Cómo adaptarte a un nuevo equipo


Voy a hablarte de los cambios y las adaptaciones que conlleva el fin de temporada, y el inicio de la siguiente, sin ser septiembre, en mayo.

Si no eres ni entrenador, ni jugador, esto que voy a contarte puede parecerte raro, una pretemporada en mayo…

Pero si estás dentro de esto, sabes perfectamente a lo que me refiero.

Incluso, quizás no lo sabías pero hubieses deseado este post al inicio del mes.

Yo lo hubiese necesitado, por eso lo escribo ahora, para contarte qué hice y cómo resultó todo.


El final e inicio de la temporada

Mayo es ese momento del año en que ya se acabó la liga regular.

Las competiciones están finalizadas, incluso el campeonato de España.

Pero los entrenos no se acaban, sino que hasta junio, se continúa (hay mucho clubes de costa, que se pasan al voley playa, o incluso otros tienen competiciones de primavera).

Si eres afortunado de estar en la playa, esto puede ayudarte también, ya que vas a tener que adaptarte a un nuevo compañero y a una disciplina nueva. Porque no nos engañemos, vóley pista y vóley playa son mundo totalmente diferentes.

La cosa es que el objetivo que suele mantener al equipo, a estas altura de año, ya se acabó.

Pero empiezan otras cosas…

De esas es de las que vamos a hablar.

No sé como lo harás tú en tu club, en el mío Club Deportivo Universidad de Granada, llevamos unos años empezando la pretemporada en mayo.

Esto quiere decir, las categorías de segundo año, se suben a entrenar desde ya con su futuro equipo y las de primer año se quedan a coger el relevo de las veteranas.

Parece que no, pero en esas líneas de arriba ya hay muchas cosas de las que tratar:

  • Nuevo rol (paso de ser la veterana a la novata o al revés, de la novata a la veterana)
  • Nuevo equipo y posiblemente nuevo entrenador
  • Nuevas compañeras, con las que no sabes como será la relación
  • Nuevos objetivos y forma de trabajo

Esto es en toda regla, un cambio. Y según tu capacidad de adaptación amarás u odiarás este cambio.


Cómo he vivido yo el cambio con mi equipo

Desde primero de mayo, mi equipo ha sido deferente. Mis cadetes de segundo año se han marchado al juvenil, las cadetes de primero, permanecen conmigo. Pero son solo seis.

Por eso, hemos ido incorporando a nuevas jugadoras.

Suben las infantiles y vienen chicas del otro cadete.

El inicio fue complicado. Se nos fueron pilares muy importante del equipo. Las veteranas eran niñas que sabían resolver muchas situaciones de juego y no de juego.

La sensación era como de vacio, de abandono. No un abandono real, esas niñas debían irse, pero la sensación que se quedó era: «nada será igual sin ellas».

Y esto, sin tener en cuenta quien vendrá.

Pero es inevitable que uno no quiera desprenderse de algo a lo que ya se aconstumbró.

Habíamos desarrollado toda la temporada un sistema de juego que a estas altura ya nos daba resultados, pero claro, ahora ya nos teníamos que separar.

Y no es solo echar de menos a quien no está, es conocer y acostumbrarte a alguien nuevo.

Es como cuando tu novio te deja y ahora tienes uno nuevo. El inicio es raro, sin querer te vas a pasar los días comparándole con tu ex. Aunque el que tengas ahora es mejor. Estarás con él y pensarás, pues con mi ex no hacía esto, y no hacía lo otro…

Pues eso pasaba.

No con mi ex, con el equipo.

Mis jugadoras no habían tenido mucha relación con el resto de chicas, y al inicio, las interacciones y el juego, no eran las mejores.

No se conocían.

Pero… tres semanas después, sorprendida, mucho, la interacción es muy buena.

En tan solo tres semanas, cuatro entrenos por semana, han empezado a congeniar unas con otras. El viernes pasado, me las encontré a todas en un círculo charlando unas con otras sobre cosas de adolescentes.

Me fui con una sonrisa a casa.

Andaba muy preocupada por esa situación. Un equipo no funciona bien sino hay sinergia entre las piezas. Y eso era síntoma de que empezaba a darse.

Y claro, ahora estarás deseando que te cuente lo que hice y como pasó todo eso.

Pues no hice nada.

Ningún juego de cohesión, ni me las llevé a merendar.

Me centré hacer buenos entrenos, en trabajar mucha técnica y en que cada una fuese mejorando un poquito cada día. A veces mezclaba grupos, pero otras las separaba por nivel para que el trabajo técnico tuviese más resultado.

Muchas veces pensamos que tenemos que hacer cosas para que se solucionen los problemas. Y no seré yo quien te diga que no vayas a solucionar algo con alguien, no hablo de eso.

Me refiero a que hay muchas cosas muchas, que se solucionan pasando tiempo unas con otras. Dándole la importancia que eso requiere. Ni más ni menos.

Si es cierto, que he tenido conversaciones con cada grupo del nuevo grupo, de cómo deben ser las cosas. Y de que espero de ellas.

Pero más allá de eso, ellas mismas han hecho el resto del trabajo.


El PsicoTruco para una buena adaptación a un nuevo grupo

Te dejo por aquí algunas ideas para que la adaptación al cambio sea la correcta:

  • Nuevo rol: Dedica 5 minutos al inicio del primer entrenamiento a pensar en tu nuevo papel. Si pasas de veterana a novata, acepta la curiosidad y las preguntas; si subes a veterana, prepárate para escuchar y guiar.
  • Nuevo equipo y nuevo entrenador: En tu primera semana, escribe 3 cosas que quieres aprender del entrenador (p. ej., “su estilo de comunicación”), y 3 aportes que puedes ofrecer al equipo (p. ej., “mi experiencia en saque”).
  • Nuevas compañeras: Fija el objetivo de hablar con al menos dos compañeras nuevas cada entrenamiento: ya sea para pedir consejo o compartir un dato curioso (p. ej., “¿Cuál es tu jugada favorita?”).
  • Nuevos objetivos y forma de trabajo: Identifica qué necesita el equipo de ti, cómo trabajan, que sistema llevan, cómo calienta. Observa y trata de conocer esas nueva forma. Empieza poco a poco a incorporarla en ti.

Además de esto, esta etapa suele ir acompañada de desmotivación por la saturación de la temporada. Es larga al entrenador y al jugador, a estas altura ya le pesa.

Ese fue el tema que he tratado con los entrenadores a los que formo. Les he creado una guía en la que les cuento paso a paso qué hacer para motivar a los jugadores en estos momentos.

Es muy práctica y te da ejemplos de ejercicios y formas de trabajo para incorporar en cada entrenamiento.

No está disponible sino eres uno de ellos, pero, posiblemente el año que viene asesore a entrenadores mensualmente.

Si te interesa, déjamelo saber.

Así no te perderás estas cositas.


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En poco tiempo, el post de lunes desaparecerá. Pero no lo hará el contenido. Seguiré hablando de voleibol y psicología por correo. Déjame el tuyo si quieres saber cómo preparar tu mente para septiembre y el resto de cosas que irán pasando.

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Mar Durán 🏐 Psicóloga del Voleibol


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