
La falsa autoconfianza es el estado contrario a la autoconfianza. Podemos detectarla cuando nos encontramos diciendo frases como: «seguro que ganamos», «este partido es muy fácil», «somos los mejores», «esos son malísimos», etc.
Esta falsa autoconfianza se da cuando realizamos un análisis nada realista, ni objetivo sobre la situación en la que nos encontramos.
Dicho análisis está basado en aquello que queremos y deseamos conseguir (ganar), y no en nuestras posibilidades reales de conseguirlo.
A veces, ante situaciones complicadas pecamos de falsa autoconfianza. Diciendo algo así como: «seguro que ganamos, somos los mejores, esos no nos pueden ganar».
Pero, ¿esta afirmación está hecha bajo lo que deseo que pase o bajo el análisis realista de mis capacidades y las del contrario?
La falsa autoconfianza es una actitud de apariencia donde escondemos una autoconfianza débil que no queremos mostrar. Ni a los demás, ni a nosotros mismos, engañando tanto a los otros como a nosotros. Muchas veces es inconsciente, ya que no nos permitimos tener opción a no sentirnos seguros dentro de la pista.
Puede parecer reconfortante mostrarse «seguro» ante los demás y no reflexionar sobre la realidad del partido. Pero esto solo te llevará al autoengaño, y te evitará descubrir el verdadero estado de tu autoconfianza débil. Lo que no te impedirá mejorarla, porque no sabrás su estado real.
Al generar este tipo de expectativas sin reflexión sobre lo que realmente podría ocurrir, caemos en expectativas demasiado altas. Cuando la realidad del partido nos sorprende alejándose de nuestras expectativas irrealistas se ve dañada nuestra autoconfianza. Y es normal, porque tú piensas que vas a hacer un buen partido; que el otro equipo es peor, pero al ver que no, te das cuenta de que quizás eso que pensabas no era cierto. Ahí empiezas a creer que no eres suficientemente bueno y tu autoconfianza y autoestima se debilitan.
Pero no es así, no quiere decir que tú seas malo, sino que tu análisis irreal había elevado tus expectativas. El problema no es tu calidad como deportista, sino tu sistema de expectativas y tu miedo a autoobservarte.
Para asegurarte de que estás libre de la falsa autoconfianza, hazle estás preguntas a tus expectativas:
- ¿Es coherente tu pensamiento con lo que está haciendo tu equipo ahora mismo?
- ¿Es coherente con tu estado de forma actual?
- ¿Conoces lo suficiente al rival como para que esa idea se dé?
- ¿Tus frases son para aparentar seguridad frente a tu equipo?
- ¿O es una forma de querer huir de un análisis realista sobre lo que pasará?
En las publicaciones anteriores hablo sobre la autoconfianza y qué hacer para potenciarla. Si a menudo tienes comentarios de este tipo y crees que elevas las expectativas, las publicaciones pasadas van a ayudarte. Puedes encontrarlas en el apartado de estrategias psicológicas.
Tu post de cada lunes, hasta la semana que viene😏
Mar Durán 🚀 La Catalizadora Deportiva
Buceta, J.M. (2020) Psicología del Deporte de Alto Rendimiento. Barcelona, España: Editorial Dykinson, S. L.