El KIT Anti-Frustración

Antes de hablar de la frustración en sí, quiero hablaros de lo que creo que es su opuesto: La MOTIVACIÓN.

Teniendo esta en condiciones optimas, conseguiremos que la frustración ni aparezca. De eso mismo va el artículo de hoy.


¿Qué es realmente la motivación?

La motivación viene del latin movere, que significa mover. Es decir, hace referencia a qué es aquello que hace que las personas se muevan.

Sin embargo, reducir la complejidad de la motivación a solo «lo que nos hace movernos» me parece demasiado atrevido.

Los motivos solo representan una pequeña parte de lo que es en realidad el concepto de motivación.

Aquí está lo interesante de la cuestión es que la motivación explica el porqué de una conducta, por lo que, para saber porqué alguien realiza o no algo, tenemos que tener en cuenta aspectos contextuales e individuales que incluyen autopercepciones (cómo creo que soy, cuál es mi eficacia).

¿Qué quiere decir esto?

Que cuando vayamos a hablar de si un jugador está o no motivado no podemos argumentarlo tan solo observando su conducta. Para entenderlo tenemos que aventurarnos en conocer cual es su contexto y cual es el mapa a través del cual entiendo el mundo.

Pero antes de esto, quiero indagar sobre el éxito. Más en concreto sobre cómo afecta el significado del éxito en cada jugador y en su relación con el fracaso y la frustración.

Lo descubriremos a través de la Teoría de Meta de Logro de Merhr Y Nicholls (1980) citado por Castillo y Álvarez (2023)

El significado de éxito | La teoría de la Meta de Logro

El éxito en una situación depende de la capacidad/habilidad que tenga el jugador. A su vez, esta capacidad está relacionada con la dificultad, la suerte y el esfuerzo. Dependerá de estás tres últimas la calidad de la primera.

Si mi jugador es una persona habilidosa, su esfuerzo será menor. Si no es tanto, el esfuerzo y la dificultad se duplicarán teniéndolo más complicado que el otro.

¿Quién crees que tiene más opciones de frustrarse en una ronda de ataque, el habilidoso o el que no es habilidoso?¿Cómo afecta eso al jugador?

Pues va a depender del enfoque que hace el jugador hacia esa tarea. Puede ver su habilidad desde la comparación con los demás (implicación al ego) o desde la autorreferencia y la mejora personal (implicación a la tarea).

Y ahora estarás pensando, Mar, ¿qué me estás contando?

Déjame que me explique mejor.

La forma en la que cada uno de nosotros entiende el éxito y el fracaso tiene que ver con la relación que se tiene ante el resultado final de la acción (ganar o perder).

Dicho de otra forma, cuanto me fastidia el perder tendrá que ver con la idea de negativa que me ha ido enseñando la vida de que perder es ser un fracasado.

O por el contrario, si mi relación con el fracaso está enfocada en que al perder aprendo, cada derrota será un aprendizaje aunque de primeras no me guste perder. Es decir, perder no me hará sentirme un fracasado. Sino que me motivará a seguir buscando la forma que me dé mejores resultados en le juego.


Vamos a ir desarrollando esta idea, y para ello te necesito atento. En especial a PADRES y ENTRENADORES de edades adolescentes.

Cuando se es adolescente, la sensación de ser incompetente en un entorno se vivencia como que algo a nivel personal no va bien. Mejor dicho, que si yo cometo un error, yo empiezo a creer que el problema ha sido mío y que «no sirvo» para eso.

Por esto, los sentimientos de incompetencia que se desarrollan en estas edades cuando el voleibol aun no se domina, tienen efectos negativos sobre la autoestima, el aprendizaje y la ejecución.

La sensación de no alcanzar el objetivo o necesitar mucho esfuerzo desarrolla sentimientos de incompetencia. Y uno se siente incompetente cuando no es capaz de hacer algo que otros si pueden hacer, o tiene que esforzarse más para el mismo resultado.

Me sentiré incapaz e inútil cuando trate de rematar el balón que me colocó mi colocadora y me sentiré así porque veré como a mis compañeras le es fácil hacerlo.

Si a ninguna de mis compañeras le saliera rematar esa bola, no me sentiría incompetente.

Y aquí viene parte del Kit Anti-Frustración.

Si al construir nuestro concepto de capacidad, tenemos dudas sobre nuestra propia capacidad confiaremos menos en el poder del esfuerzo para aumentar nuestra realización en comparación con otros. Este sentimiento nos llevará a quitarle valor a las actividades que podrían demostrarnos nuestra incompetencia y evitar su realización

Si siento que no soy capaz de rematar, empezaré a odiar y evitar atacar cada vez que toque en el entrenamiento. Y además sentiré que da igual lo que me esfuerce porque no servirá de nada.

En este punto, creo que me entiendes bastante. Estoy segura de esto te resulta familiar y que has tenido que presenciar como a una jugadora ya no le salía x acción y por ende, empezó a querer dejar de hacerla.

¿Implicación a la TAREA o al EGO?

A lo largo del post hemos hablado de la importancia que tiene el como veo y enfoco la tarea que mi entrenador prepara para mi. Aquí voy a contarte que dos enfoques principales pueden darse y como afectan a la relación éxito-fracaso con el jugador.

Una de ellas tiene especial relación con los sentimientos de frustración, ¿me adivinas cuál?

  • Implicación a la tarea: el objetivo de la conducta es dominar la tarea y aumentar los sentimientos de competencia. El interés esta en el deseo de conseguir una mejorara personal a través del esfuerzo. Son las tareas desafiantes que requieren un gran esfuerzo.
  • Implicación al ego: se caracteriza por intentar demostrar la competencia comparándose con otros. El interés esta en la realización de la tareas en las que poca gente haya conseguido éxito para poder así hacer referencias de una capacidad

La implicación dará lugar a una orientación determinada de la actividad, por lo que, las dos orientaciones quedarían tal que así:

  • Orientación a la tarea: se juzga el nivel de capacidad según la autorreferencia. Unido a la idea de hacer la tarea lo mejor que uno pueda. Se cree que cuanto más esfuerzo, mayor será la mejora. Los fracasos no se entenderán en términos de sentimientos personales de falta de competencia, sino como una falta de dominio y aprendizaje. Esta orientación favorece la perseverancia en una actividad. El jugador elegirá retos moderados que le harán desarrollar compromiso e implicación a largo plazo. Este estado de implicación a la tarea es la basa para una motivación optima y conductas adaptativas.
  • Orientación al ego: se preocupa por validar su capacidad y se percibe como competente si demuestra que es superior en comparación a otros. Se esfuerza por evitar demostrar una falta de capacidad al compararse con los demás. Si percibe dudas sobre su nivel de competencia presentara un patrón de conducta de logro muy bajo, reduciendo su esfuerzo, dejando de realizar intentos o manifestando menos interés. Tener esta orientación es la base de posibles complicaciones y dificultades futuras en relación con el logro.

¿Qué implicación usas tú en tus entrenamientos?¿Estás ayudando a que el jugador se compare con otros?¿o le alientas a que busque su mejora personal?

¿Hacia donde estás enfocando tu visión del mundo?¿Buscas ser el mejor?¿O buscas cada día aumentar tu aprendizaje y valía profesional?

Entonces, ¿cuál crees que te hará frustrarte?

Ambas se interesan por ganar (ego y tarea), lo que las diferencia es la importancia del resultado de la competición y el efecto psicológico devastador asociado con perder.

El KIT Anti-Frustración

Por lo tanto, a modo de resumen en Kit Anti-frustración se basará en lo siguiente.

  • Genera actividades que estén enfocadas en ser mejor cada día, donde la referencia sea mi yo de ayer. “Ayer metí dos saques directos, hoy haré tres”
  • Evita comparaciones y ejercicios que lleven a validar la propia habilidad en comparación a otros. “Soy buen jugador porque metí más saques que Juan”
  • Ajusta el reto y la habilidad. Quizás el enfoque está en la tarea, pero ese desafío es mucho mayor a lo que el jugador puede responder. “El saque en potencia aun no me sale porque no domino el remate todavía”
  • Haz que prevalece el esfuerzo y que se busque avanzar poniendo foco en mejorar aspectos técnicos y tácticos. “Bateé la bola porque no cogí el balón delante”
  • Alude a expectativas de fracaso, donde el error se ve como una falta de dominio de la tarea, no como un ataque personal a la propia habilidad. “Aun me falta dominar esta acción por eso me suelo equivocar”
  • Permanece atento, y si un jugador no quiere realizar una actividad, es que su ego y capacidad están en peligro. Cambia el enfoque, para que se aventure a intentarlo. “Siento que no quiero hacer este ejercicio porque a otros les sale, trataré de centrarme en como hacerlo bien”

La forma en la que te enfrentas a la actividad denotará tus sentimientos frente al resultado de esta. Céntrate en la tarea y en hacerlo cada día un poquito mejor.


Tu post de cada lunes, hasta la semana que viene😉

Mar Duran 🚀La Catalizadora Deportiva


Referencias

Castillo, I. & Álvarez, O. (2023). PSICOLOGIA SOCIAL de la actividad física, el deporte y el ejercicio. McGraw Hill.

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