
Os prometí hace ya unas semanas, el mismo 7 de octubre que hoy hablaríamos sobre ejemplos de líderes.
Hablaré en concreto de dos, uno muy conocido y otra a la que ya deberíais conocer, no es la primera vez que hablo de ella, aquí.
Luego acabaré contando qué consecuencias tiene ser un mal líder, no en el rendimiento en sí, sino en el futuro de a quién diriges.
Me gustaría antes de empezar que te hicieras las siguientes preguntas:
- ¿qué debe tener un líder para ti?
- ¿qué líderes hay en tu vida?
- ¿cuál es tu líder referente?
Antes de continuar, párate a pensar qué hacen esas personas, cuales son sus características y porqué esas le hacen ser un modelo para ti.
Ahora ya si estamos listos para empezar.
Buenos Líderes
Si llevas conmigo este mes y medio, sabrás que debe tener un líder para ser de los buenos. Esta vez te lo voy a mostrar con ejemplos.
Más arriba te hablaba de que te hablaré de dos, de los buenos. De los malos podría decirte algunos más, pero no quiero ser tan directa.
Te hablaré de porqué son tan buenos líderes y con qué acciones cumplen cada aspecto del líder transformacional.
A ella la conozco personalmente, a él no. Pero sabemos mucho de su historia. Con esto quiere decir que lo que leerás a continuación, aun teniendo la información es una opinión, un análisis de una serie de conductas teniendo en cuenta un patrón específico del cuál basarme (liderazgo transformacional).
Pep Guardiola | Exfutbolista y entrenador
Es muy raro que hable aquí de futbol, pero en esta ocasión es necesario. No soy futbolera, es más durante algún tiempo lo detecte mucho.
Tengo dos hermanos que aman el futbol y yo quería ver otro cosa más divertida en la tele. Hace ya muchos años de esto jajaja.
No me gustaba el futbol, pero se podría decir que Pep hizo que me gustara. Y eso que siempre fui madrilista. Pero ahí está la gracia de esto.
¿Cómo es posible que una persona haga que te guste algo que detestas y además al equipo rival?
Pues por cómo es. Por la magia de Pep.
Y es que, ¿cómo no se puede admirar a alguien que se desvive por sacar a flote algo en lo que cree?
Es más, cuando se fue de España trataba de seguirle la pista, me veía sus documentales y si jugaba su equipo, yo siempre iba con él.
Lo que más me gusta de Pep es como cree en sí mismo, en sus ideas, como es capaz de enamorarse de una nueva forma de juego que el crea y transmitirla.
Por lo complicado no es tener esa idea, es hacer que el que trabaje contigo la sienta tan suya como si la hubiese creado él.
Es cierto, que la época en la que Guardiola estuvo en el Barça tuvo a muchos de los grandes de este deporte como a Messi. Pero, este sigue jugando y no ha vuelto a ganar 6 títulos en un año.
En 2009 Pep, su equipo técnico y los jugadores consiguieron seis títulos en solo un año donde el reconocimiento no solo fue nacional sino que fue europeo e incluso mundial.
Eso no se consigue solo con buenos jugadores. Quién guía eso debe ser alguien como Pep.
Cada vez que veo a este hombre en la tele, me impresiona su firmeza, su ímpetu, la forma tan enérgica en la que se mueve, la seguridad y la convicción con la que habla.
Además del trato cercano y empático que tiene con cada uno de sus jugadores.
Es un ejemplo, lo fue como jugador y lo es como entrenador.
Genera un nuevo estilo de juego que hace que sus jugadores perciban que la creatividad en el campo como algo esencial y muy útil.
Les motiva de forma sobrenatural y les convence de cómo actuar sobrepasando retos y evolucionando como jugador.
Sí, estás son las características del líder transformacional y como ves, las cumple todas.
Olena Zalyubovska | Exvoleibolista y entrenadora

Mi querida rusa, Olena. ¡Qué suerte tengo cada día de verla trabajar cerca de mí!
A ella quizás no la conozcas, pero no por que no es buena en lo suyo. Si te cuento todo lo que consiguió como jugadora y entrenadora me quedo sin espacio.
Seguramente no la conozcas porque el voleibol pasa desapercibido por los medios de comunicación, lo que hace que conocer a la gente que lo forma o formó parte de él a nivel nacional o internacional sea tremendamente más complicado.
Pero para eso me tenéis a mi.
Ya hablé de ella a finales de la temporada pasada, cuando Universidad de Granada Masculino acaba de ascender a SuperLiga 2.
Ella es quién capitanea a ese equipo.
Si cuando de hablé de Pep te contaba que era alguien que amaba su profesión, no sé como definirte a Olena.
Su pasión por el voleibol va más allá de amar su trabajo, te diría que hasta se ha convertido en una parte de sí. Y esto no es una confesión, pero solo hay que verla.
Recuerdo mi primer año en el club, hace ya unas cuatro temporadas. Ella acababa de incorporarse de nuevo. Estaban en Primera Nacional y ella venía a levantar al equipo. Y nadie mejor que ella y su experiencia.
Ese año fue duro para ella, mucho. El grupo no acompañaba. Estos venían de otro entrenador y eso, para el propio jugador es un proceso de cambio que tiene que pasarse a nueva metodología, sistemas y forma de interactuar de la nueva entrenadora.
Descendieron ese año a Primera Andaluza. Pero desde ahí, una vez que Olena se adapto a los chicos y los chicos a ella, no pararon de sembrar victorias.
Dos ascensos seguidos, desde Primera Andaluza a Primera Nacional y de Primera Nacional a SuperLiga 2. Y pensarás, fue así porque se dieron fichajes. Sí y no.
Es verdad que la ayuda de Zeus París, del que ya hemos hablado por aquí, ayuda mucho. Y algunos otros que vinieron a fortalecer al grupo, pero la esencia de esa magia, fue de Olena.
Y solo hay que verla en la pista.
Es un gusto ver como camina con tanta seguridad, como no piensa ni se traba al hablar, sino que con mucha seguridad y sabiendo de lo que habla te emite su mensaje.
Podría hacerte creer que el blanco es negro tan solo por como te habla.
Y eso lo da, como dice Julio Velasco, el saber de una cosa, no repetir lo que has escuchado, sino saber con total seguridad de lo que hablas.
Es rusa, y desde fuera parece una sargenta, desde dentro a veces también. Sin embargo, es capaz de identificar cuando serlo y cuando no.
Tiene ese lado cercano y de madre que compagina de forma asombrosa con su firmeza y organización rusa.
Dedica cuerpo, alma y horas de sueño al voleibol, al estudio del rival, al análisis de sus propios jugadores. Y no le pesa, siempre y cuando sea recíproco todo ese esfuerzo.
Os prometo que es muy guay verla en acción, se abstrae de tal forma del exterior, que puedes estar a su lado contándole algo y no se enteraría.
No tengo dudas de que hace que sus jugadores sean mejores cada día, que el trabajo en pista y pesas valga la pena y que el trabajo constante, siempre les acerca al resultado.
Y además, tiene presente cada día a todos sus jugadores, se asegura de que están bien, de si necesitan algo. Y si hablas con ellos, se les llena la boca de palabras de admiración y fidelidad hacia ella.
«Lo que mande la jefe, suelen decir». Y es que esta mujer ha hecho que 16 niños de 20 años aprox se crean y trabajen por el proyecto que ella les ofrece y lo hacen sin quejas y sin reproches.
Para mi Olena es una referente, la miro con tanta admiración que me encuentro pensado «quiero ser como ella, saber tanto, tener esa firmeza pero a la vez saber ser cercana y empática».
Ambos dos tiene una fe ciega en lo que creen, saben de lo que hablan, y tiene una pasión desmesurada y hasta enfermiza por su deporte y su implicación como entrenadores.
Con esto no quiere decir que sean superhéroes, porque no lo son aunque lo parezca.
También comenten errores, los han hecho y lo harán.
Un líder no es alguien perfecto y siempre correcto.
No.
Un líder es una persona tremendamente autentica que tiene un amor enorme por lo que hace, una seguridad en su criterio y forma de actuar que podrían mover montañas.
Si no te gusta lo que haces, sino te implicas en hacer mejor a esos jugadores, tu liderazgo jamás podrá ser bueno.
El mal líder
Créeme si te digo que el mal líder no es lo contrario a lo que te cuento ahí.
El mal líder también puede tener una fe ciega en lo que cree y muere por trasladarlo, es más a veces, como esa convicción es tan grande, hace que se traspase.
Aunque la idea o pensamiento sean erróneos o locuras.
Este líder, se olvide de la persona.
No como jugador, sino que se olvida de él/ella como persona.
Trata a ese miembro del equipo como si fuese una máquina que debe estar funcionando para él día y noche. Si se rompe o estropea, da igual, la maquina debe seguir dando el mismo beneficio.
Pero esto no se puede hacer ni con una maquina, pues imagina con personas, o mejor dicho con niñas y niños en plena adolescencia o niñez.
Y ya no es que se trate a ese jugador como un mero factor para ganar más, sino que se recorta la visión del largo plazo para trabajar con esa persona solo en corto plazo.
Se usa y desusa al antojo y beneficio del entrenador, sin importar el futuro del jugador. No solo a nivel físico, sino a nivel mental y emocional.
No te hablo de lo creo que pasa, te hablo de lo que sé que pasa.
Ser psicóloga y estar dentro del entorno deportivo como entrenadora me hace ver y conocer muchas historias de primera mano.
Recién llegada al club, me encontré con una chica con un posible largo futuro en el voleibol. Tan solo tendría unos 18 años, pero ella ya no podía seguir.
Lo intentó, pero su entrenador se encargo de machacarla mentalmente a tal punto que cuando consiguió salir de ahí, ya no quería ir a ningún sitio más.
Así que, un mal líder es ese que solo mira para sí, que al trabajar con otros, solo busca un beneficio propio sin importar el equipo, tan solo quiere decir que el formó a esas niñas y ganó esos títulos, porque el resto le da igual.
Un tips para saber si estás siendo buen o mal líder, es ver si año tras años la gente quiere o no quiere estar contigo.
Si vez que los jugadores se te van a otros lados y no con mejores ofertas o futuro, si vez que tus jugadoras no disfrutan, si las vez en tensión y que se desploman a menudo, revísate como líder.
Es posible que estés dejando en la personalidad, autoestima y autoconcepto como jugadora unas secuelas que no podrá cambiar y que traspasarán a su vida personal.
Sintiéndose inútil, incapaz e insegura de sus capacidades, y con la necesidad de la validación externa para sentirse beneficiosa, capaz y útil.
Y no, no hablo de lo que creo que pasa.
Hablo que lo que he visto que pasa, y pasa más a menudo de lo que creemos.
Hasta aquí este segundo post del mes.
Espero que tengas más claro que sí y que no es buen líder.
La semana que viene acabamos estos meses de liderazgo.
Te lanzo, desde ya, la pregunta: ¿qué te llevas del liderazgo?¿qué crees que aprendiste?
¡¡Lo descubrirás el siguiente lunes!!
Tu post de cada lunes, hasta la semana que viene😉
Mar Durán 🏐 Psicóloga y Entrenadora de Voleibol