¿Cómo transmitir confianza a mi jugador?

Como sabes llevo todo el año trabajando con dos clubes a nivel psicológico (Club Voleibol San Pedro en Marbella y Club Voleibol Manzanares en Madrid). A parte de impartirles mensualmente un aspecto psicológico a desarrollar individualmente y con sus jugadores, tenemos sesiones individuales en las que ellos me trasladan sus dificultades personales y conflictos en la interacción con sus jugadores.

Durante las primeras sesiones, me gusta que se establezca un objetivo. Este será el foco que tendrá cada una de nuestras intervenciones y hacia donde irán las acciones del entrenador.

Te cuento esto, porque hoy quiero hablarte de una cuestión que muchos de ellos me pidieron tratar: transmitir confianza al jugador.

En alguno de ellos, este fue su objetivo a trabajar conmigo. El principal problema era ser capaz de trasmitir confianza al jugador en partidos cuando el marcador estaba empatado y había mucha tensión. Me decían que les costaba hacer que el jugador pudiese confiar en sí mismo en esa situación y ellos no sabían como podían ayudar.

Sigue leyendo, te cuento cómo lo conseguimos.

Mi jugador no me hace caso cuando le digo «tranquilo»

Siempre que me lanzaban esta cuestión, partía el diálogo desde el mismo lugar.

¿Cómo estás tú cuando quieres trasmitirle confianza al jugador?

O mejor dicho, ¿qué le dices y cómo te comportas mientras emites este mensaje?

🛑Para de leer un segundo, y piensa en las últimas veces que le dijiste a tu jugador «tranquilo, confía, lo estás haciendo bien», ¿en qué estado lo hacías tú?¿estabas tranquilo, parado y hablando con calma?¿o estabas caminando moviéndote nervioso, hablando muy rápido y trabándote por tanta energía?

¿Cómo crees que se sentirá el jugador si escucha un «confía estate tranquilo» de una persona que hace aspavientos, se mueve rápido y la desconfianza le come el rosto?

¿De verdad crees que ese chico estará tranquilo con toda esa información no verbal que le está llegando de su entrenador?

Lo siento, pero no.

Ya lo vimos en la publicación: Comunicación No Verbal Para el Entrenador (la cual te recomiendo).

En momentos tensos de este tipo, la información verbal ni siquiera llega, hay mucho ruido y estrés que impiden que esa información pueda llegar al jugador.

No obstante, si se ve todo lo que el entrenador nos emite sin palabras, y esa información es la que SÍ llegará.

Y si es incongruente lo que se dice con lo que se hace, solo tendrá la influencia lo que NO se dice, es decir, de lo que ve.

Lo que necesitas para transmitir confianza

Lo que te contaré a continuación puede parecerte muy lógico, pero mientras estás en ese momento tan tenso no eres consciente de esta cuestión.

Para poder transmitir confianza a tu jugador lo que necesitas es tenerla tú.

Primero en ti mismo, luego en la situación y por último en tu jugador.

Sin esto, da igual lo que le digas, jamás le calará.

Con esto claro, ya podemos trabajar en esa transmisión.

Vamos a ello:

  1. Busca qué es eso que te hace estar y sentirte seguro en una situación.
  2. A continuación, piensa qué es lo que hace que puedas confiar en tu jugador. Concretamente, qué acciones tiene que hacer durante el juego y el entrenamiento para que cuando esté en la pista, tu confianza sea incondicional.

Haz una lista de ambas categorías, donde escribas todo eso que crees que es necesario.

Empecemos con la segunda. En cuanto tengas claro los aspectos que te darán confianza, comunícalos a tus jugadores, ellos deben saber que tienen qué hacer para que su entrenador confíe en ellos.

Y con la primera te ayudo ahora mismo.

La idea principal es que pongas aquellas cosas que te hacen estar tranquilo en el día a día. Y luego concretar las de entrenador, ambas nos ayudarán a crear ese espacio de confianza y control sobre la situación.

A modo de ejemplo te pongo lo siguiente.

Cosas que me hacen estar tranquilo en el día a día:

  • Organizarme el día y planificar que haré a cada hora
  • Meditar
  • Leer en la cama nada más levantarme
  • Desayunar sin prisas escuchando algo de música
  • Ver una serie divertida

Cosas que me hacen estar tranquilo en el entrenamiento y partido:

  • Tener y transmitir un objetivo claro de cómo quiero que se den y se hagan las cosas
  • Haber tenido una buena semana de entrenamiento donde lo trabajado se haya consolidado en cada jugador
  • Tener alguien en el campo que sepa mantener la atención y la actitud defensiva
  • Elaborar un plan de las posibles cosas que pueden sorprenderme y cómo actuar cuando se den (que el contrario nos remonte, que estemos 5 puntos abajo, perder por dos sets…)
  • Conocer respiraciones para relajarme en momentos tensos y saber usarlas.

Una vez que ya tengas todo lo que te hace sentir seguro, solo tendrás que hacer que esos detonantes de la confianza se den antes del partido y de alguna forma lleguen a ti durante los momentos tensos.

Crea tu rutina pre partido como entrenador. Mete en ella alguna de esas cosas que te darán tranquilidad.

Y recuerda, solo podemos trasmitir eso que sentimos y sabemos. Es extremadamente importante que para transmitirle confianza al jugador tú la tengas en él, en ti y en la situación.

Si quieres que te ayude a profundizar en tu situación y grupo, ponte en contacto conmigo. Puedes hacerlo por correo (marduranpsicologadeldepor@gmail.com) o por Instagram (@mardurannn).

Si eres un club, estaré encantada de trabajar con este formato contigo. Estoy cerrando los clubes para el año que viene, si estás interesado, háblame ya 😉

A lo largo de esta semana habrá un regalito especial sobre este tema en mi cuenta de Instagram. Sígueme para no perdértelo ♥️


Tu post de cada lunes, hasta la semana que viene 😉

Mar Durán 🏐 Psicóloga del Deporte


Lo que hay detrás de un ascenso

San Sadurniño y Universidad de Granada, los recién ascendidos

En el post de hoy os traigo la historia de dos equipos que recién acaban de ascender a una categoría superior. Quiero analizar algunos puntos que he visto en común y sacar algunas otras ideas que pueden servirte para preparar tu ascenso.

Antes de nada, mi enhorabuena a ambos equipos, Universidad de Granada y San Sadurniño por vuestro ascenso.

Como podréis imaginar este post es bastante especial, por que el primer equipo forma parte de mi club, son mis amigos y he vivido con ellos el trascurso de esta temporada.

A SanSa apenas los conocía, pero su capitán Marcos Piñón me ayudó a conocer un poquito el trascurso de esta temporada. Desde aquí, una vez más, gracias Marcos.

A cada uno de los equipos le hice unas preguntas que sentía que podían ayudarme en mi análisis.

  1. ¿Qué os ha hecho ascender? Las cinco cosas claves que han formado parte de vuestro año y que sin ellas el ascenso no se hubiese dado.
  2. Sabiendo que el objetivo inicial no era ascender, ¿qué expectativas se crearon con el nuevo reenfoque al saber que si se podía conseguir?
  3. ¿Qué importancia crees que ha tenido que no se buscara el ascenso desde el principio? ¿De qué forma influyó en el inicio de temporada?
  4. ¿Cuánta importancia ha tenido la relación entre jugadores y el entrenador? ¿Cómo ha sido esa relación?

¿Quieres saber que respondieron? Sigue leyendo😏

Club Deportivo Aldebarán San Sadurniño

Antes de desvelarte las respuestas que el mismo capitán Marcos me contó, quiero ponerte en contexto sobre este club.

Este club nace en un pueblo pequeño (3000 habitantes aprox) que pertenece a la comarca de Ferrol en A Coruña, Galicia.

Manuel Seco, profesor del colegio, decidió empezar a enseñar voleibol para entretener a los estudiantes en su turno partido. Con el tiempo, se encargo de que amaran con locura el voleibol y acabaron creando el club del que hoy os hablo.

El mismo Marcos lleva en ese club desde que era un alevín.

Me contaba que fueron el primer club de España en estar en una primera división con menos de 5000 habitantes.

Anteriormente estuvieron dos veces en la máxima división de nuestro país. El mismo Marcos, asciende por tercera vez esta temporada.

Él comenzó a jugar en el equipo cuando este se encontraba en Primera Nacional, con tan solo 16 años. Consiguieron ascender a SuperLiga 2 y allí se mantuvieron algunos años con muchos sacrificios y haciendo malabares para mantener esa plaza, es un pueblo muy pequeño y a nivel económico apenas tenían recursos. No obstante, consiguieron ascender a SuperLiga 1.

Eso si, en la máxima división solo estuvieron ese año debido a la escasez de medios económicos.

Movistar + tiene un documental sobre esta primera vez que ascendieron: Informe Robinson, Un pueblo de Élite.

Te lo recomiendo enormemente, una vez los conozcas más en profundidad querrás saber todo de ellos y acompañarle es su nueva aventura. Al menos, eso fue lo que me pasó a mi.

Sabiendo esto, ahora comprendo mucho mejor su ascenso y la magia de ese lugar. Siendo honesta, se ganaron una fan que les seguirá muy de cerca.

¿Qué os ha hecho ascender?

Fue la primera pregunta que le hice al capitán gallego. Su respuesta, confirmó lo que yo sospechaba.

«Creo que lo que nos ha hecho ascender en parte es el gran grupo que hemos hecho como equipo y lo bien que nos hemos llevado entre nosotros, en todo el año no hubo problemas entre compañeros y cuerpo técnico lo cual es muy importante».

A esto, le sumaba las que para él fueron las cinco claves de su exitosa temporada:

  1. El gran grupo por el que estaba formado el equipo.
  2. El gran trabajo del entrenador para llevar el grupo, gestionar y trabajar muy bien pese a tener un grupo que no es profesional. No pueden entrenar todos los días todos los jugadores por motivos laborales o de estudios.
  3. La baja presión por no tener como objetivo ni copa ni ascenso a principio de año e ir día a día disfrutando de los resultados
  4. La juventud del equipo que se traduce en la pista en ilusión por conseguir títulos una vez tuvimos la oportunidad.
  5. La posibilidad de jugar en nuestra casa la fase fue importante porque no habíamos perdido en todo el año en nuestro pabellón y en una fase de ascenso siempre ayuda jugar con nuestra afición.

Sabéis que siempre os hablo de la importancia de las expectativas realistas y cómo influyen y suelen perjudicar las ideas que generan falsas ilusiones. En el caso del SanSa fue todo lo contrario.

«El objetivo no era ascender a principio de año» me decía Marcos.

Y continuaba su discurso diciéndome: «poco a poco nos fuimos creyendo que por lo menos podíamos clasificar para la fase de ascenso». Lo consiguieron y «una vez clasificados y jugandola en nuestra casa no teníamos la presión porque no era un objetivo, pero si todo el equipo y cuerpo técnico y directiva confiaba en que podíamos ser capaces de hacerlo».

Es decir, todo estaba a favor de ellos. En primer lugar, como él mismo dice, al no ser un objetivo de inicio el ascender, cuando el grupo se encuentra a las puertas de ello, no tiene presión, ya que superó hace tiempo esas expectativas. En ese punto solo queda disfrutar y jugar.

No tener el ascenso como un objetivo tuvo bastante importancia en ellos porque eso mismo les permitió jugar la primera parte sin presión ninguna, como el capitán decía, «partido a partido».

Lo interesante de esto fue que, clasificaron para la Copa Principe y allí se dieron cuenta de que, casi pudieron ganar al mejor equipo. Con lo que «empezamos a creer que podíamos ganarle a cualquiera y conseguirlo, pero sin la presión de estar obligados y al final ha dado sus frutos» me confesó el mismo Marcos.

La historia de este equipo me tocó la fibra sensible porque me recordó a mi pueblo. Si eres de ciudad, quizás no entiendas esto, pero quién se cría en un pueblo sabe que esa forma de vivir y convivir no se da en otro lugar. La cercanía de cada persona, la humildad, la calidez, hace que quien vive allí se contagie de esa magia.

Esto hace, que si la mayoría de miembros del equipo son gallegos y algunos incluso del mismo SanSa, la unión entre ellos sea muy real y resistente a cualquier bache.

Así mismo, el propio capitán ensalza la importancia de la figura del entrenador en el éxito del equipo. «Parga ha sabido como adaptarse y gestionar el grupo teniendo en cuenta las circunstancia de cada uno de ellos» me confesaba el gallego.

Al ver el documental, entendí esto que me decía Marcos sobre su entrenador. Él mismo, había sido jugador en ese primer ascenso junto a Marcos. Y en la pequeña entrevista que hizo tras el ascenso actual, Pablo Parga dijo: «son unos cracks, son jovencitos y han competido toda la temporada a un nivel muy alto, es muy digno de elogiar, hicimos un grupo muy sano que tiraban unos de otros.»

En ese primer ascenso, el que se documenta donde más arriba os enlacé, Parga fue uno de los extranjeros que formó parte de ese equipo. Esos siete convivían en la misma casa, donde ese roce hizo esto mismo que el creó en los suyos, «un grupo muy sano donde unos tiraban de otros».

Mi enhorabuena a Pablo y a todo el cuerpo técnico. Una vez más siento que se confirma eso siempre digo, nuestro equipo es un reflejo de nuestro trabajo como entrenadores, y Parga ha hecho un muy buen trabajo y estos chicos supieron responder muy bien.

Universidad de Granada

Pasamos de un pueblo de no más de 3000 habitantes a una ciudad de unos 200.000.

El Club de Universidad de Granada tiene un recorrido ejemplar. El equipo femenino de los 2000 fue el primer equipo de la provincia en entrar en una competición europea.

Durante muchos años permaneció en la máxima división de nuestro país, tanto los equipos masculinos como femeninos.

Por temas ajenos al propio club, estos abandonaron las divisiones superiores y empezaron a jugar en las competiciones andaluzas.

Actualmente, el equipo masculino, recién ascendió a SuperLiga 2 después de unos 30 años, y siendo recién ascendidos de Primera Andaluza.

Al igual que con SanSa, te traigo testimonios de la misma entrenadora y el capitán de este equipo.

Ella es ni más ni menos, que Olena Zalyubovska exjugadora con un gran recorrido internacional siendo jugadora de nuestra selección y anteriormente de la Unión Soviética, a su vez su recorrido como entrenadora no se queda atrás. Le acompañará en su discurso Javi Sánchez capitán y receptor del conjunto granadino.

Antes de nada, quiero dejar por aquí escrito mi profunda admiración a Olena.

Para mi esta mujer es el equilibrio perfecto entre exigencia y cercanía. Sabe en cada momento como actuar y de qué forma debe hacerlo con cada uno de ellos. Y por si no fuese poco, es la persona más coherente y autentica que conocí. Pide compromiso, porque ella lo da.

Ni os hacéis una idea de los sacrificios que diariamente hace por el equipo. Si no tiene que dormir, no lo hace, pero sus tareas del equipo siempre están al día.

Olena, gracias por siempre dejarme que me acerque a ti, por confiar en mí y dejarme aprender de ti.

¿Qué os ha hecho ascender?

Me encantaron las respuestas de Olena, no por nada, sino porque hablaba la experiencia en el juego. No suponía, sino que afirmaba porque todo lo que había hecho anteriormente tenía su porqué.

Las cinco claves que ella defendía sobre su ascenso fueron las siguientes:

  1. La buena organización de todo el proceso, a pesar de tener pocos recursos humanos. He tratado de hacerlo de la mejor forma posible. Llevar todo una persona, ha sido lo mas complicado por eso la organización fue tan fundamental.
  2. La planificación integral, teniendo en cuenta todos los aspectos del juego, la psicología, la táctica y la preparación física.
  3. El compromiso que han tenido los chavales. No siempre fue total, pero si hubo un trabajo constante, y mucha importancia a esa dedicación.
  4. El entrenamiento, teniendo en cuenta su volumen, tanto en pista como en el gimnasio.
  5. El análisis del contrario, casi ninguno del nuestro, pero siempre del otro.

Y me añadió una sexta, agradeciendo el trabajo y la cooperación con su segundo entrenador (José Moreno) él cuál para ella ha sido «un gran y fiel ayudante».

Respecto a estas claves, Javi, el capitán, coincidía con la importancia del compromiso y añadía las siguientes:

  1. No nos permitimos fallar, aunque aveces íbamos confiados, en seguida poníamos los pies en el suelo y seguíamos trabajando.
  2. El compromiso de Olena a la hora de estudiar y saber como enfrentarse al otro. Resaltando aquí lo que ella misma comentaba más arriba.

El capitán añadía a esto que ha sido una clave muy importante el liderazgo de Olena. «Sin ese saber liderar, cada uno va a su bola. Pero cada uno sabía lo que había y cual era su función» me confesaba el capitán.

Olena nunca habló del ascenso al inicio de la temporada. Es más, el objetivo marcado era mantenerse. Acababan de ascender de Primera Andaluza y recién «habían aprendido a ganar» como me decía su entrenadora.

Javi y el resto del equipo, iban en la línea de Olena, «no pensábamos en ascender, no se nos pasaba por la cabeza».

Espero que detectes la similitud. Marcos de Sansa, líneas más arriba nos hablaba de justamente lo mismo. El objetivo no fue ascender al inicio de la temporada, eso era algo en lo que no se pensaba.

El reajuste que se tuvo que hacer en Universidad de Granada habla una vez más de la gran profesionalidad de Olena.

Ella me cuenta que cuando acabó la primera vuelta, se encontraron en la primera posición.

Lo interesante de todo esto, según la entrenadora me relataba era que «una vez arriba, nadie quería bajar». En este punto el grupo estaba tan metido en seguir trabajando y conseguir lo máximo posible que si alguien empezaba a caminar hacia otro lado el mismo grupo era el que le traía de vuelta.

No se esperaban ese resultado y en el inicio de la segunda vuelta ella les dejó guiar. «No querían perder. Y eso ha sido muy positivo, porque yo había marcado un primer objetivo y al final de primera vuelta, ellos marcaron la siguiente meta».

Javi me contaba que, conforme veía que se mantenían arriba el objetivo era quedar lo más arriba posible, «sino ascendíamos no pasaba nada, el objetivo ya estaba logrado, pero íbamos a luchar por estar lo más arriba posible, si podíamos quedar cuartos, no quedaríamos quintos».

Ella les decía que iba a poner todo de su parte, pero que quién lo conseguirían serían ellos mismos. Ahí entraba en juego su dignidad deportiva. Olena siempre les repetía que «hoy eres campeón, pero eso es solo es hoy, mañana tienes que levantarte y seguir. Y quién haga eso, será el verdadero deportista».

«No teníamos la presión de ganar a toda costa, porque no era el objetivo, y todo lo demás era bueno, porque el objetivo era mantener y eso ya estaba hecho. Al final, sí queríamos ascender si o si. Pero ibamos a jugar partido a partido», me reconocía Javi.

¿Casualidad? Marcos usó esas mismas palabras, «íbamos partido a partido».

Respecto al grupo, Olena cuenta que no todos tuvieron siempre el mismo nivel de compromiso, Javi me lo corrobora diciendo «Olena siempre pide el cien por cien, pero no todos están dispuestos a darlo».

El equipo era un equipo bastante bonito y se veía unido. No es la unión de la que el capitán gallego nos habla, pero si era una cohesión fuerte dirigida hacia un objetivo común. No todos son amigos, pero si todos querían ganar y trabajaban para ello.

A su vez Olena entendía y sabía como tratar a cada uno de ellos «haber sido jugadora y haber pasado por lo mismo que ellos, me ayudaba a entenderles y saber cuando podía apretar».

Supongo, que esto mismo le ocurrió al entrenador gallego, haber pasado ya por donde ahora estaban sus jugadores ayuda que ese liderazgo del que los capitanes hablaban sea tan contundente y real en sus entrenadores.

Resumiendo, las claves para ascender son las siguientes.

A continuación te dejo a modo de resumen las ideas que vi más importante y que ambos equipos mencionaron.

  • Expectativas realista/bajas que permitían la focalización en el corto plazo y el trabajar partido a partido.
  • Mantener el trabajo y compromiso al mismo nivel aunque haya victorias o derrotas.
  • Jugadores jóvenes con ganas de ganar, mucha ilusión por hacerlo bien y un objetivo relevante en común.
  • Implicación excepcional por parte del grupo y del staff técnico.
  • Liderazgo y autenticidad del entrenador. Cercanía, exigencia y experiencia al mando del grupo.

No sé si al replicar estas claves podrás conseguir el ascenso que ansias, pero quizás te ayuden en el camino hasta ello.

No obstante, aquí tienes dos historias de equipos con pocos recursos, muchas ganas, mucha pasión, horas y esfuerzo que consiguieron algo que no tenían en su cabeza.

Aquí está la importancia de la creación e interpretación de las expectativas. Que estos equipos estén ascendidos quiere decir que un equipo que sí tenía como objetivo ascender, no lo hizo.

Y siento, que ahí radica la diferencia. Sino se sabe gestionar la presión, el jugador que tiene que rematar con ella no lo hará de igual forma que el que irá a bloquearle sin nada que perder.

Y en un momento tenso gana quien menos errores cometa, el que sea más estable y por lo tanto el que juegue con más soltura y libertad. Si quieres esto mismo en tu equipo, la presión debe estar lejos.

El post se que quedó más largo de lo que me hubiese gustado, pero no me quería dejar nada atrás.

Una vez más gracias a los capitanes y a la entrenadora que le dieron validez a opinión de psicóloga.


Tu post de cada lunes, hasta la semana que viene😏

Mar Durán 🏐 Psicóloga del Deporte

La Comunicación No Verbal del Entrenador

Siempre estamos comunicando aunque no queramos comunicar

¿Somos realmente consciente de los que transmitimos? ¿Mi postura corporal, mis gestos, mis expresiones faciales son las mismas en un partido que en un entrenamiento?¿Deberían serlo?¿Cómo transmito confianza a mis jugadores?

Muchas veces emitimos un mensaje verbal que no corresponde con el corporal. ¿No te ha pasado como entrenador que pides calma alterado, y como consecuencia solo consigues que tus jugadores se pongan más nerviosos?

En este caso, si tuviese que darle porcentajes a la importancia de la comunicación no verbal y verbal, ¿a qué le darías mayor número?¿Cuál sería el resultado?

Albert Merhabain descubrió que cuando representamos emociones, es decir, cuando hay una situación emocionalmente intensa, el mayor porcentaje de lo comunicado recae en la comunicación no verbal. Es decir, tan solo el 7% de la comunicación sería lo hablado, las palabras. El 38% el tono de voz, el volumen y la entonación y 55% del mensaje en general sería el procedente del lenguaje corporal: postura, gestos, expresiones faciales y microgestos.

Cuando descubrí este experimento mi forma de comunicarme con los demás cambio totalmente. O eso intentaba. Digo intentaba porque, es complicado modificar algo que no sabes que tienes que modificar. Quiero decir, si no soy consciente de qué transmito o en cambio estoy segura de que transmito lo que quiero trasmitir (pero no es así), es muy complicado poder modificar algo de esto.

Por eso, la base de todo esto es poder ser consientes de qué queremos trasmitir y realizar aquello que transmita realmente esa emoción que queremos que traspase.

Durante el desarrollo deportivo, como ya comenté otras veces, la emocionalidad es el eje central. Continuamente el deporte nos hace sentir emociones intensas que no sabemos gestionar adecuadamente. Es muy típico ver como tras una recepción fallada o un saque fuera, el jugador se lamenta, zarandea sus brazos enfadado o se tapa la cara avergonzado por su equivocación.

Constantemente emitimos información con nuestro cuerpo, y como entrenadores, la mayor parte del tiempo nuestra comunicación se basa en ello.

En el trascurso de los partidos suele haber mucho revuelo, se oyen cánticos, palmas, silbidos, el pitido del árbitro. En un contexto así, comunicar algo con palabras al jugador suele ser una tarea complicada. Puedes decir algo, pero no sabes cuanta parte de esas palabras están llegando realmente al jugador.

Este pasado sábado en un amistoso con mis jugadoras, en un momento concreto, trataba de dar una instrucción a una de mis jugadoras, se la dí y ella asintió. Otra que estaba conmigo en el banquillo me dijo, Mar no se ha enterado, la mayoría de veces no nos enteramos de lo que nos dices. Y pensé, claro, si es normal.

Para empezar, están concentradas en el partido, tienen los ojos y la atención en el otro campo. Para centrar su concentración, tratan de obviar el ruido tan odiosos que a veces se crea, por lo que, es normal que cuando el entrenador trata de emitir alguna información, ésta no siempre llega de igual manera que se emite.

¿Porqué cuento esto? Por que imagínate que yo le estoy reforzando positivamente algo que acaba de hacer bien, pero hoy no descasé bien y mi rostro está apagado, ojeroso y cansado. No emito mucha efusividad en el mensaje ni le sonrío. Si ella no ha escuchado el mensaje, ¿creéis que se tomará ese mensaje como un elogio?

¿Qué tipo de mensaje llega a nuestros jugadores cuando nosotros estamos tensos? ¿Verdaderamente somos capaces de controlar e ir modificando nuestro lenguaje corporal en situaciones complicadas?

Grabo siempre los partidos de mis jugadoras, para analizar y poder sacar estadísticas sobre sus partidos. Es decir, no es con fin de grabarme a mí. Pero siempre salgo por ahí dando indicaciones. La primera vez que me vi en un partido, me sorprendí y casi asusté. De primeras me molestaba verme, lo que veía no me gustaba, porque estaba trasmitiendo algo que en ningún momento quería transmitir.

Tenia cara seria y tensa mientras les decía «muy bien». Me movía mucho y no paraba ni un segundo quieta mientras les pedía calma. Gesticulaba mucho y muy rápido, quería decir muchas cosas en poco tiempo y me trababa… Bendito, el momento en que me vi, porque empecé a ser consciente de cuentas cosas estaba haciendo sin saber que lo estaba haciendo.

A raíz de ahí, mientras entreno y estoy en los partidos trato de observar como me posiciono delante de ellas, como me muevo, qué expresión facial tengo y cómo emito aquello que quiero que realmente cale.

Cada situación es diferente, y mi comunicación no verbal debe ir variando. La intención es que haya una congruencia real entre lo que muestro y digo. Si somos capaces de poder mostrar eso que queremos decir, nuestros jugadores van a sentir que esa información es real y pueden fiarse de ella.

Aunque creamos que sí, no sabemos disimular lo que sentimos, podemos obviarlo e ignorarlo nosotros, pero por fuera se ve. Y no llega al otro de igual manera. Si digo «muy bien hecho» mientras sonrío y aplaudo el jugador sabrá que esa información es sincera y lo que se dice se piensa de verdad. Si le digo «muy bien» con cara seria, el jugador sabrá que en verdad, el entrenador no cree que lo ha hecho bien.

Nuestros jugadores confiarán en nosotros cuando nuestra información esté en sintonía, cuando lenguaje verbal y no verbal vayan en la misma dirección.


Perdonarme😅 Me lancé a hablar de comunicación no verbal sin hacer referencia a qué aspectos concretamente son los que forman parte de esta comunicación sin palabras. La comunicación no verbal, es definida por Teresa Baró (2020) como las diferentes formas en las que nos expresamos sin palabras. Baró afirma que, siempre estamos comunicando, a través de nuestro lenguaje no verbal, aunque no queramos o no seamos conscientes.

El lenguaje no verbal lo constituye lo siguiente:

  • Proxemia, nuestro espacio personal y el uso con el entorno. Es esa distancia que tomamos respecto a la persona con la que estemos.
  • Kinesia, es el lenguaje corporal dónde incluimos gestos (movimientos de la cabeza, brazos y piernas), postura corporal, contacto visual, expresiones (sonrisa) y microgestos faciales.
  • Paralingüística, es todo lo que hay alrededor del mensaje, el tono, el volumen, el ritmo, la entonación.

Como ves, no solo forma parte del lenguaje lo que digo, sino el cómo, el qué le acompaña y a la distancia que lo emito.

Por último, dentro de todo este conjunto de aspectos a tener en cuenta, creo que hay dos que pueden ser nuestros aliados. La mirada y la sonrisa.

La mirada es capaz de expresar sentimientos, emociones e incluso reflejar actitudes (Baró, 2020). Por lo que, puede ayudarnos en muchas ocasiones a diluir nuestro mensaje y a comunicarlo de mejor forma.

Asimismo, la sonrisa es una forma de estimular sentimientos agradables (Baró, 2020). Es un fenómeno social que se contagia, que nos ayuda a reducir el miedo, liberar estrés y disminuir el enfado. Si ves que tu jugador está tenso, sonríele, le calmará.


En resumen:

  • Comunicamos siempre aunque no queremos comunicar nada
  • Nuestra comunicación no verbal se lleva gran parte del peso si estamos en una situación tensa
  • Debemos ser conscientes de nuestro lenguaje corporal para poder modificarlo
  • La comunicación no verbal variará según el contexto (regañar, reforzar o tranquilar a alguien)
  • Identificar mi lenguaje no verbal me va a ayudar a identificarlo en mis jugadores
  • Si hay congruencia entre lo que digo y comunico la comunicación con mis jugadores será mucho más efectiva
  • Si mi cuerpo trasmite confianza y seguridad, mis jugadores estarán seguros y con confianza dentro de la pista
  • La sonrisa destensa y da calma

Este tema es uno de los primeros abordajes que he tratado con clubes a los que formo. Por si no lo sabías, trabajo como formadora de entrenadores a nivel psicológico y les imparto seminarios en los que les ayudo a desarrollar habilidades para aumentar su rendimiento como entrenadores. En este caso, estamos trabajando cómo ser consciente del lenguaje corporal, cómo identificarlo en los jugadores y cómo mostrar aquello que queremos verdaderamente quieren transmitir.


Tu post de cada lunes, hasta la semana que viene 😉

Mar Durán 🚀La Catalizadora Deportiva


Referencias


Baró, T (2020). La guía del lenguaje no verbal. Barcelona, España: Editorial Planeta, S. A.


Ahora también puedes escucharme en La Charla PsicoDeportiva, cada martes a las 20h en directo en @mardurannn (Instagram) o los miércoles en Spotify.

¿Existe el Entrenador IDEAL?

¿Cómo ser un buen entrenador?

Luis Enrique exseleccionador español de fubol

Este tema me lleva rondando la cabeza mucho tiempo. Me resulta realmente interesante por que somos muchos llamándonos entrenadores, pero… ¿cuántos de nosotros somos realmente buenos?,¿qué diferencia un entrenador bueno de uno normal?,¿y de uno malo?,¿qué tiene que hacer un entrenador para ser malo?¿y cómo actuar para ser bueno?

Creo que un entrenador no solo debe entender del deporte que realiza. Pienso que aparte de ello, tiene que desarrollar el arte de entrenar que va mucho más allá.

Leyendo sobre este tema he descubierto que se han lanzado muchas teorías. Han estudiado la figura del entrenador desde varias perspectivas, la personalidad, la conducta y la interacción con los jugadores, entre otras.

El motor de estos estudios ha sido descubrir que cosas hacen a un entrenador convertirse en un entrenador excelente.


El entrenador

Pep Guardiola entrenador de Manchester City

¿Un buen entrenador es aquel que tiene éxito?, ¿tener éxito es ganar?, ¿es conseguir que los jugadores disfruten y aprendan?,¿es jugar bien?,¿es trabajar en equipo?

¿Existe el entrenador ideal?

Pérez, M.C (2002) lo tiene claro, no existe el entrenador ideal. Dice que el éxito depende de muchas cosas y afirma que el entrenador ideal no existe. El entorno deportivo está en relación con tantas variables que poder achacar el buen resultado a solo una de ellas es aventurarse demasiado.

Un entrenador es el reflejo de sus jugadores y la personalidad de él, lo que va a determinar la dinámica del equipo. El entrenador con su personalidad moldea, consciente o inconscientemente al jugador y al equipo (Pérez, M.C., 2002).

Pérez, M.C. (2002) recopila en una completa revisión los diferentes aspectos más estudiados sobre el entrenador y cuáles han sido las respuestas, estrategias y comportamientos más eficaces ante los entrenadores estudiados.

Personalidad del entrenador

Dentro de la teoría del rasgo se piensa que los lideres tienen ciertas características de personalidad innatas que son las que les hacen ser buenos. Algunas de las características que destacan son la inteligencia, la firmeza, la independencia y la autoconfianza, que les permiten alcanzar el éxito independientemente de la situación en la que se encuentren.

Ogilvie y Tutko (1970) citado por Pérez, M.C. (2002) afirmaban que los entrenadores de prestigio tenían cualidades como: mentalmente fuertes, autoritarios, dispuestos a soportar la presión de sus seguidores y de los medios de comunicación, emocionalmente maduros, independientes con respecto a sus opiniones y realistas en sus perspectivas.

Teniendo en cuenta la personalidad, los resultados indican que los entrenadores estudiados destacan por su bajo nivel de neuroticismo y su alto grado de extraversión, apertura a la experiencia, cordialidad y responsabilidad. En su mayoría: responsables, perseverantes, seguros, orientados hacia una meta, asertivos, cordiales y abiertos a nuevas ideas y experiencias.

Independientemente del deporte, Guillen y Bara (2007) vieron que las características comunes entre los diferentes estudios analizados, y sin importar categorías y nivel del deportistas las cualidades generales y personales más repetidas fueron: experiencia deportiva; mentalidad abierta; liderazgo; equilibrio emocional; organización, cooperación, responsabilidad, creatividad, motivador, trabajador, confianza, objetividad, energía, seguridad, interés por el deportista, disciplina/autoridad, cordialidad/empatía, exigencia, actitud positiva, dominio y activo.

Conducta y comportamiento del entrenador

Opuestamente a la teoría de rasgo, el enfoque conductual se declina por que los líderes no nacen, se hacen. Desde esta perspectiva, el funcionamiento del líder se caracteriza tanto por las relaciones interpersonales que establece como por proporcionar dirección, objetivos y estructura a su equipo.

Las conductas que hacen a un entrenador un líder efectivo son acciones como las siguientes:

  • Entrenamiento competitivo (ejecución y motivación);
  • Resolución de problemas utilizando métodos nuevos;
  • Funcionamiento interpersonal en el equipo;
  • Comportamiento social (interacción fuera de la práctica deportiva);
  • Representación (representación positiva del equipo en el contacto con otros);
  • Comunicación y organización;
  • Reconocimiento (feedback y refuerzo por el rendimiento y la participación) y
  • Entusiasmo general.

Aspecto fundamentales para ser un buen entrenador

Sarina Wiegman entrenadora de la selección femenina
de Inglaterra y ganadora de The Best de la FIFA como
mejor entrenadora de 2017, 2020 y 2022

Bajo mi punto de vista, las cualidades básicas que debe desarrollar un entrenador para realizar un buen trabajo son:

AUTOCOMPASIÓN

En ningún sitio la he oído nombrar como una habilidad de un entrenador, pero no puedo evitar querer plantearlo así.

La autocompasición es como reaccionamos con nosotros mismo a situaciones que nosotros mismos hacemos (Araya, C., & Moncada, L., 2016)

Dentro del entrenamiento, es principal la relación con uno mismo. Me explico, si yo como entrenador soy una persona que tras cada fallo que cometo me juzgo, autoculpo y me critico, en mi interacción con otros, reproduciré un papel similar. Proyectando eso que siento consciente o inconscientemente hacia mis jugadores.

Si no soy capaz de tratarme con cariño y bondad a mí mismo no voy a ser capaz de hacerlo con mis jugadores.

Es como cuando en el avión nos explican que primero va nuestra mascara de oxigeno y que solo una vez puesta, podemos ayudar a los demás.

Pasa igual, un entrenador primero debe saber relacionarse adecuadamente consigo mismo y luego podrá hacerlo de una forma más coherente, acertada y adaptativa con sus jugadores.

Los estudios acerca de este concepto nuevo nos dicen que el que tiene autocompasión, desarrolla un efecto amortiguador sobre los acontecimientos negativos de la vida. Tendiendo así mayor satisfacción con la esta, más inteligencia emocional, vida social, menos ansiedad, depresión, vergüenza y miedo al fracaso.

Es más se sugiere que la autocompasión puede ser una estrategia que promueve el bienestar y funcionamientos psicológicos positivos y saludables. Esta es la razón por la que trabajo este concepto en la formación de entrenadores a nivel psicológico.

AUTOANALISIS y EMPATIA

Proponen Douge y Hastie (1993), Siedentop (1991) y Fairs (1987) citado por Pérez, M.C. (2002) el autoanálisis y la reflexión como aspecto efectivo frente al entrenamiento. Se referían con autoanálisis a la capacidad del entrenador a observarse constantemente, analizarse, evaluar y modificar su entrenamiento, comportamiento e interacción para poder cubrir las necesidades del deportista en esa situación.

El mismo Fair (1987) creó un modelo con el que trataba de mostrar como el entrenamiento es un proceso y no un conjunto de conductas. Este modelo tenía cinco pasos (basados en la autoreflexión) entre los que están: observación y recogida de información relevante, análisis de la información, utilización de ésta para la formulación de nuevas direcciones y metas, ejecución del plan de acción y repetición del ciclo.

Con este modelo el autoanálisis puede realizarse de forma más práctica y útil.

ADAPTACIÓN Y FLEXIBILIDAD COGNITIVA, EMOCIONAL y SOCIAL

El deporte es un ámbito cambiante, cada jugada es diferente a la anterior. Cada temporada, grupo y entrenamiento son distintos. Cada situación es única y concreta de ese momento.

Los jugadores son unidades individuales separadas de las del resto. Cada uno tiene sus necesidades, características, respuestas y ambiciones.

El entrenador convive cada día con momentos complicados que son independiente a todo lo que ha vivido antes. Y, o es capaz de ir adaptándose y modulando sus respuestas y decisiones acorde a cada situación y persona o la respuesta del entrenador será desadaptativa e ineficaz aunque anteriormente diese resultado.

La adaptación, bajo mi punto de vista debe ser global. No solo debe ser flexible en cuanto a situaciones diferentes entre sus jugadores, sino que también tiene que modular sus respuestas, pensamientos y gestionar sus emociones acorde a la circunstancia que tiene delante.

En resumen, el entrenamiento eficaz es la habilidad de los entrenadores para reaccionar correctamente a las características y necesidades de los jugadores (Pérez, M.C., 2002).

Hablaremos más en profundidad sobre estos tres últimos conceptos en futuras publicaciones. Si quieres que lo haga sobre cualquier otra, envíame un mensaje a @mardurannn o a lacatalizadoradeportiva@gmail.com


Tu post de cada lunes, nos vemos la semana que viene😉

Mar Durán 🚀 La Catalizadora Deportiva


Referencias

Araya, C., & Moncada, L. (2016). Auto-compasión: origen, concepto y evidencias preliminares. Revista Argentina de Clínica Psicológica, XXV(1), 67-78.

Guillén, F. y Bara, M. (2007) Psicología del Entrenador Deportivo. Editorial Deportiva S.L. https://www.google.es/books/edition/Psicolog%C3%ADa_del_entrenador_deportivo/cMcyCwAAQBAJ?hl=es&gbpv=1&dq=entrenadores+eficaces&printsec=frontcover

Pérez, M.C. (2002) Caracterización del entrenador de alto rendimiento deportivo. Cuadernos de Psicología del Deporte, volumen (2)

Validación emocional para entrenadores

Cómo actuar cuando un jugador se agobia

¿Qué es la validación emocional?

La validación emocional es ser capaz de comunicarle a otro que lo que siente, piensa y hace tiene sentido en ese contexto o situación concreta (Linehan, 1993). Es darle sentido y aceptar eso que siente y piensa en ese momento.

Validar la emoción no quiere decir que pienses igual que esa persona, pero si hacer que se sienta comprendido respecto a lo que siente, piensa o hace (Linehan, 1993).

Por el contrario, invalidar una emoción es cuando se ignora, se le quita interés y no se le permite expresarla. Sería cuando categorizamos como exagerada o sin sentido una emoción o acción en un momento o situación especifica (Rathus, J & Miller, A, 2015).

Dentro de este concepto, que se refiere a una acción que hacemos frente a otro, no podemos olvidar la autovalidación (validación emocional sobre nuestras emociones). Sin una autovalidación consciente serás incapaz de identificar y comprender la emoción del jugador. Autovalidarlas en ti mismo, te permite detectarlas y ayudar a gestionarlas en los otros (Rathus, J & Miller, A, 2015).


Validación en el deporte

Esta validación es usada por los psicólogos en consulta para ayudar a gestionar y comprender las emociones del cliente. Educarles en inteligencia emocional, mostrar cercanía, escucha y comprensión.

Un entrenador no tiene porque usar esto pero, tener algunos matices sobre como trabajar las emociones de sus jugadores, puede serle muy útil. La validación va a permitir que el propio deportista aprenda a regular mejor sus emociones (Linehan, 1993). Si queremos que nuestros jugadores sepan autogestionarse dentro del partido, tenemos que ayudarle a identificar que sienten, previamente.

Por lo tanto, trasladando esto, a lo que es el deporte. Creo que es una habilidad realmente importante en la comunicación del entrenador y el jugador, ya que este se sentirá escuchado y comprendido por el primero. Será muy necesario en momentos de presión e intensidad dentro del partido. En este caso, lo que necesita el jugador es comprensión y enfoque, no gritos y reproches.


¿Cuándo y cómo hacerla?

¿Cuándo? Siempre.

Nuestros jugadores deben sentir que sus emociones son validadas por su entrenador en cada momento. Cada emoción es necesaria y el entrenador debe encargarse de que el joven deportistas así lo crea. La emoción es algo que no puede controlarse, pero la respuesta sí. Por ello, se valida la emoción y se trabaja en la acción.

El como hacerlo lo baso en DBT (Teoría Dialéctica Conductual), creada por Linehan (2001) que se centra en la validación emocional y la búsqueda del cambio, a raíz de esta. El fin de esta teoría es mejorar la gestión emocional de los pacientes, reducir la impulsividad y crear conductas más adaptativas al entorno.

De acuerdo con todo esto, quiero trasladar esta información al trato de un entrenador con sus jugadores. Voy a mostrártelo a través de un ejemplo. Este ejemplo contiene cinco de los seis niveles que propone Linehan (1997) para validar emociones.

Imagínate que estas en la final del campeonato de España. Es la primera vez que tus jugadores están en ese campeonato y aun son jugadores bastantes jóvenes. La tendencia emocional es agobio, miedo y nerviosismo.

Lo más natural es que estos deportistas se encuentren nerviosos, inseguros y con miedo, Antes de ponerse a jugar, mil pensamientos y sensaciones negativas y extrañas van a aparecer en su cuerpo y mente. El entrenador tiene que ir con esto en la cabeza, estás emociones van a estar, hay que validarlas y gestionarlas para que no pesen en el partido.

Lo que un entrenador no puede hacer es quitar valor a esas emociones con frases tipo: «no os pongáis nerviosos, hombre», «míralos, ya están asustados y si ni quiera hemos empezado a jugar…»

¿Qué ocurre aquí? Para empezar, en muchas ocasiones, el primero que está asustado y nervioso es el propio entrenador, lo segundo que se está invalidando la emoción. Dicho de otra manera, se les esta dando a entender a los niños que eso que sienten no es válido, es exagerado e incorrecto en esa situación. Sin embargo, es todo lo contrario. Uno siente miedo y ansiedad ante situaciones que no sabe como van a desencadenarse. Por lo tanto, cuando un jugador este agobiado:

  • Escúchale atentamente y con interés. Habla sobre la competición, sobre qué piensa, qué siente, qué expectativas tiene, qué es lo que realmente le preocupa. Presta atención a lo que te cuenta y charla sobre ello. Esto tendrá el poder de ir volviendo la situación algo más familiar y previsible. Ese simple hecho le va a calmar, porque sentirá un poco seguridad y control sobre esa situación.
  • Refleja lo que siente. Para que se sienta realmente escuchado vas a tener que demostrárselo. Resume eso que te acaba de contar, incluye parte de sus pensamientos y emociones. Si te acaba de contar que ese campeonato le pone muy nervioso porque le recuerda a cuando se dobló el tobillo y que siente que eso le va a impedir saltar al máximo. Tú como buen entrenador, que habrá escuchado, al final de su intervención le dirás algo como: «Piensas que no podrás saltar al bloqueo como normalmente porque esta situación te recuerda a cuando te lesionaste y crees que eso bloqueará».
  • Verbaliza lo que no sabe expresar. Este nivel para un no psicólogo puede ser más complejo, pero con que observes con atención puedes identificar muchas cosas. Fíjate en como se expresa, si su tono de voz es bajito, si habla muy rápido y sus gestos le acompañan, si no te mira a los ojos o no puede estarse quieto. Cuando hables con el, observalo bien, su cuerpo te va a estar dando información que va a aportarle mucho más valor a lo que él te dice. Continua lo anterior con algo como: «Además, veo que me mientras que me lo cuentas no paras de mover tus pies, tus ojos miran a todos lados y tu voz y entonación están más agitadas de lo normal. No me miras a los ojos y tu cara mira para el suelo, se te ve triste, preocupado y avergonzado por sentirte inseguro en esta situación»
  • Explica la emoción o conducta. Los entrenadores no suelen ser psicólogos, por lo que esta parte es la más complicada de gestionar. No obstantes, es importante que tanto el entrenador como los deportistas entiendan y sepan que cada emoción es necesaria. Que no existen emociones malas ni buenas, solo emociones agradables o desagradables. Las emociones siempre llegan a nosotros como alertas o mensajes, vienen a comunicarnos una información. Eso no quiere decir que sea excusable y justificable la respuesta que se tenga a continuación. Una cosa es la emoción y otra su respuesta. La respuesta si se puede controlar y se debe manejar. La emoción, no. Es un aviso que el cuerpo nos da sobre lo que nos rodea. Por ello, tras esta conversación podríamos decirle al jugador, «¿De que crees que te está informando esa sensación que tienes?¿De qué te avisa?¿Qué es lo que realmente te agobia?» Toda emoción siempre trae una información sana, en forma de prevención. Ayúdale a encontrarla.
  • Reconoce al jugador por lo que es. Eso si, sea lo que sea lo hablado y sentido, el entrenador tiene que diferenciar eso de lo que el jugador es. Quiero decir, que un en momento dado el deportista sienta miedo o este más agobiado de lo normal no quiere decir que no sepa gestionar esa ansiedad o que sea un jugador que se acobarda en el partido. Una cosa será como se sienta y otra lo que el es. Por lo que, yo acabaría esa conversación con él haciéndole ver esto. «Qué te sientas agobiado en este momento no quiere decir que vayas a hacer un mal partido. Esto que sientes es porque el recuerdo te trae esa inseguridad. Este momento es parecido al otro y te produce ese miedo, pero lo bueno es que esa lesión es pasado, ya estas recuperado y llevas un año saltando al máximo sin tener ningún problema, hoy tampoco lo tendrás». Aun no estas en la pista y por eso el agobio, pero tu sabes que cuando tengas el balón en las manos será un partido más en el que vas a luchar por la bola como siempre».

Quitale importancia al hecho, a la situación, pero no a la emoción o sentimientos de tus jugadores.

Y recuerda, antes de hablar con ellos, obsérvate a ti. Autovalidate, así te será más fácil poder detectar su emoción, escucharles de forma activa y ayudarles a gestionar sus emociones fuera y cuando estén en la pista.


¿Por qué es importante para un entrenador?

Un entrenador quiere rendimiento, quiere que lo que se entrena pueda verse en la pista. Y que los nervios, no jueguen una mala jugada. Gestionar estos nervios por primera vez en una competición es complicado. La tarea será trabajarlo antes. Muchos autores coinciden (Goleman, 1996; Bellido, 2022; Salovey y Mayer, 1989) en que lo principal para una buena gestión emocional es el reconocimiento de esta emoción. Sin ella no se puede gestionar nada. Nuestros jugadores jóvenes carecen de estas herramientas para poder canalizar lo que sienten. La validación emocional va a ir permitiéndoles que vayan identificando sus emociones poco a poco.

A esto, Linehan (1993) añade algunas otras ventajas de esta herramienta:

  • Oportunidad para expresar las emociones y aceptarlas.
  • Ayuda a observar y nombrar emociones, describiendo las sensaciones físicas, expresiones faciales, pensamientos, suposiciones, interpretaciones, expectativas y acciones.
  • Validez e importancia a lo que siente o piensa, indiferentemente de que sea acertado o no
  • Motiva al jugador y le da confianza.
  • Se enfoca en las fortalezas.
  • Establece objetivos realistas y elimina falsa expectativas.
  • Da cercanía y apoyo

Es decir, mejora la comunicación entre el entrenador y el jugador creando un vinculo de compresión y confianza.


En conclusión,

Rathus, J & Miller, A (2015) confirma junto con Linehan (1997) que la validación emocional implica escuchar activamente al jugador, mirándole a los ojos, comprender la comunicación verbal y no verbal, y reflejar las emociones del deportista sin juzgarle y teniendo en cuenta su contexto y experiencias previas.


Tu post de cada lunes, hasta la semana que viene😏

Mar Durán 🚀 La Catalizadora Deportiva


Referencias

Bellido, J. (2022). Bienestar centrado en las emociones. Madrid, España: Grupo Editorial Luis Vives

Goleman, D. (1996). Inteligencia emocional (edición en castellano). Barcelona, España: Editorial Kairós, S.A

Linehan, M. (1993). Cognitive – behavioral treatment of borderline personality disorder. New York, NY: Guilford Press.

Linehan, M. M. (1997). Validation and Psychotherapy. In A.C. Bohart & L.S. Greenberg (Eds.). Empathy and Psychotherapy: New Directions to Theory, Research, and Practice. American Psychological Association. http://psychsurfer.com/for_clinicians/DBT_files/Marcia%20Linehan%20-%20Validation%20and%20Psychotherapy.pdf

Linehan, M.M. & Dimeff, L. (2001). Dialectical Behavoir Therapy in a nutshell. The California Psychologist, 34: 10-13.

Rathus, J & Miller, A. (2015). DBT Skills Manual for adolescentes. Guildford press.

Salovey, P., & Mayer, J. (1989). Emotional Intelligence . Imagination, Cognition and Personality, 9(3), 185-211.
http://gruberpeplab.com/3131/SaloveyMayer_1989_EmotionalIntelligence.pdf