¿Cuánta verdad tiene lo que pienso?

Qué es una Distorsión Cognitiva?
Dentro de la psicología, existen varias ramas y terapias que tratan de explicar la conducta humana. En el día de hoy te voy a hablar sobre la terapia cognitiva.
Antes, quiero explicarte que quiere decir la palabra cognitivo. Lo cognitivo hace referencia a los procesos por el cual el ser humano produce conocimiento a través de la información captada por su entorno. Es decir, la cognición son los pensamientos, el lenguaje, la percepción, la memoria, el razonamiento, la toma de decisiones, la resolución de problemas… En definitiva, son ese conjunto de procesos mentales que afectan a la conducta humana.
Beck, divulgador de la Teoría Cognitiva, la cimienta con estos procesos mentales. Para él, lo que hacemos esta determinado por la forma en la que cada uno estructuramos nuestro mundo. Dicho de otra forma, la manera de pensar y los esquemas que permiten estos procesamientos son los que hacen que actuemos como lo hacemos.
Existen por lo tanto dos tipos de cogniciones, por un lado tenemos los procesos cognitivos y por otro, el contenido de estos.
Los procesos cognitivos son esos mecanismos de almacenamiento, recuperación y codificación de datos que realizan nuestras estructuras mentales, las distorsiones cognitivas.
El contenido cognitivo, son las creencias y pensamientos automáticos (pensamiento rápidos sin razonamiento) que suscitan de nuestra mente.
Los pensamientos automáticos erróneos son los que producen las distorsiones.
En definitiva, una distorsión cognitiva es un error en la forma en la que se procesa la información. Es cuando usamos de forma incorrecta un esquema mental que da lugar a una acción o respuesta desadaptativa.
Tipos de distorsiones
Beck propone los siguientes tipos de distorsiones que producimos día a día:
- Personalización, es cuando se cree que los demás hacen cosas mal por tu culpa, sin considerar otras posibles causas. «Laura ha fallado el remate porque mi recepción no fue buena»
- Sobregeneralizacion, se generaliza de forma negativa lo que se acaba de hacer a cualquier otra faceta de la vida. «He fallado el saque, hoy ya no me sale nada bien»
- Afirmaciones «debería» y «tengo que», se tiene una idea fija de como el jugador y otros deberían hacerlo y se sobreestima de forma negativa que eso no se haga así. «El libero debe hacer una doble positiva cada vez que recibe, sino es un mal líbero»
- Pensamiento dicotómico, se ve la situación en dos categorías, no existe un continuo, es todo o nada. «Si se ganamos somos los mejores, si perdemos somos los peores»
- Razonamiento emocional, se piensa que algo es cierto por el simple hecho de sentirlo así. Se ignora la información que desmienta todo ello. «Me siento incomodo atacando por zona dos, no se atacar por dos»
- Magnificación o minimización, cuando el jugador se evalúa a sí mismo o a otros aumentado lo negativo o reduciendo lo positivo. «Tener un porcentaje de acierto en ataque del 90% no significa que sea un atacante efectivo»
- Descalificación de lo positivo, cuando nos decimos que las acciones exitosas o cualidades no tienen suficiente valor o no fueron causa nuestra. «He hecho punto porque he tenido mucha suerte».
- Catastrofísmo se predice el futuro de forma negativa. «Voy a estar tan nervioso que voy a fallar en todo lo que haga»
- Abstracción selectiva, se observa solo un aspecto negativo en vez de observar el conjunto. «Hemos perdido dos partido, somos un equipo malísimo»
- Etiqueta, cuando se etiqueta a sí mismo o a otros sin tener en cuenta todo lo que rodea esa persona. «Soy un perdedor»
¿Cómo afecta en el voleibol?
Quizás te hayas sentido identificado con alguna de estas situaciones. Es muy normal que la cabeza tenga este tipo de pensamientos. A menudo los damos por buenos sin pararnos a pensar en ellos.
Hacemos interpretaciones erróneas de muchas acciones d nuestro día a día. Dentro del voleibol, las acciones de juego son rápidas y dinámicas. La mente no puede pararse a pensar mientras el balón vuela. Pero si lo hace cuando este toca el suelo. En los pequeños periodos de pausa que contiene este deporte, la cabeza recupera la acción anterior y rápidamente la cataloga de una forma determinada. Ahí es donde entran en juego estas distorsiones.
¿Cuántas veces te paso que te echaste la culpa de un error de un compañero?,¿o cargaste tu solo con el peso de la derrota?,¿o solo veíais lo negativo?
¿Cuántas veces tener un mal partido condiciono el resto de tu día?,¿cuántas veces te etiquetaste como mal jugador sin tener en cuenta los demás factores?,¿cuántas veces sentirte inseguro en una posición te ha hizo perder la confianza en ti mismo?
Estoy segura de que has respondido de forma afirmativa a varias de estas preguntas. Si fue así, no te agobies.
Lo positivo de todo esto, es que ya sabes que no todo lo que piensas es correcto. Cada uno de tus pensamientos puede estar sujeto a errores e interpretaciones con incompleta y escasa información. Estos pensamientos pueden llevarte a conclusiones muy equivocadas, que te sacaran del partido y te harán desconfiar de ti durante ese rato.
¿Qué hacer para reducirlas?
El primer paso es ser consciente de esta distorsión cognitiva. Una vez la identifiques tratarás de equilibrarla para que no te saque del partido.
Es decir, vas a cuestionarla, ponerla en duda y crear un pensamiento alternativo que pueda sustituirle.
- Personalización, «Laura ha fallado el remate porque mi recepción no fue buena» -> «Laura ha fallado el remate, eso es cierto, pero no tiene porque ser culpa mia. Mi recepción no fue perfecta, pero la colocación sí. Laura ha llegado tarde a la bola y la estrellado contra la red. En este caso, ese fallo no ha sido causa mía».
- Sobregeneralizacion, «He fallado el saque, hoy ya no me sale nada bien» -> «He fallado un saque porque me he puesto nerviosa al mirar a la grada. No quiere decir que los demás los vaya a fallar o se me haya olvidado jugar. Y eso no significa que cuando acabe el partido sigan saliéndome las cosas mal»
- Afirmaciones «debería» y «tengo que», «El líbero debe hacer una doble positiva cada vez que recibe, sino es un mal líbero» -> «El líbero es el experto en la recepción y defensa, pero como ser humano va a tener fallos, y no todas las recepciones serán perfectas y eso no le hace mal líbero, sino humano».
- Pensamiento dicotómico, «Si se ganamos somos los mejores, si perdemos somos los peores» -> «Si ganamos un partido quiere decir que hemos jugado bien como equipo, o el rival tenía menor nivel. Si perdemos podemos haber jugado muy bien , pero el rival ser superior y más acertado, pero no quiere decir que mi equipo hiciera un mal trabajo o sí»
- Razonamiento emocional, «Me siento incomodo atacando por zona dos, no se atacar por dos» -> «Hoy me siento incómodo por zona dos, pero eso no tiene que ver con que sea un mal atacante o con que no sepa pegarle bien por dos. Que me sienta incomodo no quiere decir que eso sea así. Es como me siento, no lo que soy»
- Magnificación o minimización, «Tener un porcentaje de acierto en ataque del 90% no significa que sea un atacante efectivo» -> «El porcentaje habla de mi efectividad en ataque, si es de un 90% , ese número esta muy cercano al 100% por lo que mi efectividad como atacante es bastante alta».
- Descalificación de lo positivo, «He hecho punto porque he tenido mucha suerte» -> «He hecho un punto porque me he habilitado, he saltado lo sufiente y he conseguido poder la bola en tres metros»
- Catastrofismo,«Voy a estar tan nervioso que voy a fallar en todo lo que haga» -> «Voy a estar nerviosos y quizás comience fallando, pero sé que voy a tranquilizarme en cuanto esté en el campo y jugaré como yo sé»
- Abstracción selectiva, «Hemos perdido dos partido, somos un equipo malísimo» -> «Hemos perdido dos partidos y existe una gran cantidad de posibles causas como para concluir que ha sido porque somos malos jugadores»
- Etiqueta, «Soy un perdedor» -> «He perdido más veces de las que gané, pero eso no me hace meterme en la categoría de perdedor, lo mismo que perdí, puedo ganar»
Para ser más consciente de estos pensamientos es muy importante que a menudo verbalices lo que sientas y piensas con tus compañeros.
Escucharte decir alguna de estas afirmaciones puede ser suficiente para darte cuenta de que no estas en lo cierto.
¿Cómo ayudar a un compañero?
Si algún compañero te dice alguna de estas afirmaciones, refléjale eso mismo que acaba de decir.
– COLOCADOR :»acabamos de perder el partido por mi culpa»
-TÚ: «es verdad, hemos perdido por tu culpa, porque tu eres el único que ha jugador el partido. Además, todas las bolas que has tocado han sido malas. Por eso mismo hemos quedado 3-2, y con un porcentaje en ataque el 95%, porque todas tus colocaciones han sido malas»
Hazle ver la incongruencia de su pensamiento. No le juzgues, solo refléjale lo que te dice. Escuchar sus pensamientos en boca de otro, le hará darse cuenta de que su afirmación carecía de mucha otra información relevante como para acabar concluyendo eso.
Tu post de cada lunes, hasta la semana que viene 😏
Mar Durán 🚀 La Catalizadora Deportiva










