Pierdes tu partido por tus expectativas | Dos casos reales que viví que lo confirman

¿Cómo es posible que jugando contra alguien inferior, juguemos tan mal? ¿Pero si es alguien superior jugamos como nunca antes?

De eso mismo vamos a hablar hoy.

Como sabrás, dentro del voleibol, la mente tiene un papel realmente importante, ¿porqué?

Porque puedes ser la mejor sacadora de la comarca, pero si hoy estás bloqueada con el saque, y no eres capaz de meterlo, da igualmente lo buena que seas sacando, porque no eres capaz de meter la bola en otro campo.

¿Porqué pasa esto?

Influyen muchas cosas, hoy no puedo desvelártelas todas, pero sí te explicaré porque pierdes/juegas mal ante un rival inferior y porqué lo haces muy buen ante un buen rival.

Tu expectativa te hace perder

Antes de nada, quiero dejar claro que no quiero decir que la técnica y táctica no sean necesarias, sino todo lo contario.

Cuando me refiero a que pierdes por tus expectativas es porque doy por hecho que a nivel técnico y táctico tu equipo y tu sois capaces de resolver el partido.

Aclarando esto, lo que piensas condiciona totalmente el resultado que obtendrás. Hace un mes te hablaba de que construimos como nos sentimos, pues esa misma idea es la que vamos a desarrollar.

¿Porqué es tan importante mi pensamiento frente a como juego?

Por que tu expectativa está directamente relacionada con tu autoconfianza, ¿cómo?

Según nos cuenta Buceta (2020) «las expectativas poco realistas favorecen que el deportista dude, desconfíe o se escude en la falsa autoconfianza y su impacto negativo será todavía más grave cuando no se cumpla».

Es más, sigue contándonos que cuanto mayor es la diferencia entre una expectativa y el resultado, más duro es el golpe en la autoconfianza (Buceta, 2020).

Con esto quiero que te traslades al último partido que perdiste siendo el otro un rival asequible.

¿Qué había en tu mente?

¿Pensabas que erais superiores?¿Qué se podía ganar fácil?

O todo lo contario, ¿creías que el partido ya estaba perdido sin empezar a jugarlo?¿Te sentías inferior?

Si te paras a leer detenidamente puedes apreciar que en ninguno de las respuestas hay una expectativa realista y que en ambas hablas del resultado.

En las primeras, sientes que sois superiores, lo que te hará ir «sobrado», relajado y cometer muchos errores tontos (tocar la red, falta de posición, fallo en el saque…) por falta de concentración e intensidad.

Y en el caso dos, tendrás miedo y te habrás infravalorado tanto que tu cuerpo y mente no estarán preparados para defender y pelear como es debido.

La idea previa al partido es la que hace que se gane o se pierda el partido. Asimismo, el desarrollo de esa idea comparándola con el resultado que se está dando, te hará sentirte frustrado, empoderado o abatido por la situación.

Y esto, como antes nos ha dicho Buceta tiene que ver con la discrepancia que hay entre lo que pensabas que ocurriría y lo que está ocurriendo.

¿Cómo te sentirás si pensabas que sería fácil ganar y de repente quien te está ganando es el otro?

¿Cómo crees que afecta esto a tu autoconfianza?¿Podrás sobreponerte y recuperar la seguridad en ti fácilmente?

Es muy complicado, porque siempre que nuestra expectativa y el resultado estén lejos, nuestra autoconfianza y rendimiento serán bajos y el sobreesfuerzo para llegar a los niveles normales deberá ser extraordinario.

Esto mismo, me ha pasado en los dos fines de semana pasados, y quiero contártelo.

Los dos casos reales de mi equipo

El primer fin de semana de enero jugamos un partido con un rival muy igual, incluso superior (a nivel de juego, y técnico).

Esa semana yo traté de hacer un trabajo mental con mis chicas en el que quise bajar las expectativas que tenían sobre si mismas, sentía que eran elevadas para la posición en la que realmente estábamos. Es decir, sentía que la expectativas no eran realistas y estaban alimentadas por la falsa autoconfianza.

Comenzó el partido, y aunque yo rebaje la idea de que «éramos las mejores», el juego se lo demostró.

Cuando la receptora delantera del otro equipo empezó a pegarnos «pinchotes» (picar la bola en un remate) se nos cambió la cara.

Los dos primeros set nos ganaron y recuerdo perfectamente como les dije a mis niñas «esto va a ser así, el partido no va a ser fácil y van a seguir pegando fuerte, hay que seguir trabajando como sabemos».

Conseguimos en el tercer set ponernos por delante de ellas. En ningún momento creíamos que éramos inferiores, ni tampoco superiores, solo nos pusimos a jugar a lo que sabíamos, a eso que entrenamos cada semana. No hubo más que el querer ganar y dejarnos el alma allí.

El cuarto y el quinto set también fueron para nosotras.

No os imagináis la felicidad de ellas y la mía, al haber ganado ese partido.

Nos costó mucho trabajo, pero supieron estar super enfocadas en la tarea que ese momento debía desempeñarse. Conseguimos hacer un buen juego porque nuestra mente nos lo permitió.

Si en el tercer set nos hubiésemos venido abajo pensado que el contrario era superior y estaba todo perdido, jamás hubiéramos podido ganar.

Y la idea no está en pensar que eres superior, ahí también está el problema y es el segundo caso.

Hace dos días, tuvimos otro partido y muy diferente a este.

Jugamos contra un rival con el que ya nos habíamos enfrentado, la otra vez ganamos 3-0 y fue asequible para nosotras.

Y eso claro, a la mente ya le da mucha información, da igual lo que diga la entrenadora, si la mente cree que lo que tiene en frente es algo muy fácil para ella, nadie se lo quitará de la cabeza (excepto el juego).

No obstante, mis jugadoras el primer set entraron concentradas, hubo errores tontos por no tener la atención donde debía estar, pero el marcador estuvo a nuestro favor y con distancia del otro.

Pero… no todo el partido fue así. En el segundo set, supongo que la confianza que da el ganar al otro por más de diez punto te hace relajarte. Y tanto que nos relajamos. Ese set casi lo perdimos, ¿por el buen juego del rival? No, por errores nuestros.

Si eres entrenador y me estás leyendo, ¿qué da más rabia que esto? Nada.

Éramos las mismas, y el juego no salía. ¿Qué pasaba?

Nuestra mente creyó que sería muy fácil ganar (expectativa irrealista), pero cuando vio que el marcador del rival iba por encima, la desconfianza nos tocó a la puerta y sin abrirle, entró.

Fallamos lo que no estaba escrito… se quería jugar como antes, pero la mente no estaba preparada para ello.

Ver que el resultado es diferente a tu expectativa (ir perdiendo cuando creías que sería fácil ganar) hace que empieces a dudar de ti y la seguridad en tu juego se vaya.

En los últimos puntos remontamos y ganamos, pero nos costó lo nuestro.

El tercer set, si se jugó como se debía y se sabía.

¿Porqué? Porque la expectativa había cambiado, sabíamos que o jugamos a nuestro nivel, como sabíamos o nos podrían ganar.

Cuando rebajamos nuestras expectativas sobre nuestro juego, nosotras y el rival, es cuando la autoconfianza volvió a donde debía estar y todo empezó a salir.

¿Cómo hacer que esto no pase?

Te lo cuento en el PsicoTruco, sigue leyendo

El PsicoTruco | Gana el partido gracias a tus expectativas

Al igual que puedes perder un partido o un set por tu expectativa, puedes ganarlo por lo mismo. Tan solo tienes que saber cómo debes pensar y donde focalizar tu atención.

Eso es lo que te voy a contar.

Para poder tener autoconfianza debes generar expectativas que sean realistas teniendo en cuanta a tu equipo, el rival y el momento de la competición.

  • Antes del partidos, hazte las siguientes preguntas para elaborar una expectativa que si pueda ayudarte a ganar el partido.
  • ¿Cómo hemos entrenado esta semana?¿Qué éxitos a conseguido mi equipo?¿Qué jugadoras conforman mi equipo actual?, ¿hay alguna lesión?, ¿estamos todas? ¿Quién es el rival? ¿Qué historia tiene? ¿Ha ganado más que tú? ¿Qué experiencia en momentos difíciles tiene? ¿En qué momento de la competición te encuentras?,¿un amistoso? ¿te juegas pasar a una fase importante? ¿es una final?
  • Responde a estas preguntas de forma honesta, eso te ayudará a posicionarte en el sitio que realmente estás: «vamos a jugar tratando de hacerlo bien en cada momento, es un rival duro y hay que luchar cada balón, no sabemos que pasará, pero queremos ganar»
  • No te subestimes ni infravalores al rival, no sabes cuanto de bien lo podrá hacer contra ti, ni cuanto de mal podrás hacer tú.
  • Haz que el éxito y fracaso dependan de ti, para ello, no valen las excusas, haz que tu buen trabajo te acerque a lo que esperas (éxito controlado) y sino, que la falta de ese trabajo, sin juzgarte, sea lo que te dice que necesitas trabajar (fracaso controlado), (Buceta, 2020).

PsicoBonus

Haz que tus pensamientos y expectativas estén dirigidas a lo que tú haces. A eso que ocurre cuando el balón está en tu campo.

No elabores expectativas irreales sobre el resultado, eso no depende de ti, enfrente hay otro que quiere lo mismo que tú, no será fácil.

Pero si controlas lo que haces tú.

Elabora expectativas realistas sobre tu juego, sobre como eres capaz de jugar y lo que sabes hacer, no sobre el resultado.


Mar, ¿con esto ya siempre ganaré todos mis partidos?

No, supongo que no. Aun te queda mucho por perder. Esto te va a ayudar a que tu autoconfianza te ayude a jugar bien y puedas estar enfocado y peleando todo el partido. Siempre y cuando elabores expectativas realista de tu juego.

Te veo la semana que viene😝

¿Qué haré una semana sin ti, Mar?

Yo también me lo pregunto…

Pero no te preocupes. Por Instagram (@mardurannn) voy a estar subiendo contenido esta semana sobre este tema, así que puedes verme por allí.

¿Mar, no hay charlas este año?

Pues sí, ya ha está el 3er episodio de El Juego Interior del Voleibol y te dejo por aquí la segunda entrevista: El miedo a la lesión y cómo afrontar un error con Fran Ruiz, receptor del Vidya Viridex Sabaudia:

Más contenido que te va a interesar:


Tu post de cada lunes,

hasta la semana que viene😉

Mar Durán 🏐 Psicóloga del Voleibol


Referencias

Buceta, J.M. (2020) Psicología del Deporte de Alto Rendimiento. Barcelona, España: Editorial Dykinson, S. L.

Deja un comentario