Miedo a ser Bloqueado

Me encanta que me propongáis temas de vuestras curiosidades e inquietudes. Este post ha sido idea de David y desde aquí le doy la gracias, porque me parece un tema muy muy interesante.

Voy a explicartelo a través de un fragmento de la serie anime de voleibol Haikyuu en la que uno de sus jugadores abandona el voleibol por miedo a ser bloqueado de nuevo.

⚠️ El artículo de hoy contiene spoiler sobre la serie.

Lee hasta el fin, si eres de los primeros encontrarás un regalo en las últimas líneas😉

Antes, quiero contarte qué es el miedo.

¿Qué es el miedo?

El miedo se trata de una emoción primaria. Es una emoción desagradable que nos tensiona y nos prepara para la lucha o la huida. 

El miedo tiene una función adaptativa, viene a nosotros con un mensaje, un porqué. En este caso, nuestro organismo, que siempre está inspeccionando el entorno, se da cuenta de que hay algo que podría ser un riesgo para nuestra supervivencia y ahí desarrolla la sensación de miedo. Este miedo nos avisa de que tenemos un “peligro” cerca. Esta amenaza puede ser real o percibida como real (imaginada). En pocas palabras, el miedo aparece cuando quiere protegernos de algo.

Y, ¿qué sería el Miedo a ser Bloqueado?

Me gusta ser honesta con vosotros y hoy también quiero serlo. Desde que se me planteó este tema le he estado dando vueltas a él. He buscado información, artículos, investigaciones sobre este miedo a ser bloqueado. Pero como bien me dijo David, no había nada. No he encontrado nada que haga referencia a al miedo a ser bloqueado dentro del voleibol.

¿Por qué cuento esto? Porque lo que voy a hablar aquí no tiene una validez como tal. Es el resultado de una meditación propia y de la solución que se me ha ocurrido si tuviese que resolver el problema que se plantea.

Dicho esto, vamos a gestionar ese miedo a ser bloqueado💪

El miedo a ser bloqueado diría que forma parte del miedo a fallar. Ese miedo secundario que se tiene, no a la acción, sino a las consecuencias de esa acción. Quiero decir, cuando yo tengo miedo a fallar un remate, no me da miedo que la bola choque contra las manos del bloqueo y caiga en mi campo. Le tengo «miedo» a lo que puede venir detrás de ello (tener un punto menos y el contrario un punto más, que el entrenador me saque al banquillo, las malas caras de mis compañeras, el desplome de mi confianza y la continuación de errores). Es decir, esa emoción me dice que es posible que si cometo un error peligre mi supervivencia porque mi alrededor podría darme la espalda. Estoy en «peligro».

Leído así, parece un chiste. Pero es el razonamiento inconsciente que realiza mi cerebro ante las situaciones de miedo. Somos seres sociales y necesitamos de los demás para sobrevivir.

Nuestro sistema emocional fue creado cuando ser rechazado por la tribu era significado de la muerte, ya que cualquier león podría devorarnos fácilmente. Aunque la sociedad ha avanzado nuestro sistema emocional sigue siendo igual de primitivo.

En este caso, el bloqueo es la primera acción defensiva del otro. Es esa forma que tiene el contrario de ganar el punto sin tener la bola aun en su campo. Dentro del voleibol el que ataca, sobre todo en el alto nivel, tiene más ventajas para obtener punto que el que defiende.

Por eso, ser bloqueado puede dar tanto miedo. Es como sentir que no se es capaz de superar un obstáculo, que no se tiene las herramientas suficientes para ganar cuando las tienes todas contigo. Es como perder contra un niño chico, tú eres el que ataca, tú tienes ventaja sobre el otro y si los otros consiguen bloquearte, te están diciendo que están por encima tuyo, porque te impidieron el paso y llegaron antes que tú a tu propio camino.

El bloqueo es una invasión, es una forma de robar espacio, de entrar en el terreno personal del otro, en un lugar de seguridad (el campo propio). Esta invasión a nivel emocional es como sobrepasar un límite de distancia, te hace sentir vulnerable, porque te quedas sin opciones, sin espacio para actuar. Te han invadido una parte tuya, donde tu estabas trabajando para tener un resultado. Y te han impedido que eso pueda darse.

Leer un ataque es difícil, por eso bloquear produce tanta satisfacción. Para bloquear tienes que leer hacia donde va, llegar al sitio, saltar en tiempo y adaptarte a su muñeca en el golpeo final. El bloqueador lo tiene muy complicado. Si consigue hacerlo bien, el rematador, va a sentir que cuando lo tenía todo a su favor, no fue capaz de conseguirlo.

Esto que acabas de leer, son los pensamientos inconscientes que se generan en esta situación. Es obvio que fallar un remate no te hace mal atacador, ni al otro buen bloqueador. Hay muchas variables dentro de esto y mil situaciones diferentes. Pero si ocurre que ante un bloqueo, solemos pensar que el fallo ha sido nuestro. ¿Y si ha sido un acierto del otro? Al final del post tiene un reels de Fran Ruiz sobre esto mismo.

Miedo a ser bloqueado – Asahi en Haikyuu

En la famosa serie maga Haikyuu se representa eso mismo. El As del equipo (el jugador más talentoso y habilidoso) Asahi, deja de jugar porque en la temporada pasada fue bloqueado en varias ocasiones.

Esta sensación de incapacidad le hizo estar tan inseguro que decidió dejar de entrenar y abandonar el voleibol.

En el final del capítulo 8 y 9 de la primera temporada aparece esto que te voy a contar a continuación (puedes verla en Amazon Prime).

Los nuevos integrantes del equipo (Shoyo y Kageyama) fueron a hablar con Asahi (el que dejo de jugar por miedo a ser bloqueado). Querían convencerle para que volviera a jugar al voleibol con ellos. La explicación que dio el mejor jugador fue la siguiente:

  • Asahi «Ya no me siento capaz de imaginarme rematando si me enfrento a bloqueos altos. No lo visualizo, no puedo dejar de pensar en el miedo que me da que me bloqueen todo y desmoronarme mentalmente en la pista».

La conversación acabó ahí.

Pero a Asahi le pudo la curiosidad y se pasó a uno de los entrenamientos de estos nuevos chicos. Accedió a entrenar y en su primer entrenamiento tuvo que volver a enfrentarse a eso que tanto temía. En su primer ataque, el equipo contrario, le bloqueó. Pero el líbero, hizo una plancha y consiguió mantener la bola en juego.

El contexto es el siguiente. La bola esta en las manos del colocador, el cuál no sabe si colocar a Asahi. No quiere ponerle en un aprieto por si vuelven a bloquearle. Mientras que el colocador debate consigo mismo qué hacer.

El As, desarrolla el siguiente autodiálogo en el que se superponen frases de conversaciones anteriores.

  • Asahi: «el remate se hace posible porque la bola se coloca arriba. (Colocador:) deja que vuelva a colocar para ti . Se coloca arriba, porque la recepción lo ha conectado, (Líbero:) yo he mantenido la bola en el aire, no tienes derecho a rendirte. Yo no soy el único que remata esa bola, todo el mundo cumple con su función, pero yo… (Kageyama:), esta claro que no se puede ganar solo, (Shoyo:) y por eso eres el As, (Capitan:)si aun te gusta el voleibol, vuelve a pedir que te coloquen»

Tras esta reflexión:

  • Asahi: Sugaaaaar (nombre del colcoador), una más».

Mientras la bola vuela para ser rematada por este, su reflexión interna continúa:

  • Asahi: «el guardián que siempre que cubre la espalda, las bolas fáciles de rematar que me colocan, lo tengo todo, me había olvidado de lo mas básico , lo más simple, no estoy luchando solo, el que atraviesa todos los obstáculos… es el As»

Remató, consiguió vencer al bloqueo e hizo punto.

¿Cómo gestionar el miedo a ser bloqueado?

¿Cómo se supera el miedo al bloqueo? Siendo bloqueado.

Hace unos años realicé mi Trabajo Fin de Master sobre esto mismo. Desarrollé un Programa destinado a trabajar el Miedo a Fallar en deportistas.

¿En qué se basaba?

Consta de cinco sesiones en las que se gestiona poco a poco el miedo mientras que se desarrolla la autoconfianza necesaria para afrontar la próxima situación.

Se comienza identificando y nombrando a las emociones, aceptándolas y tomando contacto con las diferentes sensaciones. En la segunda sesión se trabaja la conexión con el miedo. Se descubre a qué se siente peligro y de qué nos informa realmente. Luego, entramos a descubrir las creencias que han sustentado ese miedo y generan unas nuevas. Para mantener estas, en la siguiente sesión se lleva a cabo nuevas rutinas y hábitos para poder asegurar estas nuevas creencias. Y por último, se trabaja en potenciar esa autoconfianza que se comienza a conseguir.

Ahora quiero conectar esto con el episodio que os acabo de comentar. ¿Qué hizo Asahi para superar ese miedo? Se puso delante del bloqueo y lo hizo. Da miedo, sí. Pero no hay otra, para que se vaya el miedo, la situación tiene que dejar de ser «peligrosa» y para eso tiene que se familiar.

Algunos jugadores tienen la mentalidad suficiente para no achantarse ante esto. Pero no siempre se tiene esta seguridad. En eso se basa el programa, en volver a conectarte con el jugador seguro que eres.

Quiero ayudarte a que generes seguridad en ti

Tiene GRATIS el Programa Gestión del Miedo a Fallar (completo) las DOS primeras personas que me envíen MIEDO a @mardurannn (Instagram). A las cinco siguientes se le queda a mitad de precio🤭


EXTRA ¿Cómo ve Fran Ruiz un bloqueo?:


Tu post de cada lunes, hasta la semana que viene😏

Mar Durán 🚀 La Catalizadora Deportiva


Referencias

Bellido, J. (2022). Bienestar centrado en las emociones. Madrid, España: Grupo Editorial Luis Vives

Goleman, D. (1996). Inteligencia emocional (edición en castellano). Barcelona, España: Editorial Kairós, S.A.

El deporte, la montaña rusa emocional

Las emociones ¿Qué son?

Son mensajes internos e involuntarios que se desencadenan tras estímulos que vienen del interior (la rotura del tobillo; una respiración calmada) o del exterior (la derrota/victoria de una final nacional). Estas sensaciones no se pueden controlar, pero sí podemos controlar los pensamientos y acciones que se desarrollan tras ellas.

¿Para qué sirve? 

Básicamente para informarnos. 

La información que nos traen estos mensajes (emociones) son necesarias para tomar decisiones; evaluar el medio y adaptarnos al entorno en el que nos encontramos.

Inteligencia emocional en el deporte.

Todos los deportes producen grandes picos emocionales. Tanto en la competición, porque se puede ganar o perder, como en el vestuario, entrenamientos o cuando llegamos a casa, ya que siempre existe cierta presión que nos mantiene en tensión al pensar en nuestro deporte. Incluso, tus propios compañeros o entrenador pueden provocarte emociones muy intensas y contrapuestas. 

Esta es la razón por la que pienso que trabajar la inteligencia emocional en el deporte se vuelve fundamental: el deporte es una montaña rusa emocional. Y si no sabes cómo montarte en esa montaña rusa, es posible que sufras una caída, te den vómitos o pases un muy mal rato mientras das vueltas en ella.

Al principio dije, que las emociones servían para ayudarnos a tomar decisiones, evaluar y adaptarnos al medio. Pues imagínate que, tras los primeros minutos de juego comienzas a sentirte enfadado porque en las primeras acciones que tocaste el balón fallaste. Este enfado mal gestionado puede llevarte a una frustración. Al sentirte frustrado, esa emoción será la que te ayude a tomar decisiones y evaluar tu entorno. ¿Cómo crees que serán las decisiones que tomes si te encuentras enfadado? ¿Tomarás decisiones calmadas basadas en la objetividad y en el fin común del equipo? ¿o actuarás impulsivamente tratando de liberar esa frustración que te reconcome? Quizás necesites demostrar a los demás y a ti mismo, que esos fallos del principio fueron solo un desliz. Quizás en la siguiente bola veas tu entorno como una amenaza y actúes impulsiva e individualmente para alcanzar tu fin individual, olvidandote del objetivo común de tu equipo. 

Por cosas como estas la regulación emocional se vuelve tan importante. La regulación es una de las estrategias que se usa cuando una persona tiene inteligencia emocional. Daniel Goleman precursor de la inteligencia emocional la define así: «es la capacidad para reconocer sentimientos (y/o emociones) en sí mismo y en otros, siendo hábil para gerenciarlos al trabajar con otros».

¿Cómo puede afectarte una mala gestión emocional?

¿Cómo crees que podría afectarte montarte en una montaña rusa sin cinturón? Mal, ¿verdad? Pues algo similar, aunque no tan inmediato y catastrófico.

Una mala gestión emocional te llevará a tomar malas decisiones, impulsivas y erróneas; te hará juzgar tu alrededor de forma amenazante y negativamente; y te hará perder intensidad y concentración en el juego. Tu mente estará ocupada en la montaña rusa del enfado y la frustración haciendo caso solo a la necesidad de demostrar que eres un buen deportista. No podrá tener la atención plena en el juego. Tu rendimiento en el partido se verá negativamente afectado, tu intensidad y concentración bajarán sustancialmente. Esto acabará afectando directa y de forma perjudicial a tu valor y prestigio como jugadorx.

¿Cómo desarrollar inteligencia emocional mientras juegas? 

Para empezar, si nunca antes te has puesto a gestionar tus emociones, durante un partido gestionarlas adecuadamente, te será imposible. Pero como se dice, “sólo se aprende haciendo». 

Una de las ideas que te traigo hoy es trabajarla durante los entrenamientos. Es decir, al igual que entrenas la parte táctica, técnica o física, que entrenes tu parte emocional. ¿Cómo? Mediante la intensidad en el juego. La intensidad en el deporte se basa en el nivel de concentración mental (o decisional) que necesita la actividad. Como antes dijimos, las emociones son lo que nos ayuda en  la toma de decisión por lo que la intensidad y concentración de un partido están en manos de las emociones que tenemos y de cómo nos relacionemos con ellas. Por lo tanto, para poder mantenerte concentrado en el partido, el mayor tiempo posible, sería interesante poder jugar con distintos volúmenes de intensidad para entrenar a tu sistema emocional a gestionar ese aumento de actividad durante un partido. 

*Bonus para entrenadores: Trata de impregnar tus entrenamientos con ejercicios de diferentes intensidades que hagan tener una alta concentración decisional. “Obliga” a que en un periodo pequeño de tiempo el número de decisiones y movimientos sea alto y rápido. Poco a poco irán desarrollando la habilidad de gestionar una alta actividad emocional y técnica a la vez.

La inteligencia emocional es una bonita habilidad que se puede aprender y pulir con su entrenamiento, preparación y mucha paciencia. A continuación te muestro dos mini claves para que uses durante tu partido:

  • Si tu emoción es negativa y te está alejando de tu objetivo (entendamos objetivo como ganar o jugar bien), evoca emociones positivas. Trae un recuerdo agradable, como tu última victoria, la celebración en el vestuario, la cara de felicidad de tus padres y amigos tras verte ganar…

Si mantiene las sensaciones negativas afectarán a tu valoración del entorno y te harán tomar decisiones poco efectivas que te alejaran de lo que deseas. 

  • Si tu emoción es positiva y te acercan a tu objetivo, mantenlas. ¿Cómo? Repitete algo parecido a: “nos mantenemos”, “vamos bien”, “el objetivo cada vez está más cerca”. Cuidado con la euforia, al igual que la frustración pueden sacarte del partido y alejarte de tu objetivo. Regula la intensidad de tu emoción trayendo de nuevo tu atención al juego mirando a la bola.

Es decir, las emociones positivas te van a ayudar a ganar.

En ambos casos es muy importante que trates de relativizar, no siempre todo es bueno o malo. Durante el desarrollo de un partido es muy difícil ponerse a relativizar, pero hazlo tras acabarlo. Si desarrollas la habilidad de relativizar todo lo que te ocurre, poco a poco serás capaz de hacerlo incluso en el partido con más tensión de la temporada. 

Tu rendimiento deportivo necesita de regulación emocional, el deporte es una montaña rusa llena de saltos, curvas y bajadas emocionales. Si consigues mantenerte en calma mientras vas pasando por estos episodios tu rendimiento crecerá exponencialmente. 

Si eres deportista y quieres aprender a cómo mantener la calma en esa montaña rusa, ponte en contacto conmigo. 

Si eres entrenador y quieres ayudar a que tus jugadores sepan cómo montarse y actuar en la montaña rusa emocional, estaré encantada de guiarte en el proceso. 

Envíame un mensaje a: lacatalizadoradeportiva@gmail.com; Instagram o Twitter: @mardurannn

Tu post del lunes, hasta la semana que viene 🙂

Mar Durán | 🚀 la catalizadora deportiva

Bibliografía

Goleman, D. (1996). Inteligencia emocional (edición en castellano). Barcelona, España: Editorial Kairós, S.A.

Carrera, S. (2016). Coaching Deportivo. Sangolquí, Ecuador: Editorial de la Universidad de las Fuerzas Armadas ESPE.