De «ganar» a perder (del 2-0 al 2-3)

El juego de las expectativas en el trascurso del juego

Este post va a dedicado a una situación de juego concreta y las aportaciones son específicas a ella.

Esta idea salió de una de vuestras respuestas de la cajita de preguntas que hago a menudo en Instagram (@mardurannn). Paula Carpintero (@paulacarpin8) jugadora profesional de voleibol de la Liga Iberdrola (SuperLiga 1) del equipo Haro y ex jugadora de la selección española, me la propuso. Si tu también quieres que trate algún tema que te interese y quieras aprender cómo gestionar, házmelo saber. Estaré encantada de crearlo como publicación.

La situación es la siguiente, ¿cómo gestionar perder un partido 3-2 cuando ibas 0-2 ganando?

Primero quiero tratar el porqué se escapa un partido que se «tenía ganado» y luego qué hacer para reducir las probabilidad de que pase de nuevo.

Este análisis está basado en mis conocimientos actuales sobre cómo funcionan las expectativas frente a la autoconfianza y el rendimiento deportivo.

¿Porque se pierde un partido que se «tenía ganado»?

Por eso mismo, porque antes de ganarlo, ya se «había ganado».

Me explico, pongamos que estamos en el tercer set y el equipo A acaba de ganar los dos anteriores casi sin sudar. 

En el tercero la activación del equipo A ya no es la misma, han ganado muy fácil, hasta ahora. Y puede que el entrenador decida hacer cambios.

Es decir, el tercer set ya comienza diferente.

Pongamos que ese tercer set el equipo A lo pierde. Muy probable si contamos con cambios y baja motivación de los jugadores.

En el cuarto set, comienza lo interesante.

Cuando llega el tercer set, sienten (consciente o inconscientemente) que ya lo tiene hecho, les ha costado poco llegar hasta ahí y ya creen que será fácil ganar ese supuesto ultimo set. Ese clima de confianza esta basado en algo objetivo porque los set anteriores se ganaron por más de diez puntos de diferencia. En estos casos es normal que el entrenador realice cambios para el nuevo set.

A ha perdido uno y ganado dos con facilidad. El  cuarto set se comienza con la plantilla de los dos primeros, esos que se ganaron sin apenas esfuerzo.

¿Les resultará ahora igual de sencillo ganar?

Spoiler: ocurre todo lo contrario. Te cuento porqué.

El equipo A está con los ánimos bajos aunque vaya ganando aún. El equipo B tiene un ánimo más positivo ya que viene de ganar el último set.

En este momento entran en juego las expectativas y su relación con la autoconfianza y el rendimiento. Veamos que ocurre realmente:

Lo que pasa en el equipo A, el que va ganando.

Ya han ganado dos set, y eso les ha hecho desarrollar una autoconfianza realista basada en lo que ha ocurrido. Pero claro eso solo comprende lo que hasta ahora ha pasado con ese equipo y en ese estado.

El tercer set ya no es igual, ha habido modificaciones. Aun así se cree que el partido ya está ganado, aunque la plantilla e intensidad son diferentes, el pensamiento sobre el partido permanece igual.

Los que salen a jugar y los que repiten set, piensan que ya está ganado por lo que ha ocurrido, y no realizan un nuevo ajuste de expectativas sobre la nueva situación.

Lo que pasa en el equipo B, que va perdiendo

Ya han perdido dos sets por bastante diferencia. Sus expectativas, basadas en la realidad, les informan de que el equipo contrario es superior a ellos. Si quieren ganar tendrán que dar más de lo que hasta ahora dieron. En vez de sacar a suplentes (como el equipo A) se esforzarán por reforzar al equipo como sea.

En el cuarto set:

Aún el partido no acabó. Y la situación es la siguiente: un equipo ganador creyendo que ya lo tiene hecho y un equipo perdedor con mucho que pelear aun.

El A ya no sale motivado, el B todo lo contrario.

El equipo A, empieza a cometer fallos por exceso de confianza, falta de foco, intensidad y activación.

Es como si el partido en sí ya perdiera su gracia. Como se tiene por ganado, el cuerpo decide poner sus recursos en otra cosa que lo necesite más. Jugar ese partido, según las expectativas desarrolladas, no necesita la intensidad anterior. Por ello, el cerebro que quiere ahorrar toda la energía posible, rebaja la activación, sistema atencional y pone su sistema energético en otra cosa que sienta más importante en ese momento.

Por el contrario, en el equipo B, el que estaba perdiendo, ocurre todo lo contrario. Sus expectativas informan de que la energía, foco e intensidad anteriores no fueron necesarias, por lo que ahora hay que trabajar más centrados para poder ganar.

Con el foco puesto en el partido, las cosas empiezan a salir y se ponen por encima en el marcador. Al remontar sienten que tienen habilidades para poder ganar. Hasta ahora sus expectativas eran que iban a perder, por lo que, al ver que no, y que tienen opciones, su autoconfianza empieza a subir. Ahora ellos sienten que pueden ganar y lo otros comienzan a dudarlo.

Por otro lado, el equipo A, hasta ahora tenía su autoconfianza arriba. Sus expectativas se estaban cumpliendo, habían ganado los dos sets anteriores.

Sin embargo, acaban de perder el tercero. En este momento, sus expectativas dejan de cuadrar con el resultado. Lo que esperaban esta siendo diferente a la realidad. Esta discrepancia hace que la autoconfianza disminuya, lo que da una reducción de la sensación de control sobre la situación.

En lo que antes se tenía confianza, ahora hay duda. En las acciones que antes se arriesgaba ahora se asegura. Hay incertidumbre por lo que la dinámica se vuelve más lenta, dubitativa e ineficaz por el equipo A.

Ven que no tiene el mismo control que antes y se pone a pensar cómo hacerlo bien para no fallar. Y ahí, es donde se falla. Una vez comienzan a pensar, el sistema atencional se va del partido y se ocupa en la mente y desarrollo cognitivo. Lo que se conoce como parálisis por análisis. Mientras en el equipo A tenemos este panorama, el B sigue enfocado trabajando en hacer punto. Ellos si tienen todos sus recursos en el partido. Por esta razón, esas cosas que al principio no salían comienzan a salir. Han cogido una dinámica muy buena en la que lo que se piensa hacer, sale bien. El marcador lo corrobora están ganando. Su autoconfianza aumenta a la vez que la del equipo A disminuye.

B siente control y arriesga. A sienten incertidumbre y va lento. Lo que le hunde un poquito más en la débil autoconfianza del A.

Este proceso es muy probable que haya dado como resultado un 2-2 y ahora, en tan solo 15 puntos, se tiene que dar un ganador.

Venimos de partido en el que un equipo acaba de remontar y en el que otro, acaba de ser remontado. El estado emocional de los equipos, aparte de ser diferentes, es muy intenso. En ambas lados de la cancha la emocionalidad está a flor de piel y el cansancio empieza a verse.

Dentro del voleibol la toma de decisiones es un aspecto fundamental en el trascurso del juego. Para tomar una decisión, nuestro cebero lo hace a través de nuestras emociones, pues estas son las que nos permiten estar en contacto con nuestro alrededor y ayudarnos en la mejor opción.

Si el voleibol es toma de decisiones rápida en la que necesito ser eficaz y vengo de una situación que emocionalmente ha sido tensa y no me encuentro ni seguro ni cómodo, es muy probable que mis acciones no sean del todo las mas acertadas.

Algo similar a esto es lo que ocurre en un tie break (quinto set) y por eso suelen ser tan tensos, a parte de por su supuesto nivel similar, su emocionalidad y toma de decisiones estará sujeta a una presión extra que hará ganar al equipo que mejor sepa gestionar sus emociones.

En el ejemplo que hemos desarrollado, es probable que el trascurso emocional del equipo B le ayude a ganar el partido. Este comenzó bajo y fue subiendo poco a poco. Estando arriba es más fácil mantener esa mentalidad. El equipo A tendrá que remontarse y volver a recuperar esa autoconfianza del inicio del paortido. Y en este estado de fatiga física y mental es muy complicado.


¿Qué hacer para no perder un 2-0 que voy ganando?

  • Repítete que el partido acaba de empezar, no lo des por acabado hasta no sea el final
  • Mantén tu intensidad, atención y activación en un 85% durante todo el partido
  • Genera confianza haciendo cosas que sabes hacer
  • Ajustar constantemente las expectativas según cambien los puntos, el set, el estado de ánimo del otro y el de tu equipo
  • Arriesga solo cuando el marcador te lo permita

Si necesitas recuperar confianza por que ya perdiste:

  • Busca acciones que te den seguridad recuperar el control
  • Sé honesto con sensaciones que te trasmite el partido y actúa para cambiarlas
  • Acepta que estas siendo inferior
  • Trata de crear incertidumbre en la otra pista, eso te dará el control que necesitas

Los partidos en los que el rival es mucho más inferior, hablando de nivel, mantener la intensidad es complicado. El rival no te tiene alerta, y te desconectas con facilidad del partido. Estás desactivado, relajado y en ese estado el otro puede hacerte puntos muy tontos. En estos partidos, el equipo superior tiene que tratar de ir motivándose y activándose el solo sin depender del contrario, porque este no podrá hacerlo por su nivel.


¿Te ha pasado alguna vez algo similar? Te leo en los comentario


Tu post de cada lunes, hasta la semana que viene😉

Mar Durán 🚀 La Catalizadora Deportiva


Bibliografía

Buceta, J.M. (2020) Psicología del Deporte de Alto Rendimiento. Barcelona, España: Editorial Dykinson, S. L

Goleman, D. (1996). Inteligencia emocional (edición en castellano). Barcelona, España: Editorial Kairós, S.A.

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