La Comunicación No Verbal del Entrenador

Siempre estamos comunicando aunque no queramos comunicar

¿Somos realmente consciente de los que transmitimos? ¿Mi postura corporal, mis gestos, mis expresiones faciales son las mismas en un partido que en un entrenamiento?¿Deberían serlo?¿Cómo transmito confianza a mis jugadores?

Muchas veces emitimos un mensaje verbal que no corresponde con el corporal. ¿No te ha pasado como entrenador que pides calma alterado, y como consecuencia solo consigues que tus jugadores se pongan más nerviosos?

En este caso, si tuviese que darle porcentajes a la importancia de la comunicación no verbal y verbal, ¿a qué le darías mayor número?¿Cuál sería el resultado?

Albert Merhabain descubrió que cuando representamos emociones, es decir, cuando hay una situación emocionalmente intensa, el mayor porcentaje de lo comunicado recae en la comunicación no verbal. Es decir, tan solo el 7% de la comunicación sería lo hablado, las palabras. El 38% el tono de voz, el volumen y la entonación y 55% del mensaje en general sería el procedente del lenguaje corporal: postura, gestos, expresiones faciales y microgestos.

Cuando descubrí este experimento mi forma de comunicarme con los demás cambio totalmente. O eso intentaba. Digo intentaba porque, es complicado modificar algo que no sabes que tienes que modificar. Quiero decir, si no soy consciente de qué transmito o en cambio estoy segura de que transmito lo que quiero trasmitir (pero no es así), es muy complicado poder modificar algo de esto.

Por eso, la base de todo esto es poder ser consientes de qué queremos trasmitir y realizar aquello que transmita realmente esa emoción que queremos que traspase.

Durante el desarrollo deportivo, como ya comenté otras veces, la emocionalidad es el eje central. Continuamente el deporte nos hace sentir emociones intensas que no sabemos gestionar adecuadamente. Es muy típico ver como tras una recepción fallada o un saque fuera, el jugador se lamenta, zarandea sus brazos enfadado o se tapa la cara avergonzado por su equivocación.

Constantemente emitimos información con nuestro cuerpo, y como entrenadores, la mayor parte del tiempo nuestra comunicación se basa en ello.

En el trascurso de los partidos suele haber mucho revuelo, se oyen cánticos, palmas, silbidos, el pitido del árbitro. En un contexto así, comunicar algo con palabras al jugador suele ser una tarea complicada. Puedes decir algo, pero no sabes cuanta parte de esas palabras están llegando realmente al jugador.

Este pasado sábado en un amistoso con mis jugadoras, en un momento concreto, trataba de dar una instrucción a una de mis jugadoras, se la dí y ella asintió. Otra que estaba conmigo en el banquillo me dijo, Mar no se ha enterado, la mayoría de veces no nos enteramos de lo que nos dices. Y pensé, claro, si es normal.

Para empezar, están concentradas en el partido, tienen los ojos y la atención en el otro campo. Para centrar su concentración, tratan de obviar el ruido tan odiosos que a veces se crea, por lo que, es normal que cuando el entrenador trata de emitir alguna información, ésta no siempre llega de igual manera que se emite.

¿Porqué cuento esto? Por que imagínate que yo le estoy reforzando positivamente algo que acaba de hacer bien, pero hoy no descasé bien y mi rostro está apagado, ojeroso y cansado. No emito mucha efusividad en el mensaje ni le sonrío. Si ella no ha escuchado el mensaje, ¿creéis que se tomará ese mensaje como un elogio?

¿Qué tipo de mensaje llega a nuestros jugadores cuando nosotros estamos tensos? ¿Verdaderamente somos capaces de controlar e ir modificando nuestro lenguaje corporal en situaciones complicadas?

Grabo siempre los partidos de mis jugadoras, para analizar y poder sacar estadísticas sobre sus partidos. Es decir, no es con fin de grabarme a mí. Pero siempre salgo por ahí dando indicaciones. La primera vez que me vi en un partido, me sorprendí y casi asusté. De primeras me molestaba verme, lo que veía no me gustaba, porque estaba trasmitiendo algo que en ningún momento quería transmitir.

Tenia cara seria y tensa mientras les decía «muy bien». Me movía mucho y no paraba ni un segundo quieta mientras les pedía calma. Gesticulaba mucho y muy rápido, quería decir muchas cosas en poco tiempo y me trababa… Bendito, el momento en que me vi, porque empecé a ser consciente de cuentas cosas estaba haciendo sin saber que lo estaba haciendo.

A raíz de ahí, mientras entreno y estoy en los partidos trato de observar como me posiciono delante de ellas, como me muevo, qué expresión facial tengo y cómo emito aquello que quiero que realmente cale.

Cada situación es diferente, y mi comunicación no verbal debe ir variando. La intención es que haya una congruencia real entre lo que muestro y digo. Si somos capaces de poder mostrar eso que queremos decir, nuestros jugadores van a sentir que esa información es real y pueden fiarse de ella.

Aunque creamos que sí, no sabemos disimular lo que sentimos, podemos obviarlo e ignorarlo nosotros, pero por fuera se ve. Y no llega al otro de igual manera. Si digo «muy bien hecho» mientras sonrío y aplaudo el jugador sabrá que esa información es sincera y lo que se dice se piensa de verdad. Si le digo «muy bien» con cara seria, el jugador sabrá que en verdad, el entrenador no cree que lo ha hecho bien.

Nuestros jugadores confiarán en nosotros cuando nuestra información esté en sintonía, cuando lenguaje verbal y no verbal vayan en la misma dirección.


Perdonarme😅 Me lancé a hablar de comunicación no verbal sin hacer referencia a qué aspectos concretamente son los que forman parte de esta comunicación sin palabras. La comunicación no verbal, es definida por Teresa Baró (2020) como las diferentes formas en las que nos expresamos sin palabras. Baró afirma que, siempre estamos comunicando, a través de nuestro lenguaje no verbal, aunque no queramos o no seamos conscientes.

El lenguaje no verbal lo constituye lo siguiente:

  • Proxemia, nuestro espacio personal y el uso con el entorno. Es esa distancia que tomamos respecto a la persona con la que estemos.
  • Kinesia, es el lenguaje corporal dónde incluimos gestos (movimientos de la cabeza, brazos y piernas), postura corporal, contacto visual, expresiones (sonrisa) y microgestos faciales.
  • Paralingüística, es todo lo que hay alrededor del mensaje, el tono, el volumen, el ritmo, la entonación.

Como ves, no solo forma parte del lenguaje lo que digo, sino el cómo, el qué le acompaña y a la distancia que lo emito.

Por último, dentro de todo este conjunto de aspectos a tener en cuenta, creo que hay dos que pueden ser nuestros aliados. La mirada y la sonrisa.

La mirada es capaz de expresar sentimientos, emociones e incluso reflejar actitudes (Baró, 2020). Por lo que, puede ayudarnos en muchas ocasiones a diluir nuestro mensaje y a comunicarlo de mejor forma.

Asimismo, la sonrisa es una forma de estimular sentimientos agradables (Baró, 2020). Es un fenómeno social que se contagia, que nos ayuda a reducir el miedo, liberar estrés y disminuir el enfado. Si ves que tu jugador está tenso, sonríele, le calmará.


En resumen:

  • Comunicamos siempre aunque no queremos comunicar nada
  • Nuestra comunicación no verbal se lleva gran parte del peso si estamos en una situación tensa
  • Debemos ser conscientes de nuestro lenguaje corporal para poder modificarlo
  • La comunicación no verbal variará según el contexto (regañar, reforzar o tranquilar a alguien)
  • Identificar mi lenguaje no verbal me va a ayudar a identificarlo en mis jugadores
  • Si hay congruencia entre lo que digo y comunico la comunicación con mis jugadores será mucho más efectiva
  • Si mi cuerpo trasmite confianza y seguridad, mis jugadores estarán seguros y con confianza dentro de la pista
  • La sonrisa destensa y da calma

Este tema es uno de los primeros abordajes que he tratado con clubes a los que formo. Por si no lo sabías, trabajo como formadora de entrenadores a nivel psicológico y les imparto seminarios en los que les ayudo a desarrollar habilidades para aumentar su rendimiento como entrenadores. En este caso, estamos trabajando cómo ser consciente del lenguaje corporal, cómo identificarlo en los jugadores y cómo mostrar aquello que queremos verdaderamente quieren transmitir.


Tu post de cada lunes, hasta la semana que viene 😉

Mar Durán 🚀La Catalizadora Deportiva


Referencias


Baró, T (2020). La guía del lenguaje no verbal. Barcelona, España: Editorial Planeta, S. A.


Ahora también puedes escucharme en La Charla PsicoDeportiva, cada martes a las 20h en directo en @mardurannn (Instagram) o los miércoles en Spotify.

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