbito debe ir a cuenta nuestra.

¿Y que tiene que ver esto con un entrenador acabe desbordado?

Pues todo, porque ese desbordamiento, parte de esa responsabilidad.

Todo en esta vida parte de un enfoque. Según a donde mires y como lo mire, tendrás unos resultados u otros. Porque estarás dedicando tu energía a una tarea o a la otra.

Esta responsabilidad suele cargarnos de objetivos a largo plazo. De cosas que conseguir y de ansia por ser el mejor.

Pero, ¿todo vale?

En este punto es donde entra mi experiencia personal. No ha sido tanto en relación con el entrenamiento, pero si en relación con el voleibol.

Entre en un bucle en el que buscando hacerlo bien y tratar de conseguir cosas en la tabla final me olvide del proceso.

Me olvide de darle calidad y sentido a lo que día a día se iba haciendo.

Le quité valor a la sesión y se la di al conjunto.

¿Qué valor tendrá el conjunto si individualmente no hay calidad?

Pues ninguna. Y algo así creo que me pasó.

Llegué a un momento en el que no encontrar resultados me frustraba, al igual que a mis jugadoras cuando el balón se le quedaba en la red.

Me sorprendí al darme cuenta de que me comportaba como ellas en mis pensamientos. El no conseguir lo que yo esperaba me hacia sentir que no valía y que ese no era mi sitio.

Estaba teniendo un enfoque en el ego, me estaba centrando en un resultado irreal sujeto a sensaciones subjetivas sin una validez objetiva.

Sin darme cuenta la sesión perdía calidad, porque yo perdía la ilusión en el objetivo.

Quiero dejar claro que nunca se me marco ningún objetivo de resultado. Me lo autoimpuse yo.

Yo quería que mis jugadoras acabaran jugando de una forma determinada y mientras me centraba en el resultado no podía atender al proceso.

Ahí esta en el problema, en ese mismo punto.

Cuando nos olvidamos de la importancia del día a día, de trabajar y disfrutar del proceso. Nos obligamos a frustrarnos con un resultado, el cual podría alegarnos si tuviésemos el enfoque adecuado.

Llegados a este punto, te preguntarás:

¿Mar y cómo hago para centrarme en el proceso y obviar el resultado?

Ojalá pudiese darte una respuesta que fuese a solucionar tu problema. Pero no la tengo.

Si voy a contarte que hice yo, ya que a mi me funcionó, y quizá a ti también.

No te digo que yo estuviese en un periodo de despersonalización, ni que tu lo estés. Pero si me permite hacer un símil con ello (y además me hizo sentirme entendida saber que algunas de esas sensaciones mías podían darse y no estaba delirando).

Nos perdemos constantemente en el día a día, nos enfrascamos en la rutina, activamos el piloto automático y comenzamos a hacer cosas por que sí.

🛑Párate y pregúntate qué cosas de las que has hecho hoy, tenían un sentido real en tu vida y en tu propósito y cuales de ellas las hiciste por inercia y rutina.

Metidos en esa carrera de la rata, como suele decirse, es imposible tomar conciencia sobre nuestro estado, responsabilidad y mucho menos el cómo solucionar lo que se tiene entre manos.

He tenido y tengo la maravillosa suerte de ser de campo. De un pueblo precioso de Granada llamado Montefrío.

Mis padres tienen una casa en el campo y es ahí donde me conecto conmigo siempre que me pierdo.

Ese lugar es mi refugio. Siempre lo ha sido y lo será.

Y pensarás, claro Mar pero yo no tengo un campo donde irme a desconectar.

Y no lo necesitas, lo que yo hago allí es salir de mi día a día, leer y pensar. Dejar el móvil fuera, estar con la familia y pasear por la naturaleza.

Estas pequeñas cosas son las que nos hacen estar en paz, las que nos permiten parar y pensar porqué hacemos lo que hacemos.

Cuando nuestro trabajo nos desborda es porque el enfoque no era el adecuado. Estamos dedicando energía a cosas que no tienen importancia y se la estamos quitando a lo que sí.

Búscate un lugar, no tiene que estar lejos. Pero si estar fuera de lo que es tu día a día.

Ve allí cada vez que sientas que estás perdido y hazte las siguientes preguntas:

  • ¿Qué estás haciendo?
  • ¿Por qué lo estás haciendo?¿Dinero, vocación, validez externa?
  • ¿Estás centrándote en proceso o solo el resultado final?
  • ¿Piensas más en el futuro o en el día a día?
  • ¿Qué fue lo que en un inicio te hizo empezar en este trabajo?

Imagínate que eres ese muchacho que con ilusión empezó el primer día. Añádele toda tu experiencia y sabiduría.

Remóntate a cómo lo hacías cuando empezaste, cómo solucionabas y veías los problemas.

Plantéate el problema desde ese lugar. Verás como comienza a ser más pequeño cada vez que tu yo del inicio toma poder en esa conversación.

En resumen

Nos desbordamos cuando nos olvidamos del sentido que tiene lo que hacemos, cuando miramos a los meses siguientes y nos olvidamos de esta tarde.

Claro que da miedo no saber que pasará en unos meses.

Pero ¿qué puedes hacer hoy para que en 3 meses todo sea mejor?

Estar hoy trabajando con amor e ilusión por mejorar un aspecto pequeñito que ayudará que en unos meses el esfuerzo se vea reflejado.

Si te quedas preocupado en que pasará en unos meses, y no trabajarás en cómo mejorarlo desde hoy, llegaran esos tres meses y tu avance será nulo. Tu preocupación fue tan grande que te impidió lo único que podías hacer, trabajar en el proceso hoy mismo.

➡️Si te preocupa el futuro, trabaja en el presente, es la única forma de controlar tu fututo.


Tu post de cada lunes, hasta la semana que viene😉

Mar Durán 🚀 La Catalizadora Deportiva


El KIT Anti-Frustración

Antes de hablar de la frustración en sí, quiero hablaros de lo que creo que es su opuesto: La MOTIVACIÓN.

Teniendo esta en condiciones optimas, conseguiremos que la frustración ni aparezca. De eso mismo va el artículo de hoy.


¿Qué es realmente la motivación?

La motivación viene del latin movere, que significa mover. Es decir, hace referencia a qué es aquello que hace que las personas se muevan.

Sin embargo, reducir la complejidad de la motivación a solo «lo que nos hace movernos» me parece demasiado atrevido.

Los motivos solo representan una pequeña parte de lo que es en realidad el concepto de motivación.

Aquí está lo interesante de la cuestión es que la motivación explica el porqué de una conducta, por lo que, para saber porqué alguien realiza o no algo, tenemos que tener en cuenta aspectos contextuales e individuales que incluyen autopercepciones (cómo creo que soy, cuál es mi eficacia).

¿Qué quiere decir esto?

Que cuando vayamos a hablar de si un jugador está o no motivado no podemos argumentarlo tan solo observando su conducta. Para entenderlo tenemos que aventurarnos en conocer cual es su contexto y cual es el mapa a través del cual entiendo el mundo.

Pero antes de esto, quiero indagar sobre el éxito. Más en concreto sobre cómo afecta el significado del éxito en cada jugador y en su relación con el fracaso y la frustración.

Lo descubriremos a través de la Teoría de Meta de Logro de Merhr Y Nicholls (1980) citado por Castillo y Álvarez (2023)

El significado de éxito | La teoría de la Meta de Logro

El éxito en una situación depende de la capacidad/habilidad que tenga el jugador. A su vez, esta capacidad está relacionada con la dificultad, la suerte y el esfuerzo. Dependerá de estás tres últimas la calidad de la primera.

Si mi jugador es una persona habilidosa, su esfuerzo será menor. Si no es tanto, el esfuerzo y la dificultad se duplicarán teniéndolo más complicado que el otro.

¿Quién crees que tiene más opciones de frustrarse en una ronda de ataque, el habilidoso o el que no es habilidoso?¿Cómo afecta eso al jugador?

Pues va a depender del enfoque que hace el jugador hacia esa tarea. Puede ver su habilidad desde la comparación con los demás (implicación al ego) o desde la autorreferencia y la mejora personal (implicación a la tarea).

Y ahora estarás pensando, Mar, ¿qué me estás contando?

Déjame que me explique mejor.

La forma en la que cada uno de nosotros entiende el éxito y el fracaso tiene que ver con la relación que se tiene ante el resultado final de la acción (ganar o perder).

Dicho de otra forma, cuanto me fastidia el perder tendrá que ver con la idea de negativa que me ha ido enseñando la vida de que perder es ser un fracasado.

O por el contrario, si mi relación con el fracaso está enfocada en que al perder aprendo, cada derrota será un aprendizaje aunque de primeras no me guste perder. Es decir, perder no me hará sentirme un fracasado. Sino que me motivará a seguir buscando la forma que me dé mejores resultados en le juego.


Vamos a ir desarrollando esta idea, y para ello te necesito atento. En especial a PADRES y ENTRENADORES de edades adolescentes.

Cuando se es adolescente, la sensación de ser incompetente en un entorno se vivencia como que algo a nivel personal no va bien. Mejor dicho, que si yo cometo un error, yo empiezo a creer que el problema ha sido mío y que «no sirvo» para eso.

Por esto, los sentimientos de incompetencia que se desarrollan en estas edades cuando el voleibol aun no se domina, tienen efectos negativos sobre la autoestima, el aprendizaje y la ejecución.

La sensación de no alcanzar el objetivo o necesitar mucho esfuerzo desarrolla sentimientos de incompetencia. Y uno se siente incompetente cuando no es capaz de hacer algo que otros si pueden hacer, o tiene que esforzarse más para el mismo resultado.

Me sentiré incapaz e inútil cuando trate de rematar el balón que me colocó mi colocadora y me sentiré así porque veré como a mis compañeras le es fácil hacerlo.

Si a ninguna de mis compañeras le saliera rematar esa bola, no me sentiría incompetente.

Y aquí viene parte del Kit Anti-Frustración.

Si al construir nuestro concepto de capacidad, tenemos dudas sobre nuestra propia capacidad confiaremos menos en el poder del esfuerzo para aumentar nuestra realización en comparación con otros. Este sentimiento nos llevará a quitarle valor a las actividades que podrían demostrarnos nuestra incompetencia y evitar su realización

Si siento que no soy capaz de rematar, empezaré a odiar y evitar atacar cada vez que toque en el entrenamiento. Y además sentiré que da igual lo que me esfuerce porque no servirá de nada.

En este punto, creo que me entiendes bastante. Estoy segura de esto te resulta familiar y que has tenido que presenciar como a una jugadora ya no le salía x acción y por ende, empezó a querer dejar de hacerla.

¿Implicación a la TAREA o al EGO?

A lo largo del post hemos hablado de la importancia que tiene el como veo y enfoco la tarea que mi entrenador prepara para mi. Aquí voy a contarte que dos enfoques principales pueden darse y como afectan a la relación éxito-fracaso con el jugador.

Una de ellas tiene especial relación con los sentimientos de frustración, ¿me adivinas cuál?

  • Implicación a la tarea: el objetivo de la conducta es dominar la tarea y aumentar los sentimientos de competencia. El interés esta en el deseo de conseguir una mejorara personal a través del esfuerzo. Son las tareas desafiantes que requieren un gran esfuerzo.
  • Implicación al ego: se caracteriza por intentar demostrar la competencia comparándose con otros. El interés esta en la realización de la tareas en las que poca gente haya conseguido éxito para poder así hacer referencias de una capacidad

La implicación dará lugar a una orientación determinada de la actividad, por lo que, las dos orientaciones quedarían tal que así:

  • Orientación a la tarea: se juzga el nivel de capacidad según la autorreferencia. Unido a la idea de hacer la tarea lo mejor que uno pueda. Se cree que cuanto más esfuerzo, mayor será la mejora. Los fracasos no se entenderán en términos de sentimientos personales de falta de competencia, sino como una falta de dominio y aprendizaje. Esta orientación favorece la perseverancia en una actividad. El jugador elegirá retos moderados que le harán desarrollar compromiso e implicación a largo plazo. Este estado de implicación a la tarea es la basa para una motivación optima y conductas adaptativas.
  • Orientación al ego: se preocupa por validar su capacidad y se percibe como competente si demuestra que es superior en comparación a otros. Se esfuerza por evitar demostrar una falta de capacidad al compararse con los demás. Si percibe dudas sobre su nivel de competencia presentara un patrón de conducta de logro muy bajo, reduciendo su esfuerzo, dejando de realizar intentos o manifestando menos interés. Tener esta orientación es la base de posibles complicaciones y dificultades futuras en relación con el logro.

¿Qué implicación usas tú en tus entrenamientos?¿Estás ayudando a que el jugador se compare con otros?¿o le alientas a que busque su mejora personal?

¿Hacia donde estás enfocando tu visión del mundo?¿Buscas ser el mejor?¿O buscas cada día aumentar tu aprendizaje y valía profesional?

Entonces, ¿cuál crees que te hará frustrarte?

Ambas se interesan por ganar (ego y tarea), lo que las diferencia es la importancia del resultado de la competición y el efecto psicológico devastador asociado con perder.

El KIT Anti-Frustración

Por lo tanto, a modo de resumen en Kit Anti-frustración se basará en lo siguiente.

  • Genera actividades que estén enfocadas en ser mejor cada día, donde la referencia sea mi yo de ayer. “Ayer metí dos saques directos, hoy haré tres”
  • Evita comparaciones y ejercicios que lleven a validar la propia habilidad en comparación a otros. “Soy buen jugador porque metí más saques que Juan”
  • Ajusta el reto y la habilidad. Quizás el enfoque está en la tarea, pero ese desafío es mucho mayor a lo que el jugador puede responder. “El saque en potencia aun no me sale porque no domino el remate todavía”
  • Haz que prevalece el esfuerzo y que se busque avanzar poniendo foco en mejorar aspectos técnicos y tácticos. “Bateé la bola porque no cogí el balón delante”
  • Alude a expectativas de fracaso, donde el error se ve como una falta de dominio de la tarea, no como un ataque personal a la propia habilidad. “Aun me falta dominar esta acción por eso me suelo equivocar”
  • Permanece atento, y si un jugador no quiere realizar una actividad, es que su ego y capacidad están en peligro. Cambia el enfoque, para que se aventure a intentarlo. “Siento que no quiero hacer este ejercicio porque a otros les sale, trataré de centrarme en como hacerlo bien”

La forma en la que te enfrentas a la actividad denotará tus sentimientos frente al resultado de esta. Céntrate en la tarea y en hacerlo cada día un poquito mejor.


Tu post de cada lunes, hasta la semana que viene😉

Mar Duran 🚀La Catalizadora Deportiva


Referencias

Castillo, I. & Álvarez, O. (2023). PSICOLOGIA SOCIAL de la actividad física, el deporte y el ejercicio. McGraw Hill.

¿Qué te hace jugar al voleibol?

La historia de Zeus Paris – Jugador del Primera Nacional UGR

«Mi abuela» fue la respuesta que hizo que quisiera hacer este post.

Conozco a Zeus desde hace unos dos años. Tuve la suerte de conocerle en un torneo de voley playa en mi pueblo. Lo vi jugar y lo siento, pero F L I P É. En ese entonces era juvenil.

Juvenil de primer año y acababa de ser el mejor juvenil de toda Granada.

A la temporada siguiente, compartimos club y pabellón. Eso quiere decir, que pasaba mucho tiempo con él. Cuando yo terminaba de entrenar a mis jugadoras, el ya estaba por allí preparado para su entrenamiento.

En algunos de estos ratitos yo me acercaba y hablaba con él. ¿Sobre qué? Sobre la vida, sin más.

Pero en una de estas, no recuerdo bien el porqué, quizás le pregunté que desde cuando jugaba, o vete tú a saber, porque siempre pregunto muchas cosas y a mucha gente.

La cosa es que, sin yo pretenderlo, el me contó su historia. Una historia, que honestamente me emocionó. Y la piel se me puso de gallina.

Me la sigue poniendo al recordarla, lo confieso.

En esa historia él me contaba cuál fue el motivo que le hizo empezar a jugar y mantenerse jugando.

Es curioso, porque veo que la mayoría de jugadores, siempre se frustran mientras están en el juego y muchas veces, su atención deja de estar en el balón y se va a otra parte.

En Zeus nunca vi eso, siempre lo vi muy enfocado, siempre lo vi jugando muy bien, sin apenas errores. Jamás lo vi cabrearse consigo mismo en exceso ni con malas caras.

Y cuando hablé con él y me conto su porqué lo comprendí.

La historia de Zeus Paris

«Cuando era pequeño estaba apuntado a multideporte» me empezó a relatar. «Mi abuela era la que me llevaba a esas clases. La mayoría de veces se quedaba allí viéndome mientras jugaba» continúo diciéndome Zeus.

Su abuela se quedaba viéndole porque le encantaba el deporte y allí podía disfrutar un ratito de su nieto viéndolo jugar.

Su relación con su abuela era maravillosa, «es la mujer que más amo» me confesó.

Hablaban de muchas cosas en esos ratitos que pasaban juntos.

En un día de esos, su abuela le contó sobre su deporte favorito.

«El voleibol es un deporte que me encanta, pero nunca pude realizarlo» le contaba su abuela de camino a casa.

Cuando creció un poco más, Zeus comenzó a jugar a balonmano.

Pero lo dejó al enterarse de lo que había pasado.

Como te he contado, Zeus y su abuela tenían una relación maravillosa de cariño donde compartían el amor por el deporte.

Hace unos 7 años, ella murió…

Y como estaréis pensando, ese evento destrozó a Zeus. Él, en ese entonces, era pequeño y saber que ya no vería a su abuela más, le dolió mucho.

«Cuando falleció, me dolió como al que más. Y me costó mucho pasar ese dolor. Pero cuando lo pasé, tomé una decisión» me decía mientras notaba como empezaba a emocionarse.

«En cuanto pasé el dolor, me apunté a voleibol» me explicaba mientras hacía una pausa y me miraba con una sonrisa triste.

A esto me añadió: «me apunté por ella, era el deporte que siempre le gustó, y aunque yo estuviese en balonmano, quise probar en el voleibol, por ella. Sabía que le iba a gustar que me apuntara, y por eso lo hice».

En ese momento, se puso a buscar equipos de voleibol en su pueblo. Había uno, así que no lo dudó y empezó.

Desde ese entonces «he seguido creciendo y dedicándole todo lo que gano a ella y ella me da fuerzas para levantarme todo los días y decir vamos a entrenar para ser el mejor» me admitió, Zeus.

En ese punto, yo ya estaba con la piel de gallina. Me contó esto en un pabellón con ruido. Pero la historia me conmovió tanto, que solo le escuchaba a él.

Su historia me hizo comprender mucho de lo que veía de él, en el juego.

Encontrarle un sentido al voleibol

Cuando leí el libro de Viktor Frankl «El hombre en busca del sentido», descubrí lo importante que era otorgarle un porqué a eso que hacíamos.

Sino has leído ese libro, te lo resumo rápidamente. Viktor era un psiquiatra judío que sobrevivió a las concentraciones nazis de la Segunda Guerra Mundial. En su libro confiesa como a él y al resto que sobrevivieron les mantuvieron vivos algo que iba más allá de ellos. Todos tenían una razón, un motivo por el que salir de allí con vida.

Muchos de ellos, tenían que volver a casa a cuidar de esos hijos, algunos otros, prometieron a los que ya no estaban, que saldrían vivos.

Supongo que te habrá pasado, que cuando hay algo interno que te mueve a empezar cualquier cosa, no un simple «por que me gusta», esa relación con la tarea cobra un sentido y un bienestar que va más allá.

Nietzsche decía «quien tiene un porque puede soportar cualquier cómo». Y eso vi siempre en Zeus.

Su voluntad de sentido, como la llama su autor Viktor, es la primera fuerza motivadora del hombre, la lucha por encontrar un sentido a su vida.

Y en este caso, el voleibol. Si esa voluntad de sentido está cubierta, lo demás es «coser y cantar».

Siempre sentí que si uno tiene algo que va más allá de él ese recorrido se hace mucho más liviano. Es como si ese recorrido no se pasase solo, como si cuando algo va mal, hay una fuerza superior que siempre te hace seguir.

Zeus me confesó «por eso a lo mejor una derrota me sienta peor que a cualquiera, por que no me decepciono a mi mismo, sino que siento que a ella también». Concluyó diciéndome: «en resumen que lo hago todo y lo doy todo por ella, por que la amo mucho»🥹

«¿Qué es en realidad el hombre? El ser que siempre decide lo que es» Se preguntaba y respondía Frankl en su libro.

Y para mí, esa es la verdadera motivación intrínseca. El descubrir que te nace de verdad, de dentro. Ser consciente de que te llena y el porqué te llena hacer eso. Decidir lo que quieres ser.

Si tú eres el que toma esa decisión, lo que ocurra hasta llegar al final, será lo de menos, por que tendrás un porqué que te ayudará a seguir.


Por eso Zeus es tan bueno

Supongo que ahora entenderás el porqué tenía que contar esta historia. Este mes, quería dedicar las publicaciones a la motivación, ¿y qué mayor motivación que esta?

Zeus me decía, el porqué según a él la derrota le pesa más que a otro. Pero yo quiero confesarte lo que se ve desde fuera.

Quizás la derrota le pese internamente. Pero jamás le verás frustrado en el juego. Es un jugador que cuando falla lo que quiere es otra bola, no tiene saciedad.

Siempre quiere más, y si va mal, sigue.

Cuando descubrí su historia, le entendí.

En esos momentos cuando uno tiende a bloquearse por fallar, necesita que alguien pueda sacarle de ahí, o al menos que lo haga un motivo externo a él.

Y él lo tiene, siempre lo tiene. Su abuela es su motivo. Por su abuela sigue jugando y al fallar pide otra bola. Su abuela le hace estar concentrado en el partido y no salir de ahí.

Él va cada día a entrenar por ella, para mejorar y seguir creciendo. El seguir a pesar de los baches, es lo que le hace poder progresar y aumentar su calidad y rendimiento deportivo cada día.

Si tienes la suerte de ir a verle en algún partido suyo, verás como siempre la tiene presente. Se santigua y mira al cielo.

Su abuela es su porqué, es lo que e da sentido a su recorrido y al querer mejorar cada día.

¿Cuál es el tuyo?🤔


En resumen

Quería con este post dos cosas:

  • Una que la gente pudiese conocer la historia tan bonita de Zeus y su abuela.
  • Y dos, que pudieses ver desde una historia real lo importante que es darle sentido a lo que hacemos.

Si lo que haces te pesa demasiado y te cuesta avanzar, búscale un porqué, dale sentido a eso que haces, y verás, como por arte de magia, el continuar se vuelve algo que te sale de dentro.

Gracias Zeus por dejarme contar tu historia, gracias por contármela.

Gracias por tenerme tanto cariño y gracias por cumplir el sueño de tu abuela. Como ya te dije, tiene que estar muy orgullosa de la persona tan bonita que eres y del jugador tan extraordinario que vas a llegar a ser.

Y tú, por favor, que me estás leyendo, sino tienes un para qué, búscalo.

Te ayudo a encontrarlo, sino sabes cómo. Envíame un mensaje y empezamos.


Tu post de cada lunes, hasta la semana que viene😉

Mar Durán 🚀La Catalizadora Deportiva


Referencias

Frankl, V. E. (1985). El Hombre en Busca de Sentido (6a. ed.). Barcelona. Herder