Miedo a fallar en el final de set

¿Qué hacer para dejar de tener miedo?

¿Qué es el miedo?

El miedo es una emoción primaria, que según Paul Ekman, se expresa de igual forma sea cual sea el lugar del mundo.

Para Bellido (2022) psicólogo y coach sevillano, el miedo es la emoción encargada de salvarnos la vida, ya que nos informa de las posibles amenazas que existen a nuestro alrededor. Cuando aparece el miedo, trae consigo una función adaptativa (al igual que cualquier otra emoción). En este caso, el miedo siempre tratara de protegernos, por eso en ocasiones, cuando sentimos miedo, nos quedarnos quietos por temor a lo que pueda ocurrir.


¿Qué es el miedo a fallar?

En concreto, el miedo a cometer un error no es un miedo normal, sino uno colateral. Dicho de otra forma, no se tiene miedo a la acción, como podría ser rematar o sacar, sino que se tiene miedo a lo que puede pasar una vez se de ese fallo.

Por esta razón, cuando tenemos miedo a fallar, a lo que le damos importancia es a la consecuencia y a lo que pasa tras ella o lo que pienso que podrá pasar tras ella (el entrenador ya no me pondrá más, la colocadora no me va poner la siguiente bola, mis compañeras me van a rechazar…)

En un final del set (a partir del punto 18-20) cada error cobrará un mayor peso.

Fallar un saque en el 0-1, a nivel de punto, es igual que fallarlo en el 23-24, pero a nivel de juego no. Cometer un error en ese momento del partido puede suponer perder o ganar. Los jugadores conocen esto y por eso, aquellos que no tienen entrenado su juego bajo presión no van a poder gestionar adecuadamente este miedo.

En estos casos, será como una crónica anunciada, quien tiene miedo a fallar, va a acabar fallando.


¿Porqué cuando tengo miedo, fallo?

Como antes dije, el miedo lo que hace es ponernos alerta, prepararnos para la catástrofe que puede ocurrir. Por esto mismo, el cerebro activa y pone en sobre aviso al cuerpo. Comienza a tensar músculos y a inhibir otros. Prepara los que necesitamos para huir o luchar y desactiva aquellos que no se usarán.

Te lo muestro con un ejemplo practico.

Tensa tu brazo, hombro, espalda y cadera. Con todo estas partes contraídas, trata de hacer el gesto del remate. Imagina que tienes un balón delante, y lo golpeas.

  • ¿Qué ocurre?
  • ¿Cómo se mueve tu brazo?
  • ¿Si tuvieras una bola delante el gesto seria fluido?
  • ¿Crees que harías punto si golpearas así?

Es posible que todo el brazo se mueva de forma rígida, como sino existiera una articulación. Todo lo contrario a lo que sería movimiento fluido (como un látigo).

Ahora, relaja el brazo, tu hombro, tu cadera, tu mano y golpea tranquilamente simulando un remate.

¿Notas la diferencia?

Eso mismo ocurre cuando estas jugando, si tienes miedo, tu cuerpo esta tenso y alerta en las posibles amenazas (no jugar el próximo partido, que tus compañeras no te pasen el balón…).

O sea, ni tu cuerpo ni tu mente están en condiciones de estar jugando. No estás pendiente del balón, sino de las respuestas, caras y gestos que hace tu entrenador y compañeros cada vez que te mueves. Tu atención esta en la amenaza, y por eso, no puede estar en el balón, ni en la intención de ganar.

El miedo te va a sacar del partido, ya que, como dije al principio, inhibe aquellas cosas que no son necesarias en ese «complicado» momento.

En ese estado de alerta por fallar una acción, tu mente inhibe la motivación, el compañerismo, la toma coherente de decisiones… En esa «situación peligrosa», todo lo que es ganar el punto y el partido, esta en un segundo plano para tu sistema emocional, que es el que está guiando tu respuestas.


¿Cómo se si tengo miedo a fallar?

Muchas veces el propio jugador no es consciente de este miedo, pero si actúa en consecuencia a ello.

A continuación te enumero algunas situaciones que pueden ayudarte a identificar tu miedo.

  • Quedarte parado delante de una bola
  • Rematar a la red
  • Rematar fuera
  • No complicarte al pasar la bola (free)
  • Tomar malas decisiones (rematar/ sacar al líbero)
  • Cometer errores no forzados (tocar la red)
  • No atacar fuerte
  • Encoger el brazo
  • Estar disperso, como desubicado, mirando a varios lados
  • Prestar atención a otra cosa que no sea la bola
  • Desplazarte lento por el campo

¿Qué hacer para dejar de tener miedo?

Para mi, gestionar adecuadamente un error es no tener miedo a fallar de nuevo. Creo que el miedo a fallar es la materialización de la inseguridad en las propias habilidades técnicas, tácticas, físicas y psicológicas.

Es decir, cuando tenemos miedo a fallar entran en juego varias aspectos, entre ellos, el sistema de creencias que tiene el jugador (sus pensamientos, experiencias…), su autoconcepto (autoconfianza, autoestima…) y su fortaleza mental.

A veces lo obviamos, pero para gestionar una emoción primero tengo que saber que estoy sintiendo esa emoción. Es fundamental tener la capacidad de reconocer nuestras emociones, saber conectar con ellas, detectar su mensaje (Bellido, 2022) y de ahí, actuar de forma coherente para ganar.

Para reducir este miedo, te propongo lo siguiente: Activar el Plan Final de Set, que consiste en lo siguiente:

Cuando se acerque el final de set, en el punto 18:

El capitán en pista va a decir: «18», cuando os unáis en el centro tras haber ganado ese punto.

Con esto se activa el Plan Final de Set.

Esto da comienzo al verdadero partido.

La concentración, atención y activación tienen que estar en su punto justo. La confianza en el compañero y seguridad en uno mismo también.

Lo pasos a seguir para ello:

  • Se reconoce que la presión del partido acaba de cambiar. «Ahora empieza el partido»
  • Se observa con mayor detalle que tengo enfrente. Para poder tomar decisiones coherentes en el ataque.
  • Se aumenta en un segundo el saque. Uso un segundo extra para aumentar mi concentración visualizando el balón y la zona de saque.
  • Se aumenta la rapidez en la cobertura/apoyo del propio ataque, para hacer sentir seguro al atacante. Y se lo hago saber, «pégale fuerte, estamos abajo»
  • Se mantiene la calma emocional tras cada punto. Ya sea el puntazo de nuestra vida o la mayor equivocación, se mantendrá calma y foco en la bola. Es decir, no se celebra exageradamente, ni se acompaña nuestra acción con gestos que denoten frustración (modificará nuestra activación). Se reacciona con neutralidad, se va al centro con los compañeros y se repite «Final de Set, seguimos trabajando».

Esto dar un valor diferente a lo que supone un final de set.

Ayuda a regular la emoción, para poder tener equilibrada la activación y concentración en el juego. Potencia el trabajo en equipo y da soporte y confianza entre los propios compañeros.

A su vez, le permite ser conscientes de que se entra en un periodo diferente del partido, por lo que el juego lo será también. Ahora cada acción tiene mayor relevancia y por ello la concentración en el juego tiene que ser máxima.

Este plan va a concienciar y dar familiaridad sobre ese incomodo momento. Los jugadores van a tener un objetivo (ganar), con un plan y unos pasos a seguir.

EXTRA – Activa el plan en el entrenamiento. Les va a permitir llegar a un final de set, sabiendo qué hacer y cómo hacerlo. Verás a tus jugadores jugar con confianza, sabiendo qué hacer y arriesgando cuando hay que hacerlo.


Tu post de cada lunes, hasta la semana que viene 😏

Mar Durán 🚀 La Catalizadora Deportiva


Referencias

Bellido, J. (2022). Bienestar centrado en las emociones. Madrid, España: Grupo Editorial Luis Vives

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