
Llevamos casi una semanita en octubre, pero por aquí aun no os había dado la bienvenida.
El mes pasado lo empezamos con un cronograma mensual en el que te presentaba la temática de cada semana.
Esta vez, lo haremos igual. ¿Cuál será la temática?
La misma.
¿La misma, Mar?
Sí y no.
Hasta ahora hemos estado descubriendo el liderazgo de poco a poco.
Gracias a sus modelos hemos podido ir entendiendo cómo debe ser un líder y qué cosas tener en cuenta. Por cierto, si no los leíste, estás tardando😉 Tienes una categoría en el menú donde puedes encontrarlos todos.
Pero, vayamos a octubre, ¿qué aprenderemos en este mes?
- 7 de octubre, comenzaremos con un tema muy importante y del que poco se habla, el liderazgo parental, ¿cómo ser un líder para mi hijo mientras juega? Si me lees como entrenador, envía esto al grupo que tienes con los padres.
- 14 de octubre, ¿qué tipo de líder eres? Llevamos unas cinco semanas hablando sobre liderazgo y sé que eso te generó el gusanillo de conocer qué líder eres según tus características y acciones.
- 21 de octubre, será mi semana favorita, ¿porqué? porque no te hablaré de más teorías, sino que, iremos a la práctica. Te mostraré casos reales de buenos líderes y no tan buenos para que nunca les copies.
- 28 de octubre, para cerrar estos dos maravillosos meses haremos una reflexión, que te llevarás para casa y escribirás en nuestra libreta. Será importante que la guardes a mano, porque volveremos a ella en alguna ocasión.
Estás avisado de todo lo que no puedes perderte. ¿Empezamos?
Liderazgo parental
Padre y madre, quiero poneros en aviso. Os haré pensar y os expondré varias situaciones para que evaluéis vuestra forma de actuar. ¿Preparados?
Espero que sí, pero antes quiero poneros en contexto.
Como ya hablamos en semanas anteriores, el liderazgo transformacional es el que consigue generar una transformación positiva a los jugadores que trata. Lo hace mediante el ejemplo, siendo un modelo, valorando la individualización, estimulándolos y motivándolos de forma inspiracional.
Pues bien, eso mismo debería ser un padre y madre para sus hijos.
Y no es que lo diga yo, sino que Popper y Mayseless (2003) citado por Castillo y Álvarez (2023) descubrieron que existía una analogía entre los buenos padres y madres y los líderes transformacionales.
Ambos muestran responsabilidad y sensibilidad a través de la consideración individualiza. ¿Consideración individualización, eso qué es?
Los que leyeron el post sobre el verdadero líder, ya saben lo que es😉
Buenos padres y entrenadores transformacionales a parte de esa consideración individualizada transmiten aceptación sin juzgar, ofrecen oportunidades a través de la propia experiencia.
Asimismo, ambos ponen límites y reglas flexibles, siendo modelos positivos en los que los jugadores pueden identificarse.
Encontrándose relaciones positivas entre el estilo transformacional de los padres con las conductas saludables de sus hijos adolescentes, como una autoeficacia que les regula para hacer ejercicio físico, alimentarse de forma sana e incluso haciendo referencias positivas con la satisfacción con la vida.
Pero no solo produce conductas positivas en sus hijos, sino que también, un liderazgo transformacional protege a sus hijos del burnout en la práctica deportiva.
¿Cómo eres cuando tu hijo juega?
Vamos a ponernos en situación, quiero que reflexiones sobre cómo eres como padres y madres en el deporte de tus hijos.
¿Estás listo para un poco de introspección? ¿Vamos allá!
¿Alguna vez te has preguntado cómo tus acciones afectan el rendimiento y la motivación de tu hijo en el deporte?
¿Has pensado en cómo tus palabras pueden influir en su autoestima y confianza?
Te voy a plantear algunas situaciones, dale un par de vueltas antes de dar una respuesta. Sé honesto contigo mismo.
- Cuando tu hijo viene de un partido, ¿le preguntas inmediatamente por el resultado? ¿Le comparas con sus compañeros? ¿O prefieres preguntarle cómo se ha sentido y qué ha aprendido del partido?
- Durante el juego, ¿te encuentras gritando instrucciones desde la grada? ¿Le gritas al arbitro por lo que acaba de pitar?¿O confías en que el entrenador y tu hijo harán lo mejor posible?
- ¿Le impones expectativas y exigencias basadas en tus propios deseos? ¿O le ayudas a establecer sus propias metas y le apoyas en el proceso?
- Cuando comete un error, ¿le criticas o le culpas? ¿O le ayudas a ver el error como una oportunidad de aprendizaje?¿Le animas?¿Qué haces cuando se siente frustrado?
No son preguntas fáciles de responder.
Quizás al responder, te das cuenta de que no te gustan las respuestas, o peor aún, ignoras las repuestas negativas.
Siempre hablo del poder de influencia que tenemos como entrenadores hacia nuestros jugadores con cada una de las acciones que hacemos. Imagínate la relevancia que tiene si hablamos de un padre.
Lo que vemos en los primeros años de nuestra vida es lo entendemos como normal, es lo que creemos que es lo correcto, y lo que hacen nuestros padres la forma en la que tenemos que interactuar con el resto.
Sabiendo esto, tu hijo puede estar siendo un reflejo de ti, ¿lo que no te gusta de tu hijo es algo que no te gusta tampoco de ti?
El padre/madre transformacional
Basándonos en las cuatro características del liderazgo transformacional quiero daros una guía con ejemplos de respuestas a nivel conductual, gestual y verbal para que podáis usar en las siguientes situaciones:
1. Cuando tu hijo llega del entrenamiento:
- Gestos: Una sonrisa cálida, contacto visual y brazos abiertos. ¡No te cruces de brazos!
- Palabras: «¡Hola campeón! ¿Qué tal el entrenamiento? Cuéntame, ¿qué has aprendido hoy?»
- Acción: Escucha como si fueras una esponja, absorbiendo cada palabra sin interrumpir.
- Refuerzo: «¡Guau! Me agrada tu implicación. Veo cómo te esfuerzas por mejorar cada día. ¡Eso es de verdaderos campeones!»
2. Cuando tiene muchos exámenes:
- Gestos: Cara de «yo he pasado por esto» y una mano en el hombro para transmitir apoyo.
- Palabras: «Veo que tienes una montaña de libros ahí. ¿Cómo te sientes? ¿Necesitas que te eche una mano con algo?»
- Acción: Ayúdale a crear un súper plan de estudio que incluya tiempo para rematar el balón (sobre esto hay un post donde ayudo a conciliar deporte y estudios).
- Refuerzo: «¡Confío en ti! Has demostrado ser un crack en situaciones difíciles. ¡Esta no será la excepción!»
3. Cuando llega llorando a casa porque se siente frustrado:
- Gestos: Abrazo de oso y cara de «te entiendo perfectamente».
- Palabras: «Eh, está bien sentirse así. ¿Quieres contarme qué ha pasado? Estoy aquí para cuando quiere contármelo»
- Acción: Siéntate con él en el sofá con postura abierta y quédate en silencio.
- Refuerzo: «¡Qué valiente eres al enfrentar estos desafíos! Cada obstáculo te hace más fuerte.»
4. Mientras está en el campo pero no salió a jugar porque es el más novato del equipo:
- Gestos: Mantén una sonrisa de «estoy orgulloso de ti» y evita fruncir el ceño.
- Palabras: (Después del partido) «¡Vi cómo animabas a tus compañeros desde la banca! Eso es tener espíritu de equipo. Estoy orgullosa de ti»
- Acción: Céntrate en su actitud positiva, no en el tiempo que pasó en el banquillo.
- Refuerzo: «Tu determinación para mejorar es increíble. ¿Qué te parece si practicamos juntos para que te sientas como Melissa Vargas la próxima vez?»
5. Cuando tienes que hablar con el entrenador de tu hijo:
- Gestos: Postura relajada y tono de voz tranquilo, como si estuvieras charlando con un amigo.
- Palabras: «Hola entrenador, ¿tiene un momentito? Me gustaría compartir algunas cosillas sobre [nombre del hijo].»
- Acción: Escucha al entrenador como si fuera el comentarista de la final del Mundial antes de soltar tu rollo.
- Refuerzo: «¡Me gusta mucho como usted está llevando al equipo, se le ve muy implicado! ¿Cómo podemos hacer equipo para ayudar a [nombre del hijo] a brillar aún más?»
6. Cuando le ves feliz como una perdiz con el equipo:
- Gestos: Sonrisa de oreja a oreja y postura relajada, como si estuvieras en la playa.
- Palabras: «¡Qué bien te lo pasas con tus compañeros! ¿Qué es lo que más te gusta de tu equipo?»
- Acción: Disfruta de su alegría sin acaparar el protagonismo. Deja que se explaye.
- Refuerzo: «¡Es genial ver cómo has hecho amigos! Tienes un don para hacer hacer que te quieran. ¡Eres quién une al equipo!»
7. Cuando tu hijo se siente excluido del equipo:
- Gestos: Expresión de empatía y comprensión, manteniendo el contacto visual.
- Palabras: «Veo que algo te preocupa. ¿Quieres contarme cómo te sientes en el equipo últimamente?»
- Acción: Escucha activamente sin juzgar, permitiéndole expresar sus emociones libremente.
- Refuerzo: «Entiendo que te sientas así. Recuerda que eres una pieza valiosa del equipo. ¿Qué te parece si pensamos juntos en formas de conectar más con tus compañeros?»
Sé que amas a tu hijo incondicionalmente. Le quieres y adoras por lo que es, no por lo consiga.
No le quieres más si es más atlético, coordinado, o el que más puntos hace.
No amas a tu hijo por las cosas que consigue o va a conseguir, le amas por lo que es.
Pues eso mismo es lo que tienes que trasladarle siempre y en cualquier momento.
Si él o ella saben que papá y mamá les querrá hagan o no un buen partido, el partido malo no pesará tanto.
Y esto solo lo saben, si tu se lo dices. «Hijo, que vaya muy bien el partido, pero recuerda, yo te quiero por quien eres y cómo eres, no por si eres el que más puntos hace»
Seguro que al volver, sea cual sea el resultado, no vuelve con tanto peso a sus espalda.
Los hijos siempre queremos que nuestros padres estén orgullosos de nosotros y muchas veces eso es lo que hace que la frustración sea tan grande y no tanto el resultado.
Aspecto importante, jamás le compares. Y no hablo de las comparaciones con su compañero. Hablo de la comparación entre hermanos.
Como sabes, cada hijo tuyo es diferente, uno será más aplicado para los deberes y otro para el deporte, pero a ninguno de los dos eso le hace de menos.
Valora a cada uno por lo que es, y no compares al de buenas notas con el de las malas, ni al que es bueno en el voleibol con el que no lo es.
Destaca y elogia donde es bueno cada uno de ellos y anima para que se siga esforzando en el otro, pero jamás les compares.
Eso solo hará que internamente sienta celos, y que nunca se sienta tan suficiente como su otro hermano.
Como te decía al inicio, la consideración individualizada debe estar, con tus hijos también. Conoce a cada uno de ellos y comunícate como él necesita.
¿Estoy siendo un buen padre/madre para mis hijos?
Envíame un mensaje y te envío el cuestionario para que lo descubras ¿estás siendo un buen padre/madre?¿podías hacerlo mejor con tus hijos y su deporte?
Te ayudo a descubrirlo y te acompaño a que te conviertas en la persona que tu hijo quiere ser cuando sea mayor.
Contáctame a través de Instagram @mardurannn o por correo electrónico marduranpsicologadeldepor@gmail.com.
Hasta aquí este primer post de este nuevo mes.
Espero que tengas mucho más claro como comportante con tu hijo, mientras juega o no.
La semana que viene, descubrirás qué tipo de líder eres.
Te lanzo, desde ya, la pregunta: de todos los hablamos ¿con cual te identificas más?
¡¡Lo descubrirás el siguiente lunes!!
Tu post de cada lunes, hasta la semana que viene😉
Mar Durán 🏐 Psicóloga y Entrenadora de Voleibol
Referencias
Castillo, I. & Álvarez, O. (2023). PSICOLOGIA SOCIAL de la actividad física, el deporte y el ejercicio. McGraw Hill.









