Cómo enfoco un partido

Hasta hace muy poco no le dedicaba mucho al planteamiento del partido, un poco más al de entrenamientos, pero no me estaba dando resultados. Trataba de plantearme un objetivo, pero no se cumplía. La mayoría de veces el objetivo no era medible, ni realista, ni tampoco lo suficientemente concreto como para saber que se está alcanzando. Quería hacerlo bien, por ello, modifiqué dicho planteamiento.

Establecer un objetivo para cada entrenamiento es muy potente, aunque hay que saber hacerlo bien, no solo vale establecerlo y ya. Hay dos cosas que tenemos que tener en cuenta como entrenadores a la hora de marcar objetivos para el equipo.

  • El resultado no depende solo de mi. Depende de mi proporcionar recursos, dar información, evaluar y mostrar resultados. Somos quién arregla el camino por el que el deportista pasará, pero nosotros no podemos hacerlo por ellas.
  • Las jugadoras deben conocer el objetivo. Ellas deben saber para qué están trabajando, así podrán enfocarse en ello. Aumentará su interés y querrán saber si lo están consiguiendo.

La importancia de establecer una meta la tenemos clara el cómo creo que no tanto.

La semana pasada hablábamos de como afectaba el nivel de activación a la atención y como un mayor número de estímulos (situaciones y emociones) a los que atender disminuía la capacidad atencional. Pues del mismo modo pasa si cargamos la mente de objetivos y tareas.

La mente del jugador, sobre todo del inexperto, tiende a tener un enfoque interno (pienso en qué y cómo tengo que moverme). Me explico, aun no conocen la técnica correcta, la táctica, los movimientos adecuados y carecen de una buena interpretación del juego.

Durante el trascurso del partido, habrá nervios, presión, vergüenza, culpa, alegría, frustración, decepción. Es mucha información que tiene que estar procesando el sistema atencional y emocional. Todo esto no solo va afecta a mi concentración sino también a mi nivel de activación y mi tiempo de reacción frente a la bola y el oponente.

Si además añadimos constantemente tareas complejas que supongan tener que memorizar y comprender, estamos aumentando la cantidad de información que tratar.

Todo esto dentro de un deporte se convierte en un gran hándicap para poder desarrollar un óptimo desarrollo deportivo.

Como entrenadora novata, me ocurría como a ellas, tenía tanto a qué atender, que se me olvidaba el fin de la tarea. Decidí proponerme el reto de mantener el objetivo y la tarea en mente durante los entrenamientos y partidos. Ahí deducí que, o era algo muy sencillo y muy concreto o se me olvidaría poder trasmitirlo, medirlo y darles un feedback.

Por lo tanto, la idea que quiero compartir es: hacer que los jugadores tengan un enfoque más externo para poder centrarse en el juego (y no tanto internamente, que vuelve lento el movimiento) y a su vez algo que les permita mantener la concretración y motivación en la tarea externa.

Nuestra información como entrenadores siempre debe ser clara, breve y simple.

Por ello, ahora trabajo de la siguiente forma (hasta ahora me dio mejores resultados):

  • Establezco un objetivo. Muy concreto y medible (ej: conseguir un 18% en ataque en el primer set)
  • Propongo una(s) tarea(s). Algo sencillo, fácil de recordar, (ej: bolas altas a los laterales, sino a zona 6)
  • Marco un reto. Algo que aun no se ha conseguido, supone mayor esfuerzo y atención (ej: mantener la intensidad en el tercer set aún con un 0-2 abajo)
  • Doy feedback sobre lo que ocurrió. Debe serlo más objetivo posible, lo mejor, que lleve datos.

En resumen, el objetivo es eso a donde queremos llegar; la tarea es el qué tenemos que hacer para llegar y el reto es ese extra que va ayudarnos a mantener la motivación para el sitio al que queremos llegar.

Este sistema me ha permitido mantener en mente que quería estar trasmitiendo y recordando a mis jugadoras. Y por otro lado, ellas tenían información fácil de recordar y sencilla sobre que hacer, que no les supone un extra para el sistema atencional, y les ayuda al motivacional.

A menudo tengo la necesidad de trabajar muchas cosas a la vez, y se me olvida que con tanta información, lo que hago es no trabajar nada. He podido comprobar como con ideas sencillas es mucho más fácil que aprendan y estén atentas. Una vez consolidado eso, se puede trabajando cosas más complejas de forma más rápida.

Una vez que la idea se entendió, añadir matices es mucho más fácil.

Por último, de nada sirve un objetivo sino se va a medir, ni se va a dar feedback sobre que se hizo. Será como estar trabajando par nada, porque no conoces que avance hay sobre ello.

Tu post de cada lunes, hasta la semana que viene😏

Mar Durán 🚀 La Catalizadora Deportiva

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