Preparación Psicológica para el Líbero

Trabaja tu anticipación en la defensa

Patricia Llabrés, líbero de la Selección Española

No es la primera vez que aquí hablamos del líbero. Lo hago porque creo que su relevancia dentro del juego es muy importante. No me atrevería a decir que la más importante, pero si que su papel en recepción y defensa es fundamental.

Esa es la razón por la que hoy hablaremos de algunas ideas que tienen que acompañar a la preparación de un líbero.

A nivel psicológico llevar la carga de ser un experto y tener que rendir al máximo en cada acción no es sencillo. A nivel técnico y táctico, tampoco lo es.

Este artículo está basado en el libro de Joaquín Díaz «Voleibol. Entrenamiento psicológico para la recepción y la defensa de la segunda línea. Los jugadores especialistas, El Líbero».

A lo largo de estas líneas Díaz (2013) habla de la importancia y dificultad del libero dentro del juego. Eso hace que su preparación psicológica sea fundamental.

Debemos empezar en los entrenamientos, donde alternaremos diferentes exigencias atencionales. Aprender a cambiar el foco será básico en el desarrollo psicológico del líbero y cualquier otro jugador (sobre los cambios atencionales ya hablamos, lo tienes en el menú).

La defensa dentro del voleibol es algo realmente complicado y más si no se es capaz de fijarse en el estímulo adecuado cuando se realiza el ataque.

Realizar autoinstrucciones (órdenes a nosotros mismos) puede recordarnos a qué debo enfocar y cómo responder a continuación. Te dejo algunos ejemplos que pueden ayudarte a focalizar tu atención durante el juego (Díaz, 2013):

  • ¿Qué atender?
  • ¿Cómo atender?
  • ¿Cuándo atender?
  • ¿Para qué tengo que atender?
  • ¿Dónde tengo que colocarme para amortiguar el balón y defenderlo?

¿Es la motivación lo único que necesito para defender?

Para una buena defensa es importante una adecuada motivación, ¿pero qué papel recae sobre esta?

Según Díaz (2013) algunos entrenadores dicen que para realizar una defensa óptima los entrenamientos deben basarse en la motivación.

Sin embargo, González (2003) citado por Díaz (2013), no está muy de acuerdo con ello. Ya que dice que la motivación no es suficiente para levantar la bola.

Y permíteme aquí un paréntesis. Pero es algo que solemos decir mucho los entrenadores. La motivación puede hacer que en un momento determinado las destrezas de tus jugadores se vean intensificadas y por un instante parezca que son imparables.

Pero como bien sabéis, esta motivación al igual que sube, baja, si le dejamos a ella toda la responsabilidad tendremos un juego inestable sujeto a los altibajos emocionales de los jugadores.

Continuando con lo que nos decían nuestros expertos, «un grado de motivación elevado aumenta nuestra activación, pero si la activación no está controlada podemos atender a estímulos irrelevantes» (Díaz, 2013).

La motivación nos permite aumentar nuestro nivel de activación, pero sobre pasar su límite nos hará que esa atención se disperse y esté atendiendo a eventos nada relevantes en ese momento. Por eso, la motivación puede ser una buena aliada, pero no podemos dejárselo todo a ella.

La Anticipación

No sé si por aquí lo dije alguna vez, pero tengo la suerte de estar formándome en voleibol con la persona, que bajo mi punto de vista, su experiencia y su formación así lo dice, más sabe de voleibol de España. Aurelio Ureña Espa, es catedrático por la Universidad de Granada en voleibol.

Estoy aprendiendo del mejor y él siempre, siempre habla de un principio fundamental que debe seguir todo jugador de voleibol, la anticipación.

Al verlo en este libro como un aspecto a desarrollar en el líbero, corrobora todo lo que el mismo Aurelio me cuenta sobre la importancia de este proceso psicológico y su relevancia en el juego.

Por esto mismo, siento que es muy interesante hablaros de este aspecto.

«La anticipación es el proceso psicológico que nos permite prever los hechos que todavía no han ocurrido» (Díaz, 2013). Es decir, adivinar que hará el otro antes de que pase.

Esto ayuda a identificar los preíndices del adversario. Dicho de otra forma, me ayuda a detectar que es eso que hace que la acción finalice en una u otra acción.

Te lo explico mejor con ejemplo.

Un preíndice podrían ser esas acciones que hace un colocador antes de colocar. Según sus movimientos colocará a un lado u otro. Hay colocadores que tienden a doblar la espalda cuando colocan hacia atrás. Pues ese gesto ya podría indicarnos hacia donde irá la bola (Ureña, 2024).

Los buenos jugadores desarrollan preíndices falsos que es lo que llamamos como «engaño».

No obstante, observar y tener información sobre el contrario nos da información de cual será la decisión a tomar por este.

Si antes de que ocurra algo, yo como líbero ya lo sé y me posiciono en ese lugar, salvaré cualquier bola.

La anticipación ayuda a que puedas saber con tiempo, el inicio o el desarrollo de una jugada. Cuanto antes sepa el líbero lo que ocurrirá, mayor tiempo va a tener para poder prepararse y tomarle ventaja al adversario (Díaz, 2013).

Como bien sabrás, un líbero debe ser rápido, para ello la velocidad debe ser una de sus mejores condiciones físicas. Ya que la velocidad y la anticipación están muy relacionadas (Díaz, 2013).

Para realizar una defensa perfecta, el líbero debe saber dónde y cuándo tiene que moverse. El tiempo y el espacio serán factores determinantes para que pueda llegar de la forma más rápida tras descubrir el siguiente paso del rival.

Por lo tanto, como Díaz (2013) nos dice, las acciones defensivas, en gran medida dependerán de la capacidad de anticipación de los nuestro líberos.

Muy relacionado con la efectividad de la anticipación es la capacidad atencional del jugador. Saber cambiar el foco al estímulo relevante en cada ocasión y mantenerlo será esencial para que la anticipación pueda hacer su magia.

Clases y tipo de anticipación

Tras variaos trabajos realizados en tenistas Crognier y Fery (2005) citado por Díaz (2013) distinguieron dos clase y tres tipos de anticipación.

  • Anticipación total. El líbero será capaz de predecir lo que se hará en el otro lado de la red
  • Anticipación parcial. El líbero preve lo que no hará el equipo contrario.

Es decir, la anticipación no siempre nos mostrará que pasará, pero nos podrá decir que no pasará y obviar esas zonas. Ahora vamos a los diferentes tipos:

  • Geometría perceptiva: Hace referencias a las trayectorias del balón, a su recorrido y fin.
  • Técnica: percepción de la técnica del jugador oponente.
  • Táctica: identificación de los patrones o sistemas de juego del rival frente al bloqueo, recepción y defensa.

Aprende a anticipar

Llevo gran parte del año trabajando esto con mis niñas. Te diré como lo hago yo (mediante la guía de Aurelio) y cómo te aconsejo que lo hagas según nos cuenta Díaz (2013).

Para empezar te diría que cuanto mayor sea tu nivel de juego y conocimiento sobre el voleibol, mayor calidad y eficiencia tendrá tu anticipación.

Me explico, si yo solo sé que un atacante puede atacar a línea y diagonal, jamás podré anticipar la diagonal corta porque no sé ni si quiera que eso pusiese darse.

Por lo tanto, lo primero que te diría es que, veas mucho voley. Observa que otros recursos tienen jugadores profesiones. Cárgate de herramientas para usar tú y para que te ayuden a discernir en los demás.

Amplia tu esquemas tácticos y las combinaciones que puedan darse.

Adáptate a diferentes trayectorias, usando diferentes balones y tratando de adivinar donde caerá la bola antes de que lo haga.


Como siempre digo, antes de que esto pueda darse en un partido, tendrás que entrenarlo.

Durante mis entrenamientos, soy muy pesada en que la jugadora esté atenta al otro campo, que observe la recepción, a la colocadora y que trate de adivinar hacia qué lugar mandará la bola.

Una vez la bola esté en el aire, pido a mis jugadora que observen a la atacante. Ella es la que tiene la información de a dónde irá la bola (Ureña, 2024). Ahí les pido que primero se centren en un foco más general, donde aprecien su cadera, tórax y brazo y que luego, lo reduzcan hasta poner los ojos en su mano.

Eso les ayudará a identificar si será una finta, remate, si hace un golpe interior/exterior o si le pega de frente.

Visto así, parece sencillo. Pero no, todo lo contrario. La anticipación es una habilidad psicológica que debemos entrenar. Sé muy persistente como entrenador para que puedan poco a poco ir anticipando que ocurrirá.

Para finalizar, Díaz (2013) nos muestra algunos ítems que nos ayudarán a movernos rápidos en la defensa si somos líberos.

Darle respuesta a esto hará que estés donde caerá el balón antes de que lo haga.

  • Posición del colocador en la zona de ataque
  • Calidad de la recepción
  • Calidad del pase de la colocación, altura, velocidad, distancia
  • Posición de los rematadores
  • Posibilidad de rematadores desde la zona de defensa
  • Calidad del bloqueo
  • Tipo de bloqueo
  • Posición de nuestro bloqueadores.

En resumen, la anticipación debe basarse en recabar y mantener la mayor cantidad de información técnico-táctica posible. Para ello, la atención-concentración y la continua práctica en los entrenamientos te harán que poco a poco adivines donde caerá el balón (Díaz, 2013).


Tu post de cada lunes, hasta la semana que viene😉

Mar Durán 🏐 Psicóloga del Deporte


Referencias

Díaz, J. (2013) Voleibol. Entrenamiento psicológico para la recepción y defensa de segunda línea. El líbero. Conesa, España: Ushuaia Ediciones.

Ureña, A. (2024). Especialización deportiva: voleibol: Principio de Anticipación [apuntes de clase].

Dejo el voleibol

¿Qué nos hace dejar de jugar al voleibol?

Dejar el voleibol cuando vamos creciendo es bastante normal. Al menos, en el entorno en el que yo me muevo.

Recuerdo, que cuando era pequeña, había muchas jugadoras de mi edad jugando conmigo. Conforme crecí, tan solo yo quede de las grandes.

Quiero indagar sobre lo motivos que creo que hacen que un jugador permanezca en un deporte y cuales, los que les hace irse de él. También te contaré parte de mi vida deportiva, el porqué yo lo dejé y qué me hizo volver.

¿Qué nos motiva a hacer ejercicio?

Isabel Castillo y Octavio Álvarez en su libro Psicología social de la actividad física, el deporte y el ejercicio, realizan una síntesis de varios estudios en los que nos muestran cuales son los motivos por los que una persona decide comenzar a realizar un deporte.

En general, existe un consenso. El principal motivo que hace que se comience a hacer deporte suele ser la forma física y la salud, teniendo mucha importancia para hombre y mujeres, pero un poco superior en estás últimas. Lo que hace que se continúe y se mantenga la adherencia a esa actividad es la diversión que aparece durante y tras la realización del ejercicio (Castillo y Álvarez, 2023).

Concretamente, estos psicólogos descubrieron que había tres grandes aspectos que nos hacían comenzar a movernos. Según el Consejo Superior de Deportes, Isabel y Octavio nos muestran los tres motivos principales:

  • Motivos de afiliación. Ejemplos: porque me gusta esta actividad, porque mis padres me apuntaron, para hacer nuevos amigos, porque lo hacen mis amigos
  • Motivos de salud. Ejemplos: por que me lo ha aconsejado el médico, para estar en forma
  • Motivos de aprobación social y demostración de la capacidad. Ejemplos: porque quiero ser deportista profesional, para mantener la línea

Antes de continuar, piensa ¿cuál fue el motivo que a ti te hizo empezar en el voleibol?🤔

¿Qué nos hace dejar de practicar nuestro deporte?

La información de la que te hablo a continuación está sacada a raíz de una encuesta de los hábitos deportivos de los españoles realizado por la MECD en 2015. Los aspectos que nos muestran Álvarez y Castillo son las respuestas que dieron a la pregunta: ¿qué nos hace dejar la actividad física?:

  • Falta de tiempo
  • Falta de interés
  • Motivos de salud
  • Por edad
  • Motivos económicos
  • Falta de instalaciones adecuadas cercanas
  • No tener con quién practicarlo

Tú que estás leyendo (por cierto, gracias por hacerlo❤️) ¿dirías que falta algún aspecto en esa lista? ¿Si tuvieras que decir porqué algunos de tus compañeros no están jugando actualmente entrarían en esas casillas?

No digo que esta encuesta está mal realizada, ni muchísimo menos, pero, sí creo que uno responde eso que los demás quieren oír. ¿Qué quiero decir con esto? Te lo cuento abajo.

¿Realmente, que nos hace abandonar el deporte?

Quiero empezar hablando de mí. Yo tomé la decisión de dejar el voleibol al finalizar mi último año de cadete, con 16 años, fue mi último año de la ESO.

Recuerdo vagamente que la idea que repetía a los demás era que tenía que dedicarle más tiempo a los estudios. Lo dejaba porque entraba a Bachiller y ya tenía que estudiar más.

Esto es lo que decía. Y lo que hubiese puesto si alguien me hubiese hecho una encuesta. Pero no era la verdad.

El motivo real, no era ese, sino un conjunto de ideas que se fueron instaurando en mi.

  • Me fui del voleibol porque me sentía la persona más inútil e incapaz del mundo.
  • Me fui porque me superaba
  • Me fui porque no podía seguir repitiéndome lo mala que era y dándome cuenta de que era así cada vez que tocaba el balón.
  • Me fui porque cada vez que salía del pabellón me sentía extremadamente mal conmigo misma.
  • Me fui porque sentía que mis compañeras no avanzan por mi culpa.
  • Me fui porque me sentía un estorbo.
  • Me fui porque yo no sabía jugar y daba vergüenza.
  • Me fui porque no quise que me vieran haciéndolo mal.

Pero claro, eso no puedo ponerlo en una encuesta. No sería capaz.

Por eso, quiero abrir este tema aquí.

Hace poco, hable con una persona, que recientemente abandonó su deporte. Le pregunté el motivo, aunque ya lo sospechaba. Sospecha el real y el que me dijo.

  • «Mar, lo he dejado por los estudios. Ya he empezado en la carrera y claro, le tengo que dedicar más tiempo. Pero me he apuntado al gimnasio y estoy muy contento»

Os habéis dado cuenta vosotros también, ¿verdad?

El problema no es el tiempo que «puede quitar» el voleibol, porque se lo está echando al gimnasio. El problema es su relación con el voleibol y el mismo.

Yo al escucharle, sabía que el motivo no era ese. El me lo confesó sin quererlo durante nuestra conversación. El motivo por el que él abandonó fue su entrenador. E incluso me aventuraría a decir, la sensación de incompetencia e insuficiencia frente al equipo.

Ese, creo que fue el motivo real, pero no pude indagar tanto. No digo con esto, que el entrenador no tuviese motivos, sino al contrario. Creo que el entrenador fue el mismo que le hizo tener esta idea de sí mismo.

Más arriba hablábamos de que una de las ideas que hacía que una persona se mantuviese en el deporte es la diversión, el disfrute, el pasarlo bien.

Yo añadiría a esto, que una de las cosas que hace que nos mantengamos en un deporte, es la sensación de competencia, sentir que somos capaces de hacer eso que se nos pide.

Siento que cuando alguien se siente desbordado, sea real o no. Esa sensación es tan desagradable con uno mismo, que hace que ese evento no se quiera repetir.

Y más aversivo se vuelve aun, si tienes alguien ajeno, que te confirma esa incapacidad e incompetencia. Está claro que ahí no quieres continuar. Y más, cuando tu vida social y académica te piden más atención.

Pero creo, que el motivo de los estudios es solo una razón que está bien vista y con la que nadie debate. Por eso mismo es la que se comunica, pero no es la real.

Si se quiere permanecer en el deporte, lo académico no es ningún problema. Sino es un potenciador de la organización y aprovechamiento del tiempo. Numerosos jugadores profesionales de voleibol han sacado sus carreras académicas a la vez que lo hacían jugando en la máxima división de nuestro país (así me lo confesaron Paola Martínez, Patricia Llabrés o Javier Izquierdo entre otros).

Además, un caso más cercano, es un jugador que siendo juvenil, jugando con su equipo juvenil, junior y senior consiguió sacar su bachiller con notas muy buenas y entrar a la carrera de medicina.

¿De verdad, lo académico es el motivo real por el abandono del voleibol?

Permitirme la insistencia, pero creo que no.

¿Qué me hizo volver?

Honestamente, me hizo volver a jugar, la necesidad de comprender al jugador. Me pasó lo mismo cuando me metí en la aventura de ser entrenadora. Siento que para ser buena psicóloga debo tener información 360 para poder ayudar con mayor calidad.

Volví porque quería ayudar a mis jugadoras, quería conocer el voleibol y la mente desde esa misma postura.

Volví y me rompí la rodilla.

Un año y tres meses después. He vuelto de nuevo. El motivo de ahora, sigue siendo el mismo, pero le he sumado algo más. Quiero sentirme útil y capaz. Quiero poner en práctica eso que he aprendido como entrenadora.

Y me mantiene el sentirme capaz y el disfrute que siento mientras juego.

Adecuo los retos a mis habilidades actuales y muy soy paciente conmigo porque entiendo que no me saldrán a la primera las tareas que se presenten.

Justo lo contrario que creo que hace que un jugador abandone. El no disfrutar y el sentirse incompetente frente al reto que tiene delante.


-> Si estas en ese punto de incomodidad, quiero que sepas que tu valía como persona es independiente a tu valía como jugador. Eres más que un jugador y lo que hagas en la pista no determina lo que hagas fuera de ella. Quizás el reto no concuerda con tus habilidades actuales y eso no te hace ser menos. Simplemente que en este momento ese no es tu lugar, no que tú no valgas para eso.

Sé honesto contigo, haz un análisis de que lo que eres, has hecho y tienes que realizar. Mira a ver si todo está en equilibrio. Si es así ten paciencia, saldrá. Sino, busca un lugar, en el que el reto te suponga esforzarte, no castigarte.


Tu post de cada lunes, hasta la semana que viene😉

Mar Durán 🚀 La Catalizadora Deportiva


Referencias

Castillo, I. & Álvarez, O. (2023). PSICOLOGIA SOCIAL de la actividad física, el deporte y el ejercicio. McGraw Hill.

¿Qué ocurre cuando hago un punto directo?

La euforia excesiva y la posterior desconcentración

Los que ya me conocéis sabéis que es imposible que observe un partido y no esté analizando qué pasa a nivel psicológico.

¿Te ha pasado que tras hacer un puntazo, te hacen un punto directo que ni ves venir?

He visto muchas veces, como cuando se hace un punto directo y este es celebrado eufóricamente, el siguiente punto es perdido de forma inminente.

Quiero decir, mi equipo acaba de hacer un bloqueo, lo hemos celebrado como si hubiésemos ganado el partido y en cuanto la bola se pone en juego, el otro el equipo nos hace punto. Pero no cualquier punto, sino un punto directo que no esperábamos.

Esto no es resultado de una causa-efecto, es solo la interpretación de un hecho al que lanzo la hipótesis que abajo desarrollo. No quiere decir que siempre pueda darse así, pero creo que en muchas ocasiones si puede influir. No obstante, está basado solamente en mi perspectiva como jugadora, entrenadora y psicóloga.

Nuestro cuerpo y cerebro tienden al equilibrio, es lo que conocemos como homeostasis. El cerebro busca seguridad y control, no le gusta las emociones desajustadas, ni aquello que sienta que no puede controlar.

Por eso, cuando hay un desequilibrio emocional de forma positiva, el cuerpo tenderá a desequilibrar la balanza para el lado negativo.

Si la celebración del punto es exagerada, mi nivel de activación subirá exageradamente. Tanto a nivel fisiológico como mental estaré sobreactivado.

¿Recuerdas que ocurría cuando el nivel de activación estaba por encima de la zona de máximo rendimiento? (Tienes una publicación concretamente hablando sobre esto😉)

Si lo recuerdas, enhorabuena, estás siendo un buen alumno.

Si no es así, te lo recuerdo. Cuando nuestro nivel de activación está muy elevado, nuestro cuerpo y mente están sobreactivadas, eso quiere decir que están recibiendo muchos estímulos que deben ser atendidos y procesados de forma correcta en un pequeño periodo de tiempo.

Volviendo a nuestro ejemplo, si acabamos de celebrar eufóricamente un punto, esa energía interna, aceleración fisiológica y mental van a reducir el rendimiento posterior de mi juego.

¿Por qué? Porque el cuerpo ahora tiene que regular ese desequilibrio emocional y actitudinal que acaba de desarrollar. La atención no podrá estar en el proceso de la información relevante como la bola, y el contrario. Sino que estará desarrollando su equilibrio emocional necesario para la supervivencia.

En la parte cognitiva, tras la emoción del «puntazo» que se ha hecho, vienen recuerdos de ese punto, desarrollando pensamientos como «qué puntazo, qué buenos somos, qué buen equipo».

A la mente aún le cuesta desengancharse de esa euforia y de ese momento tan bonito que acaba de pasar. En este momento si se sigue anclado a esa sensación y pensamientos la mente no podrá centrarse de forma adecuada al balón, ni a su relación con él.

¿Qué ocurre a nivel neuronal realmente?

Antes, te he hablado de la tendencia natural del cuerpo a mantenerse en equilibrio. En el aspecto psicológico pasa igual. La homeostasis psicológica, es la que se encarga de balancear nuestras necesidades a través de nuestra acciones.

Por eso, cuando generamos un exceso de dopamina, como respuesta el organismo segrega cortisol en contrapuesto de esta primera reacción.

Es decir, como acabamos de hacer un punto directo el cuál hemos celebrando eufóricamente. Nuestro cuerpo, está secretando dopamina como consecuencia de ese hecho. Te recuerdo que este neurotransmisor tiene funciones relacionadas con la motivación, el aprendizaje y la atención entre otras.

Un nivel óptimo de dopamina es necesario dentro del partido para que podamos tener ese interés competitivo y atencional. Pero si esta dopamina sufre un exceso. El cuerpo responderá a la inversa. En este caso, segregando cortisol, la hormona del estrés, que nos hará sentirnos un poquito menos felices que antes y reducirá nuestra atención.

En este momento, es cuando el otro equipo se aprovecha esta ventaja neuronal. Atacan y como nuestra mente aun anda procesando y equilibrando lo vivido, nos encuentran despistados y se suman un punto más a su marcador.

Normalmente, durante el partido los equipos experimentados suelen mantener un equilibrio emocional. Y es raro, que se sufra este exceso de dopamina. No obstante, es curioso observar como la celebración exagerada en momentos puntuales puede crear, posteriormente, más perjuicio que beneficio.

También he visto algo similar a lo largo de los partidos, en edades jóvenes. Aquí este equilibrio emocional aun no tan desarrollado y pasa que, al inicio del set se juega muy bien, pero no se es capaz de mantener esta dinámica durante todo el partido. Por lo que, a lo largo del mismo encuentro puedes encontrarte equipos muy diferentes en el juego, pero siendo los mismos.

¿Cómo gestionar esa euforia y continuar concentrado en el partido?

Lo primero, pon los pies en el suelo.

Has hecho un punto. Ha sido un buen punto, pero nada más. Se necesitan 25 para ganar el set y ganar 3 set de 5 para finalizar con la victoria a tu favor. Aun hay mucho partido.

Celébralo yendo al centro, choca a algún compañero o pega algún grito. Pero mantén esa celebración. Es importante que la euforia no sobrepase su limite. No proporciones un exceso de dopamina, porque le seguirá el cortisol.

La bola vuelve a estar en juego muy rápido. Así que más rápido tienes tú que volver a conectar con el juego.

Usa tu palabra de detención del pensamiento y rutina de pre-actuación para que reengancharte al siguiente punto sea mucho más fácil.

Tienes una publicación en la que te cuento como desarrollar esa detención del pensamiento. Si quieres ir un paso más allá, envíame un mensaje y desarrollamos juntos esta habilidad para que controles tu pensamiento durante el partido 💪

En resumen, quédate con lo que hiciste bien, date la enhorabuena y sigue currando.

  • Ve al centro a celebrarlo con el equipo
  • Choca la mano a alguien
  • Sonríe a tus compañeros
  • Vuelve a tu posición
  • Localiza la bola
  • Usa tu palabra de detención del pensamiento
  • Enfoca tu atención en la bola
  • Realiza tu rutina pre-actuación
  • Y haz el punto de nuevo

Tu post de cada lunes, hasta la semana que viene😉

Mar Durán 🚀 La Catalizadora Deportiva


Referencias

PsicoActiva. (s.f.). Psicología, Test, Inteligencia. Recuperado de https://www.psicoactiva.com/

Cuatro estrategias para controlar tu mente cuando estás cansado o dolorido

Quiero mostrarte una serie de herramientas que pueden serte útiles para controlar tu pensamiento.

Controlar tu autodiálogo mediante lo que te dices es esencial en cualquier especialidad deportiva.

Este recurso va destinado para aquellos periodos en los que la competición es larga o muy intensa (una carrera, triatlón, hockey sala) y la actividad es bastante explosiva, monótona o aburrida. También puede ser muy útil para momentos de pausa dentro del juego.

Por lo tanto, la idea es tener el poder de controlar las sensaciones de cansancio o dolor y la actividad cognitiva negativa que se desarrolla alrededor de esos sentimientos de incomodidad: «con este dolor no sé si podré llegar, «estoy que no puedo más», «me rindo».

Está claro, que estas sensaciones y pensamientos pueden tener una base real que no se debe ignorar.

Por esta razón la intención es favorecer al deportista para que continúe en la competición controlando su pensamiento, ya se encuentre cansado, dolorido o desmotivado.

Técnicas atencionales

Lo que te presento a continuación son cuatro categorías que relacionan las demandas atencionales de la situación deportiva (correr, nadar, etc.) y la atención/distracción a la sensación que se desea controlar (cansancio, dolor, pensamientos negativos). Es decir, mezcla la atención que debo tenerle al desarrollo de la actividad con los pensamientos negativos que surgen a causa del cansancio, dolor o errores.

Estas categorías son:

  • Atención-Distracción; el deportista se centra en el desarrollo deportivo y se distrae del cansancio/dolor. Debe enfocarse intensamente en los estímulos y respuestas que son relevantes para rendir (la zancada al correr, la situación de los rivales, el feedback del pulsómetro). «Céntrate en cada pisada», «vas bien de pulsaciones», «en esa bajada me dejo caer y acelero», pueden ser algunos de los pensamientos que mantendrán al deportista atento a su demanda deportiva.
  • Atención-Atención; el deportista dirige su atención a las demandas deportivas y a las sensaciones de cansancio/dolor. Asocia las sensaciones del rendimiento deportivo a su estado físico. «Estoy cansado, pero voy muy bien»; «me duelen las piernas, pero un último esfuerzo y llego»; «sabía que sería duro, pero sigo corriendo bien», son los pensamientos que acompañan a esta categoría.
  • Distracción-Atención; el deportivas aparta su atención de las demandas deportivas y atiende solo a las sensaciones cansancio/dolor. Evalúa el grado de cansancio/dolor usando una escala de 1-10 de para trasformar esas sensaciones en estímulos más agradables (imagina que es un masaje; imagina que es un proceso que controla el dolor (anestesia). «Me duele pero puedo controlarlo si me concentro en ese dolor», sería el pensamiento ideal para acompañar a esta estrategia.
  • Distracción-Distracción; el deportista aparta su atención de las demandas deportivas y del cansancio/dolor. Se centra en imágenes o pensamientos ajenos a la actividad; habla con un compañero; se centra en la música que oye en unos auriculares; (si es posible) aplica algún ejercicio de relajación; o piensa en cosas que entretienen su atención.

Es importante que el deportista junto con el psicólogo, elija y perfeccione las técnicas que crean que más útiles les será para usar. a utilizar.

Normalmente, es apropiado que disponga de al menos dos de estas categorías para poder combinarlas en el trascurso de la competición.

Así, cuando aparezca el cansancio o el dolor, podrá decidir seguir centrado en el rendimiento, ignorar la sensación o asociarla; luego, puede distraerse de ambos para mantenerse dentro de la carrera.

El deportista debe aplicar las técnicas que considere más eficaces. No obstante, una buena estrategia es pasar de una categoría a otra.

La misma actividad de cambiar y poner en práctica distintas técnicas es un trabajo mental muy productivo que conduce a contrarrestar y reducir la actividad mental negativa relacionada con las sensaciones de cansancio o dolor


Tu post de cada lunes, hasta la semana que viene😉

Mar Durán 🚀 La Catalizadora Deportiva


Referencias

Buceta, J.M. (2020) Psicología del Deporte de Alto Rendimiento. Barcelona, España: Editorial Dykinson, S. L.

Rendimiento deportivo en presencia de otros

¿Afecta el público a como se juega?

Vitali Kobzev lo tiene claro y así nos lo contó en La Charla PsicoDeportiva

Vitali Kobzev en La Charla PsicoDeportiva

Y ¿tú que opinas?

Ahora, vamos a ver que dicen las teorías sobre ello.

Para empezar, este rendimiento en presencia de otros tiene dos resultados, la facilitación o la inhibición social.

El primero en acuñar el término de facilitación social fue Allport en 1924. Con esta frase hacía referencia a esas situaciones en las que el rendimiento deportivo se mejoraba en presencia de otros. Por el lado contrario y años más tarde, Zanjonc (1967), nos habló de la inhibición social. Hacía alusión con este término al empeoramiento del rendimiento deportivo cuando hay otros a nuestro alrededor.


Este mismo autor, desarrolló una teoría que explicaba el modelo explicativo de estos dos conceptos. La teoría del drive, como la bautizó decía lo siguiente: «la presencia de otras personas aumenta tanto la activación como el impulso de la persona» (Zajonc, 1967, citado por Castillo y Alvaréz, 2023). Este impulso produce una mayor probabilidad de que la persona ejecute respuestas dominantes. Las respuestas dominantes son aquellas que prevalecen ante otras, las que se adquieren en presencia de un estímulo. Dicho con otras palabras, serían aquellos gestos que nos salen automáticos.

Retomando con la teoría del drive, la grada con gente hará que se desarrollen respuestas automáticas en tareas sencillas para el jugador, aumentando así su realización en estas, pero, hará que las respuestas más complejas se vean inhibidas (no se desarrollen).

Relacionando esto, con equipos en edades de formación podríamos entender lo siguiente. Un jugador joven durante el partido en el que hay público solo desarrollará aquellas acciones que ya tenga en su memoria como respuestas dominantes y automáticas ante un estímulo.

Imagínate que una de tus jugadoras tiene como conducta reactiva rematar fuerte, sea como sea la colocación. Si este chica se encuentra jugando ante el público es más probable que ejecute esa acción, dominante ante ese estímulo concreto. Lo raro será que desencadene el aprendizaje nuevo que comenzó a trabajar esa misma semana.

En esta situación, las tareas complejas son inhibidas (no se darán aprendizajes nuevos) y las acciones automáticas son facilitadas (se realizará aquello que ya se domina).

Lo contrario ocurriría en un jugador con mucha trayectoria y experiencia. En este caso, como nos contaba Vitali al principio, para él, que haya público siempre es mejor, es más bonito. El central ya tiene automatizados los gestos y acciones adecuadas ante cada estímulo, por eso él se ve beneficiado ante esa grada repleta.

En contraste, mis jugadoras (chicas que recién acaban de empezar a jugar) suelen ponerse nerviosas ante el público y no siempre quieren que haya. ¿La razón? La que te he comentado. Mis jugadoras aun no tienen los patrones correctos desarrollados ni sus respuestas automáticas son las que más correctas.

Son jugadoras que están aprendiendo, por lo que en el partido, como aun no tienen automatizados los patrones técnicos correctos, los ejecutarán como saben hacerlo. Es decir, jugarán peor de lo que entrenan.

Además le añadimos que su atención estará dividida y se sentirán evaluadas (te lo explico más adelante).

Y esto no quiere decir que lo que se trabaja durante la semana no esté surgiendo su efecto. Sino que, hasta que eso no forme parte de la respuesta dominante, mis jugadoras seguirán realizando conductas automáticas no muy acertadas.

Por lo tanto, sé paciente cuando tus jugadoras en formación estén en la pista. El público tiene este efecto en nosotros. Facilitará las acciones simples e inhibirá las complejas. Siendo complejas las que aun no están dominadas por el jugador. No obstante, en el entrenamiento, donde no haya público, si realizará esas nuevas acciones que aun no tiene automatizadas.

Este fenómeno se ve muy claro en la tanda de penaltis dentro del fútbol. Ante esa situación, el jugador tiene más tendencia a enviar el balón a donde hasta ahora lo ha enviado. Además, cuanta mayor transcendencia tenga el partido, más probabilidad tendrá de mantener esa tendencia propia hacia una dirección concreta.

Otros autores también nos habla sobre el impacto del público. Cottrel (1972) elaboró la teoría de la aprensión a la evaluación. Es decir, formulaba que la presencia de otros actúa como distractor para el juego, incrementando el impulso y la respuesta dominante, como ya nos contaba Zajonc.

Por otro lado, la teoría biprocesual del procesamiento de la información de Manstead y Semin en 1980 defendían lo siguiente. Las tareas automáticas tiene un desarrollo rutinario, por eso, en presencia de la gente aumentan su atención y su rendimiento.

Opuestamente, ocurre con las tareas controladas (esas que aun se encuentran en aprendizaje) que requieren una mayor atención y concentración para realizarse. En estas la grada ejerce una función evaluadora (siento que están juzgando y hablando sobre como lo hago) y por esa razón el jugador divide su atención entre la tarea y el público, lo que solo le permite desarrollar tareas que ya están automáticas, porque son las que necesitan menos concentración para que se den.

En último lugar, Paulus propone un modelo integrador uniendo a las anteriores teorías. El modelo cognitivo-motivacional nos dice que los efectos sociales en presencia de otros incrementa las consecuencias positivas y negativas. Estas consecuencias sociales afectan a los procesos individuales y al rendimiento personal frente a la tareas.

Dentro del modelo, se aprecian las consecuencias negativas y positivas de este efecto social.

  • Consecuencias negativas, se desarrollan ante la posibilidad de fracasar por no realizar bien la tarea y temer que la gente pueda recriminarlo y reírse ante ellos
  • Consecuencias positivas, tienen relación con el apoyo de la grada expresada a través de la aprobación y admiración de estos hacia el jugador.

En resumen, y a modo de recopilación, el rendimiento en presencia de otros:

  • Aumenta el rendimiento en tareas simple y automáticas
  • Disminuye el rendimiento en tareas complejas, aun por aprender
  • Puede actuar como distractor y dividir la tención entre tarea y audiencia
  • Afecta al proceso y rendimiento individual

El público desarrollará tanto consecuencias negativas como positivas. Va a estimular tu impulso facilitándote tareas sencillas y complicarte respuestas que aun no tienes controladas.

Por lo tanto, tu tarea como entrenador será minimizar el proceso de inhibición y reforzar los procesos de facilitación en tus jugadores.


Tu post de cada lunes, hasta la semana que viene😏

Mar Durán🚀 La Catalizadora Deportiva


Referencias

Castillo, I. & Álvarez, O. (2023). PSICOLOGIA SOCIAL de la actividad física, el deporte y el ejercicio. McGraw Hill.